Se llama, Christian Drosten, es el director del director del departamento de Virología del hospital universitario de La Charité de Berlín y se le considera el virólogo de referencia en Alemania por lo acertado de sus predicciones. Pues bien, según Drosten, lo mejor de cara a esta segunda ola es que todos «nos comportáremos como su estuviéramos contagiados y quisiéramos evitar la transmisión de la enfermedad».
El científico alemán, que ha hecho estas declaraciones al periódico «Neue Osnabrücker Zeitung», no se plantea plazos cortos para la vuelta a la normalidad. «Es seguro que en Semana Santa seguiremos enfrentados a la pandemia», sostiene Drosten, «pero es posible que para el verano haya cosas que mejoren en nuestra vida diaria».
Alemania está sufriendo en estos momentos toda la intensidad de la segunda ola de la pandemia y ha superado este fin de semana el medio millón de casos. Entre el sábado y el domingo se han notificado por parte del Instituto Robert Koch más de 33.000 nuevos contagios, pero en el fin de semana la comunicación sufre retrasos y las previsiones son que hoy se vuelvan a superar los 20.000 casos diarios.
Drosten ve acertadas las nuevas restricciones del gobierno alemán, que ha cerrado un mes la hostelería, los cines y teatros y los gimnasios. Sí permanecen abiertos los colegios y la guarderías, una medida que el virólogo justifica porque «en los colegios hay ahora medidas de prevención más estrictas que, sumadas al uso obligatorio de mascarillas, nos dan la esperanza de que se puedan evitar contagios»
Para Drosten, la clave para mejorar la situación está, una vez más, en aumentar las capacidades de test rápidos. «Podríamos hacer test con más regularidad a los grupos de riesgo. Además los test rápidos no solo permiten determinar si alguien se ha contagiado sino también si puede contagiar a otros». Eso, según el científico alemán, «hará más fácil la toma de decisiones sobre cuarentenas y prohibición de contactos» .