Valencia, 28 may (OFFICIAL PRESS-EFE).- Las elecciones en la Comunitat Valenciana llegan a las urnas este 28 de mayocon la incógnita de si será posible reeditar por tercera legislatura el acuerdo de gobierno de las fuerzas progresistas -el llamado pacto del Botànic- o habrá cambio de ciclo y el PP volverá a la Generalitat -que presidió de 1995 a 2015-, apoyo de Vox mediante.
Con un resultado que se dirimirá en clave de bloques, la última palabra la tienen los 3,7 millones de posibles electores valencianos, que decidirán si el actual empate técnico que reflejan los sondeos se resuelve a favor de la izquierda o de la derecha, entre las que solo hubo 42.123 votos de diferencia hace cuatro años.
La Comunidad Valenciana será uno de los principales territorios donde medirán sus fuerzas los socialistas -es la autonomía más grande donde gobiernan, con Ximo Puig al frente- y los populares, que pretenden recuperar el que fue uno de sus principales graneros de votos hasta 2015 y sentar las bases para regresar a La Moncloa en los comicios generales.
El reto, a pesar de que socialistas y populares hayan señalado que aspiran a gobernar en solitario, es poder sumar para alcanzar los 50 diputados de la mayoría absoluta en Les Corts Valencianes, donde actualmente el Botànic (llamado así porque PSPV, Compromís y Unides Podem firmaron el pacto en el jardín botánico de Valencia) tiene 52 escaños y la oposición (PP, Cs y Vox), 47.
Elecciones Comunitat Valenciana
La capital de la Comunidad Valenciana y tercera ciudad más poblada de España, Valencia, es una de las «joyas de la corona» de estas elecciones, tanto en las municipales -se estima que podría haber vuelco electoral- como en las autonómicas, por el peso de sus casi 580.000 posibles electores en el resultado global.El alcalde de la ciudad desde 2015, Joan Ribó (Compromís), opta a sus 75 años a un tercer mandato con el objetivo de reeditar el Gobierno de izquierdas que acabó con 24 años de mandatos del PP de Rita Barberá; el PSPV quiere dar el sorpaso a Compromís y convertirse en el más votado, y el PP cree que puede recuperar la vara de mando.
De las quince grandes ciudades de la Comunidad Valenciana, donde vive casi la mitad de la población, los socialistas tienen la alcaldía de once, el PP de tres (entre ellas Alicante, que se le resiste a la izquierda) y Compromís de una.
Los candidatos a las elecciones de la Comunitat Valenciana
El único candidato a la presidencia de la Generalitat que repite es el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, president desde 2015 y quien opta a su tercer mandato, esta vez con la novedad de encabezar la lista de Valencia -que elige más diputados- y no la de Castellón -provincia en la que nació-, y acompañado de todos sus consellers en puestos de salida.
El candidato popular es Carlos Mazón, líder del PPCV desde hace dos años y presidente de la Diputación de Alicante, donde ha ejercido de contrapoder al Consell del Botànic, quien ha incluido en sus listas a excargos de Ciudadanos y ha recuperado al expresident Alberto Fabra, y busca que la Comunitat sea «epicentro del cambio» en España.
En Compromís, Joan Baldoví da el salto de la política nacional a la autonómica para suplir a la imputada Mónica Oltra (la candidata en 2015 y 2019), y Unides Podem, que reedita la coalición entre Podem y EU para intentar garantizar su presencia en Les Corts -imprescindible para un tercer Botànic-, ha optado por el vicepresidente segundo del Consell, Héctor Illueca.
En Ciudadanos, tras la marcha de sus portavoces en Les Corts, Toni Cantó y Ruth Merino (que va en la lista del PP), la candidata es la síndica desde enero, Mamen Peris, que luchará por que no desaparezca un grupo que logró 18 escaños en 2019, mientras que Vox, que ya ha pedido la vicepresidencia del ejecutivo valenciano si gobierna el PP, ha designado al catedrático Carlos Flores.
La curiosidad
Para la constitución de Les Corts de la undécima legislatura se ha buscado una fecha simbólica: el 26 de junio, cuando se cumplen 60 años del discurso que John Fitzgerald Kennedy pronunció cerca del muro de Berlín («Yo también soy berlinés») y que ha pasado a la historia como una defensa de la democracia y la tolerancia.
