Continúan las investigaciones para aclarar los detalles de la muerte de Esther López el pasado mes de enero en Traspinedo. Y uno de las claves pasa por descubrir cuál fue el itinerario de Óscar, el principal sospechoso de la desaparición de la joven. Las investigaciones se centran sobre todo en qué hizo con su coche esa noche.
El abogado de la familia de joven, Guillermo Ruiz Blay, ha declarado a El Español que «si este señor ha tocado la centralita y él dice que no sabe nada de mecánica, y que no hay nadie a su alrededor que sepa nada de mecánica, hay alguien que tiene una máquina de diagnosis. Alguien le ha ayudado a hacer esto”, confiesa.
Según el letrado, “tú no vas a un taller y le dices al mecánico: “Vengo a que me pases la máquina y me borres los datos de las averías y de paso me dupliques la llave. En duplicar la llave nadie puede preguntarte el porqué, pero lo de pasarte la máquina para borrar datos…”», afirma.
Para Ruiz Blay el objetivo final pasa por «borrar la huella informática del coche». Por lo que «deduce» que hay una tercera persona implicada en el borrado de estos datos. «A nosotros nos gustaría que esta persona entendiera que es testigo de los hechos ahora mismo. Si no colabora, la Policía podría entender que su papel ha sido otro», concluye.
«Vamos a pelear entre pruebas directas e indicios», pero incide en que «los indicios son suficientes para condenar a una persona» y recuerda que existen muchas pruebas tecnológicas que ubican al investigado en «el mismo tiempo y lugar en el que suceden los hechos que acaban con la muerte de Esther», indica.