Sevilla, 23 abr (EFE).- El entrenador del Valencia,
José Bordalás, indicó tras la derrota de su equipo en la
tanda de penaltis de la final de la Copa del Rey ante el Betis, que se encontraba
“triste, pero orgulloso” porque su equipo “lo hizo casi todo bien”.
“La forma de perder ha sido dolorosa porque el Valencia tuvo ocasiones, pero no estuvo acertado y lo sentimos por el club, por la plantilla y por la afición, que ha demostrado un apoyo brutal al equipo”, agregó.
“Perder una final forma parte del mundo del fútbol, pero no hay tiempo para el lamento. Hay que levantarse y mirar el futuro, volver a la Liga y sumar el mayor número posible de puntos para quedar en la clasificación lo más arriba posible”, continuó.
Bordalás también explico que este no es momento de hablar de futuro y, además, que no es él quien debe hacerlo porque su trabajo es el de entrenador y está centrado en recuperar el ánimo de la plantilla de cara lo que queda de competición.
También explicó que la decisión de los lanzadores de penaltis fue suya en función de lo hablado con los jugadores y de ver el nivel de confianza de cada uno de ellos. “Lo habíamos trabajado y el asunto de la confianza ha sido fundamental”, indicó.
Destacó el buen juego del Valencia al comienzo de la segunda parte y la ocasión malograda por Carlos Soler en el minuto noventa en un partido en el que enfrente hubo un equipo de mucha calidad.