Peñíscola (Castellón), 26 ago (EFE).- El edificio de tres plantas que se ha derrumbado en una urbanización de Peñíscola (Castellón) y ha dejado por el momento una persona fallecida, una herida y una desaparecida, tenía 30 años de antigüedad y colapsó «bastante rápido», como si fuera «un dominó».
Así lo ha indicado a EFE el director general de Calidad y Rehabilitación de la Conselleria de Vivienda, Alberto Rubio, quien coordina el equipo de este departamento de la Generalitat que se ha desplazado a Peñíscola para revisar el estado de las 18 viviendas del edificio que han colapsado y de las del resto de la urbanización Font Nova.
Según ha señalado, se trata de un edificio cuyo proyecto data de finales de los años 80 y se construyó a principios de los 90, con un tipo de construcción basado en muros de carga paralelos, uno de los cuales ha colapsado y ha arrastrado los forjados, que a su vez han empujado el resto de muros, «como una especie de dominó».
De esta forma, ha añadido el director general, el resto de muros de la planta baja del edificio fue cayendo «en cascada», lo que hizo que las otras plantas se derrumbaran, un proceso «muy rápido» aunque vino precedido de la aparición de una serie de ruidos y de grietas que hizo que muchos vecinos salieran por su propio pie.
«Lo que ha ocurrido es que, por alguna razón aún por determinar, uno de esos muros ha perdido solidez, probablemente porque han cedido los cimientos, aunque eso no se sabrá hasta que no se desescombre», ha relatado Rubio, quien ha insistido en que estas estructuras que no son de hormigón armado, sino «muy articuladas y bastante más flexibles», colapsan «muy rápidamente».
El director general ha indicado que se trata de un sistema en el que se construye una estructura vertical de muros de carga con bloques, y sobre esa estructura se construye el forjado con viguetas y bovedillas, en el que, si no se toman ciertas precauciones, como elementos perpendiculares a los muros, puede llegar a provocar este tipo de derrumbes.
«No se puede decir ahora mismo si es algo común a más construcciones de este tipo», ha alertado Rubio, quien ha precisado que la urbanización tiene 55 viviendas, de las que 18 han colapsado, por lo que se va a evaluar si es necesario adoptar medidas en las otras, aunque «no parece que requieran una actuación urgente».
Ha afirmado que una antigüedad de tres décadas es «muy poco para que haya llegado a ocurrir algo así», por lo que en las próximas horas se va a elaborar un informe sobre el estado de las construcciones y las posibles medidas a adoptar.