València, 23 jul (EFE).- La Policía Nacional ha detenido en una localidad de la Comunitat Valenciana a un hombre de 67 años como presunto autor de numerosos delitos de estafa, ya que podría haber llegado a estafar a más de 300 personas por toda España cobrando reservas de apartamentos turísticos inexistentes.
Según ha informado la Policía Nacional, el sospechoso, que se ocultaba en un complejo turístico de la Comunitat, acumulaba las primeras denuncias en 2018, en una operación en la que hay otro investigado que, pese a no haber sido detenido, fue citado por el Juzgado que entiende de los hechos.
Las investigaciones se iniciaron a principios del mes de marzo, a través de la denuncia de una víctima a la que le habían estafado 500 euros en concepto de reserva de un alojamiento para sus vacaciones.
La Policía Nacional consiguió identificar a los dos presuntos autores de la estafa, percatándose de que uno de ellos contaba con numerosos antecedentes por hechos similares, así como distintas reclamaciones judiciales de averiguación de paradero por delitos de estafa.
Los agentes recopilaron denuncias realizadas desde el año 2018 y llegaron a cruzarse con otra investigación sobre la misma persona llevada a cabo por la comisaría de Retiro de Madrid, por lo que unieron las pruebas obtenidas y formalizaron una investigación conjunta.
Finalmente, este mes de julio, los agentes tuvieron conocimiento de que el principal sospechoso de las estafas podría estar escondido en un complejo turístico de una localidad de la Comunitat Valenciana, por lo que se estableció un dispositivo policial que culminó con su detención.
Además de la detención, se ha realizado un registro del domicilio en el que se ocultaba, interviniendo diverso material y documentación, además de dinero en efectivo, ya que solo entre los meses de enero a julio de este año, el detenido habría obtenido un beneficio de unos 35.000 euros.
A través de páginas de anuncios en internet, el sospechoso presuntamente publicitaba alquileres de apartamentos turísticos inexistentes, situados principalmente en la Comunitat Valenciana, en localidades como Gandia, Calpe o Dénia, con fotografías de anuncios reales que copiaba de conocidas plataformas.
Una vez que la víctima se interesaba por uno de los apartamentos, acordaban el pago de una señal, la mayoría de las veces inferior a 400 euros a fin de evitar ciertos procedimientos judiciales, pero tras hacerse efectiva la reserva, al parecer, se perdía el contacto.
Asimismo, el sospechoso habría abierto cuentas bancarias en diversas entidades, incluso en un banco de Lituania, utilizando su propia identidad o documentaciones falsas para que las víctimas realizaran los pagos y extraer él el dinero desde cajeros automáticos.