(EFE).- Los sindicatos de CaixaBank han convocado una nueva jornada de huelga para intentar presionar en el último día de negociación del Expediente de Regulación de Empleo planteado por la entidad, que supone la salida de 6.950 personas, ya que se niegan a que haya despidos forzosos.
Entre las 10.00 y las 12.00 horas, trabajadores de la entidad están celebrando concentraciones en diversas ciudades españolas, con miles de trabajadores, para rechazar el expediente. Según fuentes sindicales, el cierre de oficinas este martes es superior al 90 % y la bajada de la actividad superior al 95 %, y muchas comunidades registran cierres del cien por cien.
Tras la última reunión, la afectación del ERE ha aumentado para las provincias de Alicante y Castellón y ha bajado algo en la de Valencia, de manera que se plantean 188 en Alicante (253 según la propuesta de inicio), 514 en Valencia (antes 563) y 156 en Castellón (antes 161).
Para los representantes sindicales, la negociación «no va demasiado bien» porque hay despidos forzosos encima de la mesa y ninguna organización está «por firmar», y en la última reunión -que ha comenzado a las 9 de la mañana- se está intentando dar solución a los excedentes que plantea la dirección para las provincias, que están condicionadas por la cláusula de forzosidad.
Según UGT, la plantilla está concienciada de que los despidos forzosos ahora mismo son «innecesarios» y pude haber soluciones organizativas no forzosas, como tradicionalmente se ha hecho en CaixaBank. Para CCOO, la dirección «sigue empeñada» en que los despidos sean forzosos y en «quitar condiciones a los que se queden», por lo que en estos momentos se desconoce si se podrá llegar a un acuerdo in extremis o se podrá prorrogar la negociación.
Según la última rebaja planteada, los afectados por el ERE serían 6.750 empleados, 200 menos que la cifra anterior dada por la dirección de CaixaBank.