Elche (Alicante), 18 dic (EFE).- La ciudad de Elche ha confeccionado la palma blanca más grande del mundo, que sobrepasa los 150 metros de largo y está formada por cerca de 10.000 palmas lisas y rizadas que no pudieron utilizarse en la procesión del Domingo de Ramos de este año, Fiesta de Interés Turístico Internacional, debido a la pandemia de coronavirus.
La iniciativa pretende dar a conocer la producción y artesanía de la palma blanca como elemento identificativo y cultural vinculado al turismo.
También tiene como objetivo tributar un homenaje a los productores y artesanos de la palma blanca de Elche, cuyo sector ha vivido en esta última campaña una complicada situación derivada de la crisis sanitaria de la covid-19.
Este viernes ha comenzado a elaborarse esta gran palma blanca, un proceso que se ha llevado a cabo en el Paseo de la Estación a modo de gran mosaico en el suelo, donde lucirá hasta el próximo domingo, y la Policía Local ha sido la encargada de grabarlo con un dron para divulgar su imagen por todo el mundo.
De esta forma, Visitelche y la Diputación de Alicante han trabajado con este proyecto para la divulgación del palmeral ilicitano y para ayudar a las familias artesanas después de las pérdidas sufridas este año al suspenderse la venta de ramos por la pandemia de coronavirus.
El concejal de Turismo, Carles Molina, ha destacado la importancia de esta iniciativa para «poner en valor uno de los principales atractivos y emblemas» de la ciudad ilicitana.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha subrayado que el gremio de artesanos y productores ilicitanos de la palma merece el apoyo de las instituciones en este momento tan complicado.
La iniciativa ha contado con una aportación de la Diputación de 95.000 euros, una ayuda que se ha articulado a través del Patronato Costa Blanca y que ha tramitado el organismo autónomo de Turismo VisitElche, quien se ha encargado de adaptar y enfocar esta acción con la que se refuerza uno de los elementos artesanales y tradicionales más singulares de la ciudad de las palmeras.
«Les hemos tendido la mano porque es seña de identidad de Elche y forma parte de nuestro patrimonio y de nuestra tradición», ha resaltado Mazón, quien ha añadido: «un año sin palma blanca podía haber significado la desaparición de este oficio, y apoyar la provincia es nuestra prioridad».
La gran palma blanca es fruto de un trabajo de artesanía único en el mundo que se realiza en Elche.
Aquí hay una docena de talleres que trabajan en su elaboración, la cual requiere de un proceso de conservación de la palmera y posteriormente de las palmas para conseguir el singular color amarillo que permite su trenzado.
Es habitual sacarlas a la calle en la procesión del Domingo de Ramos, Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1988 e Internacional en 1997, pero su primer conocimiento es de 1371, según se conserva en el Archivo Municipal de la ciudad.