València, 20 mar (EFE).- Ser actor por un día, adentrarse en el mundo de la escritura, aprender fotografía, rutas culturales, catas o quedadas para conocer amigos son alguna de las propuestas de Vermut, una red social y de intercambio de experiencia para usuarios entre 55 y 79 años, que ultima su expansión por toda España.
Con sede y de momento en funcionamiento solo en Barcelona, la idea surgida en pleno confinamiento de la mano de Fernando Dellepiane y Enric Durán -ahora se ha incorporado José Riera- prepara su asalto a Madrid y Valencia en las próximas fechas y al resto del territorio español -Bilbao, Málaga o Sevilla, entre otras- a partir de septiembre.
Según explica a EFE Dellepiane, se trata de una plataforma digital que mezcla un «marketplace» de actividades de ocio, capacitación y esparcimiento con una red social específicamente diseñada para «sacar el máximo a las personas de más de 55 años».
DE GLOVO A CREAR SU PROPIA «STARTUP» CON IMPACTO SOCIAL POSITIVO
Actualmente, Vermut, cuyos creadores se conocieron y se formaron en emprendimiento en la empresa emergente Glovo, forma parte del programa «traction» de la aceleradora valenciana Lanzadera, donde cumplen mes a mes su objetivos de facturación y usuarios.
«Fuimos de los primeros empleados de Glovo, vimos su crecimiento y aprendimos muchísimo, pero cuando se convirtió en una empresa gigante, decidimos salir», apunta; entonces pensaron que iban «a emprender» pero «con la idea de que fuera algo con un impacto social positivo».
Confiesa Dellepiane, nacido en Argentina pero residente en Barcelona, que siempre le han «enloquecido» las personas mayores y advirtieron que ese tramo de edad «tenía mucho potencial» y que la longevidad se manejaba de forma «ineficiente, porque todo es bastante paliativo y se enfoca a la salud a partir de los 80 años».
«Hoy en día la jubilación en España es de promedio a los 60 años y la dependencia empieza a los 80, tanto en salud física como mental», sostiene, y apostilla que ello supone que «algo no funciona; no tiene sentido que las personas estén casi veinte años sin hacer nada y que se tengan que buscar la vida».
Hoy en día, hay personas mayores de 55 años que trabajan y emprenden «pero son los menos», porque «hay muchísima gente a la que le está atacando el aislamiento social o la soledad, y eso deteriora la salud y les lleva a la dependencia antes».
«Teníamos que buscar algo con un toque empoderador para buscar una solución y con el modelo que teníamos de Glovo nos enfocamos a ver lo que quería el usuario, algo que no se hace, e hicimos muchas encuestas y entrevistas, contactamos con expertos de la salud. Eso fue en abril de 2019», apunta.
Concluyeron que muchas de las ideas que tenían «no era exactamente lo que necesitaba este ‘target’ de edad y que lo que necesitaba es generar una comunidad para poder hacer actividades y conocer a personas de su misma generación, con los mismos intereses, y donde conocer a un amigo o una pareja con la que profundizar pasiones, recoger nuevos hobbies y reinsertarse laboralmente».
UNA COMUNIDAD PARA NATIVOS NO DIGITALES
A semejanza de las que hay para los aficionados a los videojuegos o a la cocina, Vermut quiere convertirse en una red social con una comunidad para personas mayores «pero que tenga una usabilidad de plataforma para aquellos que no son nativos digitales y conseguir que su experiencia sea mucho más amena».
«Queremos simplificar para dar una propuesta de valor más interesante a un segmento de la población al que nadie presta atención», agrega Dellepiane, que cuenta que desde que la empresa se creó en junio de 2020 han logrado más de 1.200 suscriptores, han realizado unas 420 actividades y tienen activos una media de 200 usuarios al mes.
ACTIVIDADES ONLINE Y PRESENCIALES
Como nacieron durante el confinamiento, muchas de las actividades son virtuales, como las experiencias de españoles por el mundo que cuenta «cómo es vivir, por ejemplo, en Nepal».
Pero también han hecho actividades presenciales como catas de vino, talleres para ser actor por un día con una actriz profesional o de iniciación a la escritura, con Cristina, una escritora de 73 años que les enseña a «novelar cosas de su vida».
Fina está jubilada pero ha sido fotógrafa de moda y transmite sus conocimientos: «Los participantes se lo pasan bomba y a ella se le ha reactivado la vida», cuanta el creador de Vermut, que destaca las inserciones a la gastronomía del mundo, como la japonesa o la hawaiana, las rutas culturales o de senderismo por la montaña.
Además, impulsan «charlas y vermut», un encuentro un día a la semana en la terraza del edificio de la Unesco en Barcelona, donde hablan «de temas controvertidos» pero con los que se divierten, por ejemplo, sobre «por qué los cambios sociales dramáticos han sido históricamente con violencia».
«El objetivo final es que la gente que estaba muy sola, hoy en día han creado un grupo de amigos y se apuntan a actividades, salen de casa, hacen planes, conocen gente y eso impacta positivamente en su salud», concluye. EFE
Por Mónica Collado