En el marco de la Semana de la Fertilidad, te facilitamos estos consejos para poder mejorar tu fertilidad y lograr un embarazo sano, tanto si estás buscando gestación a través de la reproducción asistida, como si lo intentas de forma natural.
A lo largo de los años de investigación en Reproducción Humana, se ha demostrado que hay factores que influyen de forma negativa en la fertilidad de hombres y mujeres.
“Dos de ellos fácilmente identificables son la obesidad y el tabaquismo, que condicionan las posibilidades de conseguir una gestación. A ellos se suma el consumo de alcohol, un atenuante que reduce la fertilidad de forma considerable. El consejo fundamental sería el de llevar un estilo de vida saludable, manteniendo un equilibrio entre la dieta y el ejercicio físico que nos permita mejorar nuestra fertilidad y, por ende, lograr un embarazo”, explica la doctora Anabel Salazar, directora de IVI Málaga.
Tips para mejorar tu fertilidad:
ALIMENTACIÓN
Lo primero a eliminar es el consumo de tabaco y alcohol, ya que está probado que dañan la fertilidad de hombres y mujeres. Además, evitar los alimentos procesados y tratar de ingerir solo alimentos naturales es clave para lograr una dieta saludable que nos mantenga sanos y activos a nosotros y a nuestros hijos. Esta ha de ser variada, rica en todo tipo de alimentos, incluyendo las semillas, granos, legumbres, proteínas animales y/o vegetales, y en definitiva productos sin refinar, ricos en fibra y, por supuesto, en vitaminas y minerales tales como: Ácido fólico (ayuda a prevenir defectos y malformaciones en el feto), DHA -Ácido docosahexaenoico- (esencial para la salud de nuestro cerebro, ojos y neuronas, así como vigorizar el esperma del hombre y fomentar el equilibrio hormonal en las mujeres), Vitaminas B, C, D y E (para el control hormonal, protección del esperma, desarrollo óseo del feto, entre otras), Selenio y Calcio.
PESO IDEAL
Gracias a una alimentación variada, rica en productos naturales, lograremos no solo una alimentación sana, sino que evitaremos el exceso de peso corporal, un gran enemigo para la fertilidad. Cuando se recurre a un tratamiento de reproducción asistida, esto se convierte en un gran obstáculo, ya que provoca, en la mujer, una menor respuesta ovárica a los fármacos empleados en la inducción a la ovulación, lo cual disminuye las probabilidades de embarazo.
Además, también es la principal causa de riesgos obstétricos, tanto para la madre como para el bebé. Es sabido que aumenta las tasas de aborto y duplica el riesgo de morbilidad fetal.
“Tampoco se trata de estar muy delgada, ya que la extrema delgadez puede llevar incluso a problemas de ovulación, sino encontrarse en una situación de normopeso”, aclara la Dra. Salazar.
MEDITACIÓN
La relajación física o el mindfulness están totalmente indicados a la hora de prepararte para ser madre. Si bien el ritmo de vida actual es un caldo de cultivo para el estrés y la ansiedad, este tipo de prácticas de relajación ayudan a mitigar estos trastornos psicológicos que se producen en la vida cotidiana y que también es frecuente que aparezcan ante la incertidumbre de cuál será el desenlace en un proceso de reproducción asistida.
APOYO PSICOLÓGICO
Porque el proceso hasta convertirse en madre no es un camino fácil, desde IVI se ofrece apoyo emocional desde la primera cita para aprender a afrontar esta nueva situación con las mejores herramientas.
“Disponemos de Unidades de Psicología en todas nuestras clínicas, donde ayudamos a las mujeres y parejas a resolver sus principales inquietudes y afrontar su proceso con la mayor tranquilidad, con el único objetivo de aliviar sus preocupaciones y que se centren en lo realmente importante”, añade la Dra. Salazar.
EJERCICIO FÍSICO
Nuestro cuerpo, y más si va a albergar una vida en su interior, debe estar lo mejor preparado posible para recibir al embrión. El ejercicio físico en sí no mejora la fertilidad, pero sí produce beneficios a nivel cardiovascular, metabólico, endocrino y neurológico. También ayuda a reducir el estrés y mejorar el sueño de las personas que lo practican de forma frecuente. Esto nos lleva a tener un cuerpo sano que por tanto dispondrá de un sistema reproductor sano.
«No obstante, es importante encontrar un equilibrio y un balance, pues todo en exceso es perjudicial. Cuando ponemos nuestro organismo sobre un esfuerzo intensivo, que requiere un mayor gasto energético, se produce una alteración a nivel del hipotálamo, que puede llegar a eliminar el proceso de la ovulación, lo cual se traduce en amenorrea, por ejemplo”, apunta.
HIGIENE DEL SUEÑO
Por último, y muy importante, es mantener un ciclo de sueño saludable. Es algo tan importante como la nutrición. Para ello, como ya sabemos, debemos dormir un mínimo de 8 horas diarias. Esto debe organizarse de forma responsable siguiendo unas rutinas en las que nos levantemos y acostemos más o menos a la misma hora todos los días.
“Dormir en plena oscuridad también ayuda al organismo a descansar adecuadamente, ya que esto mejorará la producción de melatonina en nuestro cuerpo. No son solo las horas que durmamos, sino la calidad de nuestro sueño. Además, la melatonina desempeña un papel importante en el desarrollo de los folículos ováricos”, concluye la Dra. Salazar.