La autopsia de la pequeña Olivia, asesinada por su padre Tomás Gimenoy lastrada al fondo del mar en Tenerife, ha determinado que su fallecimiento se produjo por un edema agudo de pulmón, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).
La autopsia al cadáver de la pequeña concluyó sobre las 15.00 horas del viernes en el Instituto Anatómico Forense y aún se está a la espera de los resultados de los análisis toxicológicos, biológicos e histopatológicos.
Según recoge el auto, en la finca de Igueste de Candelaria, «Tomás dio muerte a sus hijas, envolviéndolas en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura y éstas bolsas en bolsas de deporte, que colocó en el audi A3».
Asimismo, la prueba de la huella dactilar realizada en el propio Instituto confirmó también ayer que el cuerpo encontrado el pasado jueves en aguas de Tenerife se correspondía con Olivia, de seis años.
Este tribunal también ha informado también de que la orden internacional para la detención de Tomás Gimeno por un delito de sustracción de menores ha sido sustituida por otra referente a la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género.
Fue el pasado jueves cuando la noticia de la aparición del cuerpo de la pequeña Olivia dejaba conmocionado a todo un país que está siguiendo día a día la tragedia cometida. Son millones los mensajes de apoyo a Beatriz, la madre de las niñas que hasta el jueves era ella la que animaba y mandaba mensajes de esperanza sobre la aparición de sus hijas.