València, 6 sep (EFE).- El concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana, ha destacado que los actos falleros celebrados y la cremà de este domingo han permitido el cambio de ciclo económico de los sectores relacionados con el mundo fallero y han demostrado la responsabilidad de las comisiones, que son el mayor tejido asociativo de la ciudad.
«Los actos falleros han cerrado un ciclo para los sectores relacionados con la fiesta y ponen las bases para las Fallas de 2022», según Galiana, que ha calificado las fiestas como extraordinarias por la fecha de su celebración, por las condiciones climatológicas, por las restricciones para garantizar la seguridad frente a la pandemia del coronavirus y por «la ejemplaridad» de la ciudadanía y del mundo fallero.
El concejal se ha mostrado satisfecho por haber cumplido los objetivos planteados por el Ayuntamiento hace meses y ha asegurado que con los actos falleros de septiembre «hemos recuperado el estado anímico y emocional de la fiesta».
Además, ha agradecido la colaboración de todas las personas y los servicios que han sacado adelante un volumen de trabajo considerable y «han escrito una página en la historia de esta fiesta», que ya ha puesto las bases de las Fallas del año 2022, que podrán recuperar algunas de las recientes innovaciones como la descentralización de los actos pirotécnicos.
«Era fundamental cerrar las fallas suspendidas el 10 de marzo de 2020 para artistas falleros, indumentaristas, orfebres, músicos, pirotécnicos y un largo listado de profesionales que trabajan alrededor de la fiesta fallera», ha concretado el edil.
En cuanto a la seguridad y la responsabilidad del mundo fallero, Galiana ha recordado que el acto más multitudinario, la Ofrenda, en el que solo participan falleras y falleros (unas 60.000 personas) ha transcurrido sin ninguna incidencia destacable, un dato que ha reforzado la imagen del mundo fallero, y ha demostrado la tarea de los coordinadores covid de las fallas.
Galiana ha agradecido al alcalde, Joan Ribó, su apoyo, así como al de su equipo, la Junta Central Fallera y sus delegados y delegadas de sector, que continúan trabajando pues el fin de semana hay preselecciones, y el día 13 de octubre la llamada a las nuevas falleras mayores.
«Han sido unas fallas más que complicadas, las más deseadas de la historia que empezaron con una plantà en una DANA, seguida de una buena solana, y una ofrenda a puerta cerrada, una Cremà atípica, y mascletaes por los barrios, que quizás han venido para quedarse, sin renunciar a las de la plaza», ha concluido Carlos Galiana.