València es la tercera ciudad de España donde más cocaína se ha encontrado en las aguas residuales. Así lo revela un estudio del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT) destinado a estudiar los hábitos de consumo de drogas de sus habitantes durante una semana entre marzo y abril del pasado 2022. El estudio ha analizado las aguas residuales de un total de 104 ciudades repartidas entre 21 países analizados. En España, el nivel de consumo de las localidades analizadas ha quedado, de mayor a menor, en el siguiente orden: Tarragona, Lleida, València, Barcelona, Castellón y Santiago de Compostela.
Alarmantes resultados del estudio
Los resultados del análisis de las aguas residuales arrojan un promedio de 742,12 miligramos consumidos a diario por cada 1000 habitantes. Eso se traduce en un aumento notable respecto a los datos del 2019, año anterior a crisis pandémica del Covid-19 y, por tanto, último año en el que se podía calcular la situación de manera estabilizada. La marca de 2022 es la más desde el año 2013. Y coloca a València como la 10º urbe europea que más cocaína ha registrado. Por su parte, Castellón se ha posicionado como la 5º ciudad de España (15º de Europa) donde más sustancias se han advertido en las aguas residuales, ya por detrás de las ciudad europeas punteras en ese apartado.
A nivel nacional, España todavía es uno de los países europeos con más rastros de cocaína, MDMA, cannabis y ketamina en aguas residuales. En total se han analizado muestras de aguas residuales de aproximadamente 54 millones de personas en busca de ese tipo de drogas. La tendencia predominante expone, además de un aumento en los niveles de cocaína, un peligroso incremento de la metanfetamina. Mientras que en el caso de la anfetamina, MDMA y cannabis la evolución es irregular, varían considerablemente en el marco temporal y geográfico. Aun así, ha habido detecciones de las seis drogas ilegales investigadas en prácticamente todas las ciudades utilizadas.
El director del OEDT, Alexis Goosdeel, concluyó con este estudio que «dibuja un panorama de un problema de drogas tan extendido como complejo». El informe ha determinado que los rastros de droga eran más elevados en las grandes ciudades que en aquellas más pequeñas en el caso de la cocaína, metanfetamina y MDMA, pero no necesariamente en el de la anfetamina y el cannabis, cuyo uso está más universalizado.