El fenómeno de que te lata el ojo, conocido médicamente como «fasciculaciones palpebrales» o «miocimia», es bastante común y generalmente inofensivo. Este tic ocular involuntario puede ocurrir en uno o ambos ojos y suele ser temporal, durando desde unos pocos segundos hasta varios minutos. A continuación, exploramos algunas de las causas más comunes y cuándo podría ser motivo de preocupación.
Causas comunes del tic en el ojo
Estrés
El estrés es una de las causas más comunes de que te lata el ojo. Cuando estás bajo presión o ansiedad, tu cuerpo puede responder con pequeños espasmos musculares, incluidos los del ojo.
Fatiga
La falta de sueño o el cansancio extremo pueden hacer que los músculos del ojo se vuelvan más propensos a los espasmos.
Cafeína y alcohol
El consumo excesivo de cafeína y alcohol puede estimular los músculos de los ojos, provocando latidos o tics.
Irritación ocular
Factores como el aire seco, el uso prolongado de pantallas o el contacto con alérgenos pueden irritar el ojo, lo que a su vez puede desencadenar estos espasmos.
Deficiencia de nutrientes
La falta de ciertos nutrientes, como el magnesio, puede contribuir a los espasmos musculares, incluido el tic en el ojo.
¿Cuándo deberías preocuparte?
En la mayoría de los casos, que te lata el ojo no es motivo de preocupación y desaparece por sí solo. Sin embargo, deberías considerar consultar a un médico si:
El tic persiste durante varias semanas.
El espasmo es tan fuerte que cierra el ojo completamente.
Afecta otras partes de la cara.
Notas cambios en tu visión, como visión borrosa o doble.
Cómo prevenir y tratar el tic en el ojo
Para reducir la frecuencia o intensidad de estos espasmos, considera las siguientes recomendaciones:
Reduce el estrés practicando técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
Descansa adecuadamente, asegurándote de dormir las horas necesarias cada noche.
Modera el consumo de cafeína y alcohol para evitar la estimulación excesiva de los músculos.
Hidrata tus ojos y reduce la irritación con gotas humectantes si pasas mucho tiempo frente a pantallas.
Mantén una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales como el magnesio.
Conclusión
Que te lata el ojo es una experiencia molesta pero generalmente inofensiva. En la mayoría de los casos, se debe a factores como el estrés, la fatiga o la irritación ocular y desaparece sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, si los síntomas persisten o se acompañan de otros problemas, es importante consultar a un profesional de la salud.
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