València, 31 ene (OFFICIAL PRESS-EFE).- El Arzobispado de Valencia ha emitido un comunicado este miércoles en el que señala que no tiene «información oficial» sobre las noticias publicadas que aseguran que el sacerdote de 80 años, cuyo cadáver fue encontrado la pasada semana en su vivienda de València, mantuvo relaciones sexuales con un joven.
Según ha indicado, el secreto de sumario no se ha levantado, ahora bien añade que si lo publicado por varios medios de comunicación es verdadero, los hechos narrados les producen un «profundo dolor» y son «manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación».
Del mismo modo, manifiestan su «pesar por el escándalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, muy directamente a los fieles, y especialmente a los miembros del presbiterio».
Comunicado del Arzobispado de Valencia sobre el sacerdote asesinado
El Arzobispado de Valencia señala asimismo que planteó personarse como acusación particular, si bien el juzgado instructor lo rechazó, entendiendo que la personación en el procedimiento corresponde únicamente a la familia directa, por lo cual desistieron a dicha personación.
«Además se consideran otros motivos: la confianza en la justicia, suficientemente protegida por el ministerio fiscal, y que los hechos de la investigación narrados por los medios de comunicación se refieren a actos cuya responsabilidad pertenece personalmente al fallecido», agrega.
Reitera asimismo que el Arzobispado «jamás tuvo conocimiento de estos presuntos hechos».
Quejas de los vecinos del sacerdote
Señala que hace dos años se apercibió directamente al sacerdote cuando los vecinos del mismo inmueble del domicilio en el que residía, propiedad del Arzobispado, presentaron quejas verbales acerca de las personas que acudían al mismo, «aunque en ningún caso aludieron a hechos de la naturaleza que se narran».
«Desde entonces, transcurridos dos años, jamás se volvió a recibir ningún tipo de queja», asegura.
El cuerpo sin vida del sacerdote, de 80 años, fue encontrado el pasado 23 de enero por la mañana con signos de violencia en su domicilio de la calle Avellanas, en pleno centro histórico de València y muy cerca de la catedral, y un día después fue detenido el sospechoso del asesinato.