Hoy empiezo unas obras en casa, para colmo obligadas. El estado mental tiene su miga. Sin abandonar el modo catástrofe natural, salir de la fase 0 de la cuarentena para entrar directamente en un derribo forzoso es como pasar de pandemia a impacto de meteorito. En fin. Tratando como siempre de enfocar la circunstancia por el ángulo amable, respiro hondo y ya imagino el cráter del meteor…, quiero decir, el espacio resultante, como un lugar idóneo para construir algo nuevo y recrear desde cero un ámbito en el que vivir experiencias nuevas y reinventarme por enésima. Y para cobrar ánimos, qué mejor estímulo que un postre goloso, estos corazones azucarados de hojaldre para soñar con todo lo bueno que viene…
INGREDIENTES
1 hoja de hojaldre
Mantequilla
4 cucharadas de azúcar
1. Extender el hojaldre cuando aún esté frío pero ya pueda moldearse.
2. Espolvorear azúcar por toda la masa. Tapar con un papel encerado y pasar un rodillo para incrustar el azúcar en la masa.
3. Con la punta de un cuchillo trazar 3 paralelas que dividan la masa en 4 franjas iguales.
4. Doblar por la mitad las franjas de los extremos (ver vídeo).
5. Volver a doblar hasta la siguiente marca y así sucesivamente (ver vídeo).
6. Cortar la masa en aros de 1 cm de grosor.
7. Colocar los aros a 3 cm. de separación sobre un papel encerado en una bandeja de horno.
8. Hornear a 200 ºC durante 12-15 min.
9. Colocar en una rejilla para que se enfríen.