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‘Impotencia en Orriols’, por Dani Hermosilla (@DANIH069)
Publicado
hace 7 añosen
Orriols está viviendo una extraña situación. Comenzó el año con la insolencia de un líder que tenía en su campo el famoso fortín de todo aquel que quiere el éxito. Y lo acababa anoche en otra categoría, pero con la sensación de impotencia, la de un equipo al que se le ha olvidado ganar porque no sabe marcar. Si en Sevilla tuvo ocasiones claras para marcar, ante el Leganés, a excepción de los primeros minutos de partido, nada de nada. De más a menos. El Levante comenzó con aproximaciones de peligro —ocasiones claras, la verdad, ni una— y acabó el partido bombeando balones a la espera que algún se filtrara para adentro. Pero no ocurrió.
Y todo empezó desde el once del técnico. Linea de continuidad de Juan Ramón López Muñiz al equipo que se rehabilitó en Sevilla. Recuperar efectivos y moral, la clave. El técnico quiso hacer un pelillos a la mar con el tema Lukic, y le premió con titularidad su buena labor en l Sánchez Pizjuán. Obligó a Enis Bardhi a ver los toros desde la barrera. Nuevamente, el técnico asturiano aplicando su máxima: cuando las cosas van bien, no se tocan. Y así hizo. Sólo una novedad, y obligada. Erik Cabaco era el elegido por delante de Rober Pier. Otro debutante como titular en la liga. Y poco a poco, todas las apuestas de la Dirección Deportiva sobre el césped. Para saber si valen o no, tienen que jugar. Y parece que el míster, por fin, se ha dado cuenta. Vale la justicia de vestuario, pero también vale tener a jugadores para determinadas circunstancias de partido. Algunos —caso Samu, Ivi incluso Saq— han tenido ocasión de jugar. Otros —Lukic, Cabaco, incluso Luna— si tuvieran esas oportunidades. Tener a jugadores como Lukic, internacional sub 21 y posible mundialista con Serbia, y no utilizarlos como preferencia una opción era mucho.
Lerma, Campaña y prou…
De inicio espumoso con ocasiones de Jefferson Lerma y, sobre todo, de José Campaña, con un remate de cabeza que, sólo en el punto de penalti, envió fuera. Ahí finalizó esa inercia de buen juego que llegó desde Sevilla y que se acabó muy pronto. En Orriols el Levante ofrece impaciencia y, lo que es peor, impotencia. Y así lo entiende la afición, que llegó con ganas de animar, y se fue cabreado por un arbitraje esquizofrénico —el peor, imprevisible—. y desanimado. El Levante no arranca en casa y los cálculos de tanto empate te llevan a la época de Mané, con el famoso puntito de la federación que llevó al ascenso en Lleida. Esperemos que sirva. Los empates son indecisión pura. Ni atacas ni defiendes, ni te hacen rico ni te sacan de pobre, ni te alegran del todo ni te entristecen. Pero, ahora, cansan en el sentido de que la tortugueo con el que caminas te desespera.
¿Problema de delanteros?
El partido ante el Leganés deja la peor de las sensaciones. Reduce el optimismo porque si hasta ahora pensabas que, tal vez, con una victoria recuperas y el equipo tiene margen de mejora, tras el ejercicio de impotencia de anoche, genera más dudas. El final, colgando balones al área fu otra de las muestras de esa falta de recursos del equipo al que su fútbol ya no le llega, no sólo para ganar, sino para crear ocasiones. En la segunda parte ninguna. Y todo a pesar de que Jaime Latre expulsó, de forma muy rigurosa, al marroquí Amrabat, en la segunda parte por doble tarjeta amarilla, al propinar un codazo al uruguayo Erik Cabaco. Una rigurosa expulsión que acabó por encender los ánimos en un partido en el que los pequeños detalles podían ser decisivos. Tras la expulsión, el Leganés apenas apareció por el área. Los entrenadores tiraron de tópico. ¿Juego contra 10? Hasta cuatro jugadores en punta —Jason, Nano, Unal e Ivi, con Morales desde lateral— ¿Juego con uno menos? Cambio el punta —Guerrero por Beauvie— y juego con tres centrales y dos laterales largos, que también defienden. El partido se convirtió en un frontón. Pudo el Lega haber marcado en el último cuarto de hora de la primera parte, con ocasiones fundamentalmente de Amrabat. Y en la segunda, con una acción del exgranota Nabil El Zhar que, con todo a favor, se emborrachó de balón, y tiró el esférico al lateral de la portería. Tal vez, el Leganés no es el equipo más adecuado para confirmar la reacción como local, pero como se acumula a otras…
Muchas bajas para el Camp Nou y trifulca en el vestuario
Con la expulsión de Amrabat se calentó el choque. El Leganés dejó de jugar al fútbol, y pasó a destruir más que a buscar la victoria. El resultado era importante. Una victoria granota igualaba a ambos equipos en la clasificación, mientras que el empate dejaba las cosas como están. Así, tras la expulsión del jugador local, el partido se embroncó, el Leganés optó por no disputar, perdió tiempo, se encerró en su campo y tiró balones fuera para desesperación del público y del quipo granota.
Ni que decir tiene que esa tensión se vivió en los últimos minutos. Si antes fue Lerma el que la había visto (en la primera parte), en la segunda la vieron Bardhi —que sustituyó a Lukic al cuarto de hora de la segunda parte— Morales y Campaña —estos dos últimos por protestar— y los tres se pierden el partido del Camp Nou, el primero de liga tras las vacaciones de Navidad ante el líder, el FC Barcelona. Además, Campaña, que fue sustituido por el Nano Mesa para buscar más profundidad, vio la segunda amarilla y fue expulsado —por una segunda amarilla por protestar— cuando ya había sido cambiado y permanecía en el banquillo. Jaime Latre se acercó y lo expulsó, igual que hizo con un miembro del banquillo visitante. La expulsión hace que, en vez de limpiar expediente, Campaña no juegue contra el Barça, contra quien cumplirá el partido de sanción por ser expulsado, y además se quedará con las cuatro tarjetas amarillas que ya tenía acumuladas. Jugada perfecta (ironía).
El partido prosiguió en el túnel de vestuarios en el que hubo un enfrentamiento entre jugadores de ambos equipos, unos gritos que pudieron ser escuchados por los periodistas desde la sala de prensa, y que tuvo que provocar la actuación de la Policía para calmar los ánimos.
Por puntos, tal vez el equipo no deja demasiadas dudas. 18 puntos, a dos jornadas del final de la primera vuelta, no es mala cifra. Por sensaciones, sí. La reacción en Sevilla no tuvo continuidad. ¿Que no se perdió? Sí, eso es lo bueno. Pero si no marcas, lo máximo a lo que aspiras es el empate. Consuela, pero no convence. El inicio de la segunda vuelta es de aúpa, pero fuera de casa. Lo que podía ser un hándicap, se plantea ahora como una oportunidad. Esperemos. Pero hay que empezar a sumar de tres en tres. Los esfuerzos de empatar en Madrid, Sevilla o Cornellà es el mismo en réditos que lo que hizo el peor Athletic que recuerdo en Orriols hace un par de semanas. Y eso, no es plan.
FICHA TÉCNICA
LEVANTE UD
Oier; Pedro López (Ivi 73), Sergio Postigo, Cabaco, Luna; Lukic (Bardhi, 56), Lerma, Campaña (Nano Mesa, 75); Morales, Jason y Enes Unal
CD LEGANÉS
Cuéllar; Zaldúa, Dos Santos, Ezequiel, Diego Rico; Rubén Pérez, Gumbau; El Zhar (Raúl, 82), Eraso, Amrabat; Bauvie (Guerrero, 85).
Árbitro: Santiago Jaime Latre (Colegio Aragonés)
Tarjetas amarillas:
LEVANTE UD: Lerma, Morales, Bardhi y Campaña (2). Jose Campaña recibió la segunda tarjeta tras ser sustituido, cuando se encontraba en el banquillo viendo el final del partido. La expulsión supondrá un partido de sanción, y se volverá a quedar apercibido, a una tarjeta de la suspensión por acumulación de amonestaciones. Además de Campaña, Bardhi y Morales no estarán en el próximo partido de liga ante el líder, el FC Barcelona en el Camp Nou.
LEGANÉS: Zaldúa, Dos Santos, Gumbau y Amrabat (2), por lo que fue expulsado en el minuto 67.
Estadi: Camp d’Orriols, 14.000 espectadors
Incidencias: Al final del partido, Amrabat, jugador del Leganés, agredió presuntamente a un miembro del cuerpo médico del Levante que, a falta de confirmación oficial, presentaría una denuncia por agresión en las próximas horas. El tumulto, que fue presenciado por varios testigos, fue reducido por miembros de las fuerzas de seguridad presentes en cada partido.