VALÈNCIA, 19 May. (EUROPA PRESS) –
Un total de 30 perros abandonados han participado este domingo en el desfile Aupa-Bioparc para «reescribir su vida» y buscar una familia. Tras una jornada de mimos, abrazos y juegos, algunos canes como Rubia, Ataulfo, Preta y Shangai dormirán esta noche en un nuevo hogar.
La plaza exterior del Bioparc de València se ha convertido durante la mañana en una auténtica pasarela donde han desfilado 30 perros de Aupa en busca de un hogar. La periodista Sylvia Costa y la artista y presidenta de la protectora, Elena Negueroles, han presentado este 14º Desfile solidario que se ha convertido en un «clásico» en València para potenciar las adopciones, ha explicado la organización en un comunicado.
Pocos minutos después de las 11.30 horas, en un ambiente «muy agradable y familiar», los protagonistas han sido los perros y sus historias, experiencias en las que han conocido el «peor lado del ser humano, capaz de abandonar y maltratar a otros seres vivos».
Algunos de los perros se han marchado del desfile con una nueva familia y «un futuro mejor». Así ha ocurrido con Rubia, de nueve años y «adicta a los mimos»; Ataulfo, que llegó tan débil que no se aguantaba en pie y ahora le encanta jugar; Preta, que fue abandonada de cachorra y, con siete años, ha enamorado a una pareja; o Shangai que es «todo un concentrado de energía». También la protagonista del cartel de este año, Tiffani, y otros como Rafa, Cora, Hippy o Fido serán recogidos en los próximos días.
Los felices adoptantes han hecho hincapié en la importancia de «dar el paso» porque los perros abandonados «son animales maravillosos». Han destacado la «responsabilidad» y la «gran satisfacción mutua» que supone dar esa segunda oportunidad a un perro para compartir muchos años de convivencia.
La organización ha recordado la responsabilidad que supone tener un animal de compañía, «pues no son un objeto», y ha recalcado que adoptar es ofrecer una segunda oportunidad y dar un hogar para toda la vida.
La 14ª edición del desfile ha sido «motivo de satisfacción para todos los que han participado en ella» y «la oportunidad de muchos canes de reescribir su historia de abandono». Como en todos los desfiles, muchas personas que adoptaron en anteriores ediciones se han acercado para compartir su experiencia con otros asistentes.