En aplicación de la normativa europea, todos los vehículos deberán incluir el Sistema Avanzado de Asistencia a la Conducción, llamado ADAS, que incluye ‘cajas negras’, asistentes de velocidad y alcoholímetros, entre otros dispositivos, los cuales, según información de la Dirección General de Tráfico (DGT), tienen como objetivo disminuir considerablemente el número de muertes y lesiones graves en las carreteras.
La DGT ha señalado que el ADAS será obligatorio para todos los vehículos homologados en Europa a partir del 16 de julio de 2022 y para todos los vehículos nuevos matriculados vendidos a partir de julio de 2024. Conforme a esto, si una persona adquiere un vehículo el 10 de julio de 2022, lo más probable es que este no venga con la ‘caja negra’ incluida. La responsabilidad de dotar a los nuevos modelos de coches con estos dispositivos no es del conductor, sino de los propios fabricantes.
Alcoholímetros antiarranque
La primera medida que se hará efectiva a partir del 6 de julio de 2022 es la interfaz para la instalación de alcoholímetros antiarranque. Este dispositivo permite monitorear los niveles de alcohol en aire respirado y se encuentra conectado de manera directa al sistema de arranque del vehículo, por lo que, si el conductor excede los límites establecidos de consumo de alcohol, no le será posible encender el coche. La activación del dispositivo es obligatoria, así que, si el conductor se niega a usarlo, tampoco podrá arrancar el vehículo.
Es necesario tener en consideración que, actualmente, solo es obligatorio para los conductores de vehículos de transporte de viajeros por carretera que dispongan de interfaz para la instalación de alcoholímetros antiarranque. No obstante, esta medida se irá instaurando gradualmente en los otros vehículos, pues su obligatoriedad aplicará también a autobuses y autocares de nueva matriculación a partir del 6 de julio de 2024.
‘Caja negra’
El Registrador de Datos de Eventos (o EDR, por sus siglas en inglés) es un dispositivo que tiene una función semejante a la caja negra que utilizan los aviones, aunque en este caso no registrará ni audios ni imágenes, y se encontrará atornillada al chasis del vehículo, debajo del asiento del conductor.
En caso de siniestro, este el EDR registrará los datos en el periodo comprendido entre los 30 segundos previos al accidente y los cinco posteriores. De este modo, los investigadores podrán, con solo conectar la ‘caja negra’ a un ordenador, conocer distintos factores como la velocidad, el comportamiento del vehículo, el estado de los sistemas de seguridad, la ubicación, los movimientos de la dirección, la aceleración y la desaceleración.
El EDR irá registrando y eliminando información de modo permanente. Los datos que recolecte serán tratados de manera anónima. La Unión Europea considera que estos dispositivos constituirán un elemento de suma utilidad para garantizar la seguridad de los vehículos. La información que proporcionen puede influir de manera positiva en los conductores, pues al disponer de esta herramienta que efectúa una evaluación permanente del modo en que se conduce brinda la posibilidad de mejorar y cumplir las normas.
Según cifras del Parlamento Europeo, estos sistemas permitirán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa durante los próximos 18 años.
Asistente de velocidad
El ISA, o asistente de velocidad inteligente, representa el «gran salto adelante de los últimos años, el segundo más importante después del airbag», afirmó hace unos meses Pere Navarró. Este dispositivo adapta la velocidad máxima del vehículo a los límites establecidos para cada tramo de carretera por el que se circula y es calculado basándose en señales verticales de las calzadas.
Esta herramienta actúa sobre el motor y el acelerador del vehículo, por lo que este no podrá superar la velocidad máxima permitida gracias al software que lleva instalado. Antes de que entre en vigor su obligatoriedad, el conductor podrá desactivar el dispositivo cuando lo desee, ya sea pulsando un botón o haciendo forzando el pedal del freno. Esto responde a que diversos fabricantes se han negado a implantar una limitación de velocidad en vehículos.
Existen tres niveles de ISA, establecidos por la Comisión Europea, en función del nivel en que afecta a la conducción:
- Informativo o de asesoramiento: el conductor recibe un aviso a través de una señal óptica, háptica o sonora.
- De apoyo o advertencia: no solo avisa al conductor, también ejerce una presión hacia arriba en el pedal del acelerador.
- Interviniente u obligatorio: impide exceder el límite de velocidad, actuando sobre la centralita o requiriendo una acción por parte del conductor.
Pero estos dispositivos no son los únicos que hacen parte del ADAS, los otros sistemas avanzados para los vehículos son:
- Sistema de advertencia de somnolencia y pérdida de atención del conductor.
- Sistema avanzado de advertencia de distracciones del conductor.
- Señal de frenado de emergencia.
- Detector de marcha atrás.
- Distema preciso de control de la presión de los neumáticos.
En el caso de los turismos y las furgonetas deberán incluir medidas de seguridad más avanzadas, como:
- Sistemas avanzados de frenado de emergencia, capaces de detectar los vehículos de motor y los usuarios vulnerables de la vía pública que van delante.
- Sistemas de emergencia de mantenimiento del carril.
- Una zona ampliada de protección frente a impactos en la cabeza capaz de mitigar las lesiones en colisiones con usuarios vulnerables de la vía pública.
Por su parte, los autobuses y camiones, aparte tener los requisitos generales y estar equipados con los sistemas existentes, deberán también cumplir con:
- Estar equipados con sistemas avanzados capaces de detectar a peatones y ciclistas que se encuentren en las proximidades del vehículo, advertir de su presencia o evitar una colisión con estos usuarios vulnerables de la vía pública.
- Ser construidos de tal manera que se reduzcan los ángulos muertos del frente y el lado del conductor.