De nuevo vimos al Valencia competitivo y ordenado de principio de temporada. Jugarle al Barcelona y minimizar su potencial sin permitirle disfrutar apenas de opciones de gol es muy difícil, y se consiguió. Ese gol de Suárez cuando menos lo merecía su equipo escuece, pero es una ventaja tan mínima que permite a los valencianistas salir vivos y emplazar la resolución de la semifinal de la Copa para Mestalla. Y sobre todo se demuestra que este grupo recupera las constantes vitales, muy mermadas en las últimas semanas.
El Valencia, cargado de bajas, salió muy replegado, metido totalmente atrás, pero con las líneas tan pegadas que no dejaban pasar ni el aire. Los centrales Paulista y Vezo estuvieron inmensos. En la primera parte los barcelonistas tuvieron toda la posesión, dominaron por completo, sacaron muchos córners… pero ocasiones, ni una. Ni siquiera Messi se encontraba cómodo.
Los valencianistas estaban muy bien plantados. Todos trabajaban, hasta los jugadores más creativos, tanto que a la hora de intentar salir con el balón hacia adelante les faltaba el aliento y lo regalaban de manera inmediata al rival. Los dos puntas se mataron a correr, pero sin opción de montar una contra. En definitiva, perfectos en defensa, inexistentes en ataque.
El árbitro Sánchez Martínez, tan casero como se podía prever, perdonó la roja a Sergi Roberto por una entrada terrible a Andreas Pereira. Solo le mostró la amarilla y el extremo blanquinegro quedó renqueante, hasta que tuvo que ser sustituido. Además, el colegiado perdonó repetidamente una tarjeta a Suárez que le habría impedido jugar la vuelta.
Una mano de Jaume tras un centro potente de Iniesta fue la aproximación blaugrana más peligrosa de los primeros 45 minutos. Y un chut de Montoya que pasó cerca de la escuadra ya en la prolongación, fue la única oportunidad seria de los visitantes.
El segundo tiempo arrancó con Maksivocic sobre el terreno de juego por el lesionado Pereira y con un remate de Messi al lateral de la red. Pero el Valencia parecía otro en labores ofensivas. Parejo empezaba a tocar la bola, Coquelin se agrandó y todo el equipo adelantó líneas. El capitán puso a prueba a Cillessen desde fuera del área, con el primer disparo entre los tres palos de todo el encuentro. Ya había un criterio ofensivo. Sin duda, era otro Valencia, que ya merodeaba el área local.
Pero este Barça tiene lo que no tiene ningún otro equipo, a Messi. El argentino, rodeado de contrarios, inventó un centro imposible que remató de cabeza Suárez, totalmente solo, para abrir el marcador. 1-0. 68 minutos había aguantado el Valencia, y justo encajaba el gol cuando más equilibrado estaba el juego.
Valverde había ido sacando al campo toda la artillería, con la inclusión de Coutinho, Paulinho y Alcácer, y Marcelino se decidió a introducir al joven Ferran Torres por Soler. Con el marcador a favor, el Barcelona recuperó la tranquilidad y el dominio. Alcácer desde lejos chutó fuerte y obligó a Jaume a rechazar a córner.
Santi Mina fue la última bala en la recámara valencianista para tratar de empatar. Y a punto estuvo de conseguirlo en el último minuto, pero se lió ante la salida a la desesperada de Cillessen, que le ganó la partida. Y de nuevo la tuvo el delantero gallego justo antes del pitido final con un remate de cabeza que se le fue alto.
El Valencia está vivo y la clasificación para la final se decidirá en Mestalla, que, como dice mi ‘hermano’ Fermín Rodríguez, ya está lleno de sueños desde esta noche, y queda una semana.
1. FC Barcelona: Cillessen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Rakitic (Paulinho, m. 68), Iniesta (Alcácer, m. 72), Aleix Vidal (Coutinho, m. 58), Messi y Suárez.
0. Valencia CF: Jaume, Montoya, Ruben Vezo, Gabriel Paulista, Gayà, Parejo, Coquelin, Carlos Soler (Ferran Torres, m. 76), Andreas (Maksimovic, m. 46), Rodrigo (Santi Mina, m. 81) y Vietto.
Goles: 1-0. M. 67: Suárez.
Árbitro: Sánchez Martínez, del comité murciano. Amonestó a Sergi Roberto del FC Barcelona, y a Andreas, Vietto y Carlos Soler del Valencia CF.