València, 19 ene (EFE).- El pequeño comercio valenciano avisa de que el adelanto del cierre del comercio no esencial a las 18 horas es «la puntilla» a una actividad que cumple «estrictamente» con todas las medidas de seguridad y que ha demostrado tener un comportamiento ejemplar, y considera que la medida no contribuye a aliviar la grave situación dado que no son un foco de contagios.
Por su parte, para la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED), el adelanto a las seis de la tarde del cierre del comercio a partir de este jueves era previsible, a la vista de la evolución de la pandemia, si bien no esperaba que se adelantara tanto en horario.
Según han indicado fuentes de ANGED Comunidad Valenciana a Efe, el cierre a las seis es un «duro ajuste» que afectará a las ventas de las grande superficies, pero la actividad comercial por la tarde ya estaba debilitada como consecuencia de las restricciones en la hostelería.
Y desde la asociación que representa al pequeño comercio valenciano, Confecomerç, se señala en un comunicado que la medida adoptada no contribuye a aliviar la grave situación sanitaria, dado que en los comercios no es donde se producen los contagios, y en cambio acrecienta «la delicada situación económica» por la que atraviesan los pequeños negocios.
Confecomerç pide una hoja de ruta que contemple ayudas y actuaciones directas para poder salvaguardar la continuidad de la actividad del pequeño comercio, que no ha sido incluido, pese a ser un sector afectado, en ningún plan de rescate como otros sectores, lo que califica de «agravio».
El comercio de proximidad es uno de los sectores que sufre el impacto de las medidas para contener la propagación del virus, con impacto en su actividad diaria, limitaciones cada vez más restrictivas de aforo en pleno inicio de campaña de rebajas, y ahora con restricción de su horario comercial, «sin haber adoptado acciones que puedan enmendar estas circunstancias y que vayan dirigidas directamente al sector para paliar este perjuicio», lamentan.
Por ello insta a la Generalitat a tomar medidas urgentes para poder revitalizar los comercios gravemente afectados, que arrastran caídas de hasta el 60 % de facturación, principalmente equipamiento personal, y que representan en la Comunitat Valenciana el 45 % del tejido empresarial de pymes, micropymes y autónomos del comercio autonómico, pero también otras actividades comerciales.
Las cifras de Navidad han caído de media un 25 % y la campaña de rebajas, condicionada por la tercera ola, el débil consumo, la situación de incertidumbre y las nuevas restricciones «echan por tierra» un período de incentivo comercial, añade.
El presidente de Confecomerç CV, Rafael Torres ha asegurado que no se debería dejar a ningún sector atrás y adoptar medidas que puedan contener estas restricciones y permitan mantener el comercio de proximidad.
La limitación de aforo del 30 %, sumado al cierre a las 18 horas, supone para un pequeño establecimiento un fuerte freno a su actividad, según indican en un comunicado.