València, 23 sep (EFE).- El principal problema en la lucha contra el coronavirus es la «falta de vacunación a nivel mundial» y no las variantes del SARS-CoV-2, afirma el catedrático de Genética de la Universitat de València (UV) Fernando González Candelas, para quien la perspectiva de erradicación del virus está ahora «muy alejada».
«Se está muy lejos de pensar que este virus se puede erradicar, eliminar por completo de la faz de la Tierra. Eso no está a nuestro alcance en los próximos años y, por tanto, el virus va a seguir aquí», asegura en declaraciones a EFE este investigador de la Fundación Fisabio.
VARIANTES DE PREOCUPACIÓN O INTERÉS
Según González Candelas, aunque hay centenares de variantes del SARS-CoV-2, son nueve las que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otros organismos consideran de preocupación o de interés o vigilancia por sus características, sobre todo epidemiológicas.
En este sentido, señala que hay cuatro «variantes preocupantes» – la Alfa (británica), Beta (sudafricana), Gamma (brasileña) y Delta (india)- y otras cinco que son de interés o están bajo vigilancia.
En estos momentos, afirma, la variante más extendida y dominante en todo el mundo es la Delta, que empezó a tener relevancia en la India el pasado marzo o abril y pasó rápidamente a Europa -especialmente a Inglaterra, donde desplazó a la Alfa- y ya está implantada en prácticamente todo el mundo.
La variante Delta, explica, tiene una mayor capacidad de transmisión, y la nueva ola de la pandemia de coronavirus que comenzó en primavera o verano se ha basado en ella.
En España no hay apenas casos de las variantes Alfa, Beta y Gamma porque la predominante es la Delta, y afirma que tanto en este país como en prácticamente todos los países del mundo, entre el 95 y el 97 por ciento de los contagios que se producen en la actualidad son debidos a esa variante.
Además, precisa, la variante Delta está a su vez diversificándose, están apareciendo sublinajes porque es un virus en continua evolución y poco a poco va a cambiar.
MAYOR COBERTURA VACUNAL
Ante esa mayor transmisibilidad se busca una inmunidad de rebaño o de grupo, algo que, afirma el experto, necesita «una cobertura vacunal mucho mayor. Este es el principal problema que llevan estas variantes de más transmisión».
A su juicio, «es prácticamente imposible alcanzar la inmunidad de rebaño a esas variantes porque no se puede alcanzar una cobertura vacunal del 95 por ciento, ya que no se está vacunando a toda la población menor de 12 años».
González Candelas subraya que las medidas que se han ido adoptando en España ha permitido que la Incidencia Acumulada a 14 días esté en estos momentos por debajo de 100 casos por cada 100.000 habitantes y en ello ha contribuido no solo la vacuna, sino las restricciones de circulación o reunión.
Insiste en que la vacunación es la «principal herramienta y estrategia que tenemos a nivel mundial» para luchar contra el coronavirus y señala que en el caso de personas hospitalizadas, en UCI o fallecidas «es abrumadoramente mayor la proporción de personas no vacunadas».
«El principal factor de colapso social o económico no es la infección asintomática o leve sino el derivado de las hospitalizaciones, ingresos en UCI y muertes, y si eso lo reduce drástica y sustancialmente las vacunas, es la principal estrategia que tenemos para evitar que el virus haga el daño social».
CONVIVIR CON EL VIRUS
Preguntado por si vamos a convivir de por vida con este virus, señala que la «perspectiva de erradicación del virus está, en estos momentos, muy alejada. Se está muy lejos de pensar que este virus se puede erradicar, eliminar por completo de la faz de la Tierra».
«Eso no está a nuestro alcance en los próximos años, por tanto el virus va a seguir y cómo va a afectar a la población humana dependerá de muchísimos factores de difícil control en estos momentos» y uno de ellos es la vacunación, asevera.
Según González Candelas, en el futuro podría haber brotes esporádicos de personas infectadas de coronavirus, la mayoría de las cuales no tendría una enfermedad grave, como en el caso de otras dolencias como el sarampión o la parotiditis (paperas).
«Que tengamos que seguir vacunando no es para nada descabellado, aunque sea ocasionalmente», concluye el catedrático de Genética e investigador de la Fundación Fisabio.