València, 4 mar (EFE).- La empresa Meriton Holding, propiedad de Peter Lim y que posee el paquete accionarial mayoritario del Valencia CF, sigue ganando adeptos en su contra y en los últimos días los principales dirigentes políticos de la ciudad y de la Comunitat se han manifestado abiertamente en su contra, uniéndose a la larga lista de detractores de la gestión del empresario de Singapur que tan solo ha encontrado como aliado al presidente de la LFP, Javier Tebas.
Desde que Lim llegó a València en loor de multitudes, tras haberse hecho con el control del club después de un farragoso y polémico proceso de venta de la entidad, que concluyó en octubre de 2014, se ha pasado en siete años de las expectativas más optimistas a un pesimismo profundo por el futuro de club.
Una grieta insalvable parece separar ya de forma irremediable a Lim y sus representantes en el club con el resto del mundo valencianista y de la ciudad, lo que ha provocado que en últimos meses hayan surgido diversas plataformas que, a través de distintas vías buscan un único fin: La desvinculación de Meriton con el Valencia CF.
Y es que la gestión de Lim ha conseguir unificar en su contra a los aficionados, a la prensa y ahora a la clase política que no da crédito al incumplimiento de los compromisos adquiridos para acabar el nuevo estadio, cuyas obras llevan doce años paradas, y de un polideportivo.
A ello se une la actitud del presidente del Valencia CF, Anil Murthy, que se reunió con el president de la Generalitat Ximo Puig el pasado lunes para tratar este tema pero sin plan ni propuesta alguna cuando en mayo concluye la ATE del nuevo campo.
Tras la reunión, el máximo representante de la Comunitat Valenciana era contundente al afirmar que «el crédito de Meriton está bajo mínimos en la sociedad valenciana”, unas declaraciones que un día después y a través de un comunicado Murthy, calificaba de «ataques irresponsables» e incluso criticaba una mala gestión sanitaria del gobierno valenciano durante la pandemia, lo que ha provocado el reproche de todos los partidos políticos.
En esta coyuntura la única voz discordante ha sido la de Javier Tebas, quien no solo defendió la gestión del empresario asiático hace unos días sino que además aseguró que en el Valencia había habido presidentes que no le llegaban a la suela de los zapatos a Lim.
Para agitar más la convulsa actualidad del club, surgía esta semana el interés del Príncipe del Sultanato de Johor, Tunku Ismail, íntimo amigo de Peter Lim, quien daba a entender a través de sus redes sociales que podría entrar a formar parte del club en el mes de junio y según se apuntó por algunos medios bien como propietario o como socio-accionista que pasaría a encargarse de la gestión del club.
Este mismo jueves publicaba también en sus redes sociales, acompañado de fotografías, que había tenido una conversación telefónica conTebas lo que parece respaldar su desembarco en el Valencia CF.
Lo cierto es que el Valencia de Lim parece haber entrado en barrena tras haber tocado techo con la consecución de la Copa del Rey en el año de su centenario en 2019. El despido de Marcelino García Toral como entrenador y de Mateu Alemany como director general, artífices del bienio más productivo de la era Lim, supuso un tiro en el pie por parte de la propiedad del que lejos de recuperarse ha ido a peor.
Una plantilla revalorizada al final de esa campaña, que criticó pública y privadamente estas decisiones del club, ha acabado devaluada y siendo desmenuzada en apenas dos años.
La mala gestión deportiva que llevó al equipo a quedarse fuera de las competiciones europeas, así como la brutal irrupción de la pandemia de la COVID-19 provocó un descenso considerable en los ingresos. Un argumento esgrimido por el club para desprenderse de algunos de sus pesos pesados, como Dani Parejo, con la carta de libertad, Ezequiel Garay, Francis Coquelin o Rodrigo Moreno salieron del club, mientras que otros preferían dejar el club en busca de un destino con un proyecto más atractivo como Ferran Torres o Geoffrey Kondogbia.
Murthy asumió las competencias que tan exitosamente había desempeñado Alemany aunque con resultados muy diferentes.
Se cortaron los canales de comunicación del club con la prensa, se entró en una espiral de despidos a diferentes niveles dentro del club, se echó a la Asociación de Peñas de su oficina dentro del estadio tras haberse criticado por parte de estos la gestión del club, y la planificación deportiva se parapetó tras la política de proyección de los jóvenes valores del club con unos resultados que a la vista están.
La ausencia de aficionados debido a la pandemia ha evitado que Murthy viviera el juicio de Mestalla, mientras las redes sociales hervían más que nunca en su contra y en la de Peter Lim. Tan solo desde laLiga, Javier Tebas, parece ser el único apoyo que les queda.
Sergio Morro