Madrid, 12 nov. – Hace apenas seis meses, y tras las elecciones del 28 de Abril, en las que el PSOE ganó las elecciones pero necesitaba socios para formar un gobierno de coalición, Pedro Sánchez, tras varios intentos fallidos de acercar posturas con la formación que lidera Pablo Iglesias, proclamaba que «no dormiría tranquilo con un Gobierno de Podemos».
Más de 200 días después, la situación ha cambiado. Y tan solo dos días después de unas nuevas elecciones generales, provocadas por la falta de acuerdo entre formaciones, PSOE y Unidas Podemos han resuelto un conflicto que, por lo sucedido meses atrás, se antojaba difícil.
Los líderes de ambas formaciones han suscrito un preacuerdo de «gobierno progresista» común que se ha escenificado con un abrazo, tras intercambiar palabras de elogio y enfatizando en «dejar atrás» los problemas y diferencias pasadas.