Madrid/Valencia, 28 jul (OFFICIAL PRESS – EFE).- La Orden de San Agustín en España ha hecho público un informe en el que reconoce que 16 religiosos de su congregación, de los que 6 aún viven, abusaron sexualmente de 28 menores (25 niños, dos niñas y una tercera persona sin especificar) entre los años 1949 y 2022, cinco de ellos en la Comunitat Valenciana.
La Orden de San Agustín reconoce abusos a 28 menores desde 1949, 5 en la Comunitat
El informe «Sobre el fenómeno del abuso sexual de menores en las provincias de la Orden de San Agustín en España», elaborado por el Secretariado de protección de menores y adultos vulnerables, es el primero que realiza esta orden religiosa, que ha pedido perdón a las a las víctimas, sus familias, y a la sociedad «por no haber sabido estar siempre a la altura del evangelio, de la confianza depositada y de la necesidad de justicia».
La investigación se remonta a 1949, año del primer caso del que tienen noticia, hasta el momento actual. En esos 74 años, la orden refiere abusos a 28 menores: 25 niños, dos niñas y otro caso del que se desconoce el sexo.
De los 25 niños abusados, 8 lo fueron por agustinos ahora vivos y, en cuanto a la edad de las víctimas, dos tenían entre 15 y 17 años en el momento del abuso; 15 entre 12 y 14 años; ocho entre 8 y 11 años; uno era menor de 8 años y en dos casos se desconoce la edad de la víctima.
Reconocen que en «algún caso» ha habido compensación económica para pagar tratamientos, o bien ofrecido por la orden a víctimas y familias, o como resultado de un juicio, pero señalan: «En ningún caso entendemos que una compensación borre el sufrimiento, pero sí queremos dar una respuesta allá donde sea posible».
En cuanto a la fecha de comisión de los abusos, siete son de la década 1949-1959; 2 de los años 60; 11 de los 70; tres de los 80; uno de los 90; cuatro de 2000-2009 y desde 2010 no se ha tenido conocimiento de ninguno.
Las denuncias afectan a 16 agustinos, de los que 12 eran sacerdotes, dos no estaban ordenados y de otros dos se desconoce la situación. Diez de ellos ya han fallecido, uno salió de la orden, cuatro son agustinos vivos y de otro se desconoce su situación.
Sólo uno de ellos fue juzgado civilmente y condenado a pena de privación de libertad, siete tuvieron procedimientos canónicos y otros nueve no lo tuvieron.
De los religiosos a los que se abrió procedimiento canónico, cinco están terminados y dos están en fase de investigación previa.
De los cinco terminados, tres resultaron archivados o se los consideró inocentes y dos fueron sancionados canónicamente con penas como la prohibición temporal para el ejercicio del sacerdocio, ejercicios espirituales, y «privaciones de voz activa y pasiva» o el traslado de casa.
Por su parte, se abrió procedimiento canónico en 14 denuncias. Nueve de ellas terminaron con la imposición de sanciones; tres fueron archivados por el Dicasterio de la Doctrina de la Fe y dos están en fase de investigación previa.
No se abrió procedimiento canónico
En 13 de las denuncias no se abrió procedimiento canónico: En diez, el religioso ya había fallecido cuando la orden tuvo conocimiento de los hechos; en una, el acusado había abandonado la vida religiosa; en dos casos los padres no quisieron iniciar procedimiento canónico (ni tampoco civil), ni los superiores lo hicieron tampoco de oficio (años 1976 y 1993), mientras que en otro caso se investigaron los hechos, pero se desconoce si hubo procedimiento canónico.
Respecto a los procedimientos civiles, en tres casos hubo un procedimiento penal que terminó en sentencia condenatoria y afectó a un religioso, mientras que en las 25 denuncias restantes no hubo procedimiento civil.
En el informe, los agustinos indican, asimismo, que de los 16 religiosos dos abusaron de cuatro o más víctimas; dos lo hicieron de tres menores; uno, de dos víctimas; y 11 abusaron de una sola víctima.
Añade, asimismo, que además de las denuncias, existe un caso de posesión de pornografía infantil. Hubo un proceso judicial y el religioso fue condenado a realizar unos cursos y apartarse de la formación de menores.
Las comunidades autónomas donde tuvieron lugar los abusos son Castilla y León (12), Comunitat Valenciana (5), Madrid (5), Cantabria (3), Andalucía (2) y Aragón (1) y, en cuanto al entorno, 13 ocurrieron en un internado, otros 13 en colegios, uno en los locales parroquiales y otro en un campamento.
Los agustinos lamentan «no haber sabido ver o reaccionar adecuadamente ante algunos de estos casos cuando llegaron al conocimiento de responsables de comunidades y obras» y manifiestan su voluntad de escuchar testimonios, facilitar la sanación y la restauración y, donde pueda darse, avanzar también hacia procesos de reconciliación.