La comunidad científica ha aprobado la redefinición de una de las constantes del Sistema Internaional de Unidades(SI), una de las mayores revisiones desde su fundación en el año 1960. A partir del 20 de mayo del próximo año, cambia la medición del kilo.
El cilindro de platino e iridio que servía de referencia para dicha medida, el cual se ha deteriorado durante los 130 años que ha permanecido guardado, se ha sustituido por una fórmula matemática.
La pérdida de peso del «Gran Kilo», como se conocía al cilindro, ha sido uno de los temas tratados en la XXVI Conferencia de Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM) en la que se ha decidido por unanimidad, de los sesenta delegados de sus Estados Miembros con derecho al voto, definir el kilo en relación con la constante de Planck. Con esta nueva definición, el kilo pasará a medirse con la balanza de Watt, un dispositivo que compara la potencia mecánica con la electromagnética.
El Consejo también modificó otras tres unidades científicas básicas: el mol, el amperio y el kelvin. Estos cambios, que entrarán en vigencia en 2019, facilitarán una medición más precisa en el sector médico, como por ejemplo en la administración de medicamentos o en los análisis; en las competiciones deportivas o en los sistemas de navegación por satélite. Además, favorecerá los intercambios equitativos en el entorno del mercado mundial.