Las cabalgatas de los Reyes Magos suelen ser unos de los momentos más mágicos del año. Las calles de las ciudades y pueblos de toda España se llenan de ilusión antes de la noche más especial para niños y niñas.
Pero lo sucedido en el recorrido de sus majestades de Oriente en la calles del pueblo sevillano de Los Palacios y Villafranca de este año, que congregó a miles de personas en el desfile, no tiene nombre.
Los presentes que disfrutaban viendo las quince carrozas, charangas y grupos de pasacalles que conformaron el cortejo vieron como la tranquilidad pasaba a transformarse en una auténtica batalla campal.
Todo comenzó cuando uno de los reyes lanzó una caja a los asistentes. Se trataba de la caja de una PlayStation, pero está vacía. Es entonces cuando todas la personas dejan de atender a la cabalgata y el momento se convierte en un auténtica batalla por coger la caja porque creen que la videoconsola está dentro.