«He nacido y vivido para morir por el Valencia». Sin saberlo, Bernardo España, «Españeta», escribió su propio epitafio en una entrevista el día de su jubilación. El mítico utillero del Valencia CF, referente para generaciones enteras de aficionados y jugadores, ha fallecido hoy en València a los 82 años de edad.
Nacido en el barrio de Russafa, Bernardo España Edo empezó pronto en el fútbol, pero un accidente de moto a los 16 años truncó su carrera de jugador. Su amor por el València lo llevó a colarse en los entrenamientos para recoger balones, y finalmente el club lo contrató para el Mestalleta. Ahí empezaba una carrera que se prolongó durante 55 años como utillero del equipo de sus amores. Como no cotizó en sus primeros años, el València le alargó el contrato laboral en el 2003, año en que se tenía que jubilar, para que tuviese la pensión completa. Pero siempre flotó en el ambiente que el club no se portó bien con Españeta. No obstante, en 2014 recibió del entonces presidente, Amadeo Salvo, la insignia de oro y brillantes de la entidad.
Lo que sí tuvo siempre fue el cariño y la admiración de la afición y, sobretodo, de los jugadores que pasaron por el equipo en esas cinco décadas y media. Era uno más entre los futbolistas, que muchas veces le pedían que imitara sus firmas para salir antes de Paterna o de Mestalla. Españeta nunca dijo que no. También era uno más en los rondos por su habilidad con el balón, tan grande que el mítico Alfredo Di Stéfano le pidió que dejará de hacer malabarismos para no dejar en evidencia a alguno de sus jugadores.
La noticia de la muerte de Bernardo ha corrido como un reguero de pólvora por las redes. El València CF ha sido el primero en publicar su reacción, a la que han seguido la del resto de clubes valencianos de primera.
Quienes no han faltado tampoco al homenaje han sido los jugadores, sus auténticos «hermanos» e «hijos» en todos estos años.