Madrid, 27 dic. – Un total de nueve estudios en el que han estado implicados más de 750.000 adultos han descubierto que las cantidades recomendadas de actividad física en el tiempo libre estaban relacionadas con un menor riesgo de padecer siete tumores, y que varios tipos de cáncer tienen una relación «dosis-respuesta».
El estudio fue dirigido por investigadores del National Cancer Institute, la American Cancer Society y la Harvard TH Chan School of Public Health y ha sido publicado por el ‘Journal of Clinical Oncology’.
Si bien se sabe desde hace tiempo que la actividad física está asociada con un menor riesgo de varios tipos de cáncer, no está tan claro el tipo de relación y si las cantidades recomendadas de actividad física se asocian con un menor riesgo.
Cuántas horas de deporte hay que hacer
Las pautas actualizadas para la actividad ahora establecen que las personas deben aspirar a realizar entre 2,5 y 5 horas/semana de actividad de intensidad moderada o 1,25 a 2,5 horas/semana de actividad vigorosa. Las actividades de intensidad moderada son aquellas que lo hacen moverse lo suficientemente rápido o vigoroso como para quemar de tres a seis veces más energía por minuto que estar sentado en silencio (3 a 6 MET). Las actividades de intensidad vigorosa queman más de 6 MET.
Para el análisis actual, los investigadores recogieron datos de nueve cohortes prospectivas con actividad física en el tiempo libre y seguimiento de la incidencia de cáncer, observando la relación entre la actividad física con la incidencia de 15 tipos de cáncer.
Descubrieron que participar en las cantidades recomendadas de actividad (7,5 a 15 horas MET/semana) se asoció con un riesgo menor estadísticamente significativo de siete de los 15 tipos de cáncer estudiados, y la reducción aumentó con más horas MET.
Si haces deporte puedes evitar estos tipos de cáncer
La actividad física se asoció con un menor riesgo de cáncer de colon en hombres (8% por 7,5 horas MET/semana; 14% por 15 horas), cáncer de mama femenino (6% -10%), cáncer de endometrio (10% – 18%), cáncer de riñón (11% -17%), mieloma (14% -19%), cáncer de hígado (18% -27%) y linfoma no Hodgkin (11% -18% en mujeres). La respuesta a la dosis fue de forma lineal para la mitad de las asociaciones y no lineal para las demás.
El análisis, tenía algunas limitaciones: incluso con 750.000 participantes, el número de pacientes era limitado para algunos tipos de cáncer. Además, los participantes eran principalmente blancos, hubo un número limitado de cohortes con medidas detalladas de actividad física y los autores se basaron en la actividad física autoinformada.
A pesar de ello, los autores aseguran que «estos hallazgos proporcionan un apoyo cuantitativo directo para los niveles de actividad recomendados para la prevención del cáncer y proporcionan evidencia procesable para los esfuerzos de prevención del cáncer en curso y futuros».
«Las pautas de actividad física se han basado en gran medida en su impacto en las enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes –apunta Alpa Patel, directora científica principal de investigación epidemiológica de la American Cancer Society–. Estos datos brindan un fuerte respaldo de que estos niveles recomendados también son importantes para la prevención del cáncer».
Fuente: Europapress