«No lo pensé mucho y dije: vamos a ello», recuerda Cristina Gómez sobre su reacción ante la propuesta del artista fallero, quien en las fiestas de 2021 ya logró hacer viral otro de sus monumentos, el beso lésbico de dos mujeres vestidas de fallera como figura central de una falla reivindicativa de Torrent (Valencia).
Del resultado, la joven asegura que su primera impresión fue «impactante» y se quedó en estado de «shock» al ver su cuerpo desnudo expuesto, pero también sintió una «gran emoción» que se enriqueció con la gran cantidad de mensajes de apoyo que recibió tras la divulgación de su historia. «Me aterroriza que haya tanta gente que haya pasado por esto», señala.
Cristina Gómez defiende que hay que «normalizar» este tipo de cuerpos y que «no hay que espantarse, ni sentir miedo o rechazo», al tiempo que recuerda que también existe el cáncer de mama masculino, al que hay que darle mayor visibilidad.
«Es una historia dura que quiero transmitir desde el respeto y cariño», manifiesta. Asegura asimismo que no puede «parar de sonreír» ante el resultado de la falla porque cree que se ha conseguido «algo muy bonito».
El artista fallero explica que además de la imagen central inspirada en Cristina, la escena fallera se complementa con consejos y una denuncia sobre los problemas que los pacientes oncológicos tienen para encontrar trabajo o el coste económico que rodea todo el proceso, como la compra de ropa o de pelucas.
«Al final la falla es un elemento crítico, que tenemos que mostrar en la calle, algo que queremos quemar y es como una vuelta a nacer, a empezar», señala Martínez, que con este lleva ya quince proyectos sociales representados en sus monumentos falleros, cuatro de ellos para la comisión fallera García Lorca-Oltà.
Soraya Aspas, fallera de esta comisión, valora «como maravillosa» la idea de que la falla rindiera homenaje a los enfermos de cáncer de mama y lo afirma «como mujer y como persona».
«Es un tema muy difícil, una realidad muy complicada, que existe y que hay que normalizar y no esconder», defiende Aspas.
Este monumento fallero «muestra con orgullo a las personas que han sido tan valientes» y han superado la enfermedad, y pretende además «alzar también la voz» por las que no han podido hacerlo, agradece.