València, 21 ene (EFE).- Hosteleros de València han protestado este jueves con una cacerolada por el cierre de bares, restaurantes y cafeterías ante el Palau de la Generalitat para denunciar su indefensión y el «agravio comparativo» que consideran sufre el sector.
Concentrados ante la sede del Gobierno valenciano, los hosteleros han rodeado el Palau en una protesta que ha reunido a más de 200 personas, según ha informado la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de València.
Su portavoz, Jesús Ortega, ha manifestado que los hosteleros están «destrozados» tras la noticia del cierre total, «difícil de digerir» y más cuando solo es la hostelería «la que hace sacrificios».
«Lo normal sería que, con los datos tan preocupantes que tenemos, que se cerraran todas las actividades no esenciales, porque si no, dentro de catorce días seguiremos igual», ha declarado a EFE.
En un mes la hostelería ha pasado del 50 % de aforo al 30 % y de abrir todo el día a poder hacerlo solo hasta las cinco de la tarde y ahora al cierre total, ha lamentado Ortega, quien ha añadido que el sector representa un 7 % del PIB (12.000 millones de euros) y en impuestos supone más de 4.000 millones anuales.
«Con estas cifras, sus ayudas saben que no son a fondo perdido y no pueden dejarnos de lado, como ya ha hecho el Gobierno central con un paquete de medidas que son una auténtica tomadura de pelo», según la Coordinadora.
Por ello, ha reclamado ayudas reales «con dinero encima de la mesa» del Plan Resiste anunciado por la Generalitat y ha asegurado que cuando la hostelería pueda volver al trabajo, la administración va a recuperar ese dinero.
Sobre las consecuencias para los negocios, ha señalado que hasta ahora abría los negocios menos de la mitad, alrededor de un 30 %, pero con el cierre decretado «esto es un desastre y la ruina para el sector».
El sector «está pagando un elevado coste, con un cierre que llega sin un soporte económico que verdaderamente atienda a las necesidades de las miles de pymes que difícilmente pueden seguir manteniéndose en pie, sin ingresos y con unos elevados y asfixiantes gastos fijos mensuales».
«Estamos cansados de la letra pequeña de todos los decretos y normativas que se han aprobado hasta ahora, que han acabado convirtiéndose en ayudas trampa que no han llegado a todos», ha criticado, para pedir que la Coordinadora participe en una nueva mesa de negociación que atienda las demandas de los propios hosteleros y que debería activarse con carácter de urgencia.