El libro póstumo de ‘Spiriman‘, Jesús Candel es el último legado del médico que logró movilizar a miles de personas en defensa de la salud pública.

En el momento en el que te diagnostican una enfermedad tan grave como un cáncer, todo tu mundo se detiene. El miedo y la incertidumbre te bloquean, sobre todo si no sabes qué puedes hacer o esperar, y es posible que tus seres queridos tampoco sepan cuál es la mejor manera de ayudarte.

Basado en su propia experiencia como médico y paciente, Lucha por la vida recoge las principales claves del método que integra la práctica de ejercicio físico, una alimentación saludable y una buena gestión emocional como herramientas para afrontar la enfermedad, y que dio origen a la Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico (UAPO), su gran legado que hoy lidera su mejor amigo, Javier Cánovas.

Con su naturalidad característica, Jesús Candel nos muestra una realidad difícil, pero también nos abre el camino para ayudarnos a descubrir la fuerza interior que todos llevamos dentro.

La vida de Jesús, muy corta porque la truncó esta tremenda enfermedad, tiene sentido. Tiene sentido porque cuando trasciendes, cuando haces que la vida de los enfermos, los pobres, los abandonados, los últimos… vuelva a tener sentido, tu luz brilla por siempre en medio de la oscuridad y de la claridad absoluta.

Extracto del prólogo, por Curro Huete

Agosto de 2020: un diagnóstico demoledor

El 4 de agosto de 2020 me diagnosticaron cáncer de pulmón en estadio IVB (el peor de todos), inoperable y con múltiples metástasis. Me dieron tres meses de vida. En un lapso corto de tiempo comencé a recibir fuertes tratamientos de radioterapia, inmunoterapia y quimioterapia que debilitaron mi cuerpo. Estaba destrozado emocional y físicamente, y no paraba de pensar en lo que me estaba pasando. ¡Qué injusticia que a un tío sano, con una familia increíble, que además se cuida, que no fuma, que hace deporte… le pase algo así!

Así anunciaba Jesús a través de IG una pausa en su actividad en RRSS: »Ahora me toca luchar por mí»

Olvidarse de uno mismo, el camino más rápido hacia la enfermedad

Tener cáncer me abrió los ojos y me hizo comprender que algo había sucedido en el interior de mi organismo que había provocado la manifestación de mi destino genético. Pero ¿el qué? ¿Qué había pasado para que todo saltase por los aires? Después de reflexionarlo durante mucho tiempo, comprendí que una mala actitud a la hora de afrontar los problemas, la falta de control sobre las emociones y un ritmo de vida acelerado me habían producido grandes dosis de estrés.

Los más de cuatro años de activismo social luchando por la Sanidad Pública bajo el seudónimo SpirimanYeah! me estaban pasando factura. Esta lucha incansable por lo justo hizo que me olvidara de mí mismo. Y, por desgracia, este es el camino más rápido para enfermar.

Cada apoyo cuenta para hacer frente a la enfermedad. Está claro que el equipo médico y los tratamientos prescritos se van a convertir en dos de los pilares fundamentales durante el proceso, pero no serán los únicos. Tu forma de actuar será crucial en este nuevo camino. No debes permanecer a la espera, como si el resultado dependiera de una partida de dados. Vas a convertirte en dueño de tu destino y a colaborar de manera activa en el tratamiento.

Su propósito con este libro, en sus propias palabras

Me gustaría hacer contigo el mismo ejercicio que hice conmigo mismo. Me gustaría que compartiésemos unos momentos profundos que te ayuden a convivir con tu enfermedad. Quiero que este libro sea como una hoja de ruta que te permita saber qué va a pasar y cómo puedes afrontar el cáncer de manera activa, tanto a nivel mental como físico, sabiendo que se lo vas a poner muy difícil y que no vas a tirar la toalla.

Aunque para escribirlo me he basado en mi experiencia personal, los consejos que vas a encontrar son aplicables a todo tipo de enfermedades graves.

Objetivo: ponérselo difícil a la enfermedad

Mi intención es que este libro no solo te sirva a ti como paciente, sino también a tu familia, tus amigos e incluso al equipo médico que te atiende. Entre todos vamos a conseguir que esta dura experiencia deje de obsesionarte con sus posibles finales.

Vamos a hacer todo lo necesario para empezar un entrenamiento de DESBLOQUEO. Los momentos de shock en los que el miedo se apodera de ti y no sabes cómo actuar tienen que quedar atrás.

Si te empiezas a centrar en ti mismo, y no es un acto egoísta, sino el comienzo de una vida más equilibrada, comprenderás que ha llegado el momento de poner en marcha ciertos cambios. Como aprender a conocerte, descubrir la fuerza que habita en tu interior, expresar tu locura, dejar de ser esa persona que solo busca la aprobación de los demás o que no se cuida porque no tiene tiempo de hacerlo.

Somos algo más que células sanas o enfermas. Hay algo que no podemos tocar pero si sentir y que es el mejor remedio que existe para contrarrestar los males y sufrimientos de este mundo, el amor.

¿QUIÉN FUE, QUIÉN ES JESÚS CANDEL, alias SPIRIMAN?

Jesús Candel (Granada, 1976-2022), médico de Urgencias en Granada, adquirió una gran popularidad por convertirse en un abanderado de la Sanidad Pública, causa por la que emprendió una intensa lucha de años que se viralizó con la irrupción de la pandemia del coronavirus.

Además de presidir la Asociación Justicia por la Sanidad, estuvo al frente de varias fundaciones como el Proyecto Spiribol, que patentó un original concepto de deporte solidario.

Tras recibir un duro diagnóstico de cáncer de pulmón con metástasis en agosto de 2020, fue aún más consciente de la dificultad para encontrar un tratamiento integral, por lo que puso en marcha la UAPO (Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos), una unidad pionera y única en el mundo, gratuita, sin ánimo de lucro, que emplea un método multidisciplinar: aúna a oncólogos, médicos de atención primaria, entrenadores físicos, fisioterapeutas, psicólogos y nutricionistas para dar un apoyo completo frente a la enfermedad.

Tras más de dos años de enfermedad, durante los que Jesús pasó de compartir su perspectiva como médico a también como paciente, relatando su experiencia a los millones de seguidores que tenía en redes sociales, falleció el 13 de octubre de 2022, dejando un inmenso legado que impide hablar de él en pasado y que no para de arrojar frutos, como este libro que dejó listo para publicar y que ahora ve la luz de la mano de MR, la editorial que también lanzó su exitoso título anterior Lucha por lo justo (que escribió poco antes de ser diagnosticado).

Con la UAPO quería demostrar las grandes ventajas que ofrece para los pacientes un tratamiento holístico, con una visión de conjunto y no solo de sus partes.

LA UAPO, SU SUEÑO HECHO REALIDAD. ¿EN QUÉ CONSISTE?

La UAPO (Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico) es una Fundación sin ánimo de lucro de ámbito nacional e inscrita en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, presidida por D. Pascual Candel, padre de su fundador el Dr. Jesús Candel, y que actualmente tiene más de 14.000 socios. Está dirigida por D. Javier Cánovas (Licenciado en Educación Física), que junto al equipo de profesionales que la forman hacen posible que un proyecto se haga realidad.

Cada semana, por sus instalaciones pasan 384 personas con cáncer, cada una con un diagnóstico único. Gracias a su abordaje multidisciplinar, pionero en España, todas reciben un tratamiento integral gratuito acompañados de un equipo de educadores físicos, fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos, junto con el personal de administración y servicios.

La UAPO es única no solo en la forma en la que tratan a las personas (o atletas oncológicos, como ellos los llaman), sino en el fondo, ya que es una Fundación que se nutre de las donaciones de las personas y empresas. Gracias a esta visión, y a la invalorable solidaridad y donaciones de miles de personas, cualquier persona con cáncer puede acercarse a la UAPO y recibir un tratamiento integral.

Con sede original en Granada, cuenta con centros de reciente apertura en Madrid y Málaga, y seguimos trabajando con el objetivo de abrir un centro UAPO en todos los puntos de España posibles.

La plantilla del equipo la forman 25 profesionales, incluyendo gerentes, administrativos, limpiadoras, educadores físicos, fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos. Cuentan además con un departamento de Investigación y Transferencia, con el fin de aportar evidencia sobre la eficacia de sus programas y contribuir a la mejora de los tratamientos actuales.

Actualmente se tratan personas con 23 tipos de cánceres distintos, siendo los más comunes el de mama, colon, pulmón, ovario, próstata y linfomas. No obstante, cada diagnóstico es único, y gracias al abordaje multidisciplinar, en la UAPO se han tratado casos especialmente complicados como canceres con metástasis muy avanzadas.

ÍNDICE DE CONTENIDOS DEL LIBRO

Capítulo 1. Primeros pasos

¿Qué puedo esperar a partir de ahora?

El equipo médico Los tratamientos

Capítulo 2. Cómo tratar el cáncer con tu entorno

Los niños

La familia y los amigos El trabajo

Capítulo 3. La aceptación. Paso previo para tratar el cáncer

Asumir responsabilidades Respetarse a uno mismo Iniciar un proceso de cambio

Capítulo 4. La actitud lo es todo. Potencia tu cerebro para adaptarte a la nueva situación

Beneficios de tener un cerebro flexible

Capítulo 5. Cambia tu manera de pensar para cambiar tu forma de sentir

Tus estados mentales y las emociones Técnicas para generar emociones positivas

Capítulo 6. Refuerza tu autoestima

Cómo mejorar la autoestima

Capítulo 7. El ejercicio, uno de los grandes tratamientos contra el cáncer

Beneficios del ejercicio físico en pacientes con cáncer Cómo empezar

Capítulo 8. Comer bien para sentirte mejor

Qué hacer para comer mejor durante el tratamiento Trucos contra algunos efectos secundarios

Capítulo 9. El sueño. La clave de un buen descanso.

Controla tus emociones

Una puerta a la esperanza

La UAPO: de proyecto y sueño a realidad

LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO: NO TODO ES GENÉTICA

El carácter de la existencia no es únicamente genético. Se ve determinado en gran medida por la respuesta a los factores medioambientales que te impulsan en la vida. Eres lo que comes, lo que sientes, lo que experimentas y lo que decides hacer. Y así lleva demostrándolo la epigenética desde el año 1942. Esta nueva ciencia viene a decir vulgarmente que los genes no son tu destino único, ya que el entorno es capaz de modificarlos.

Al igual que tú, las células se adaptan al ambiente y el entorno en el que viven. El ambiente supera a la genética cuando se trata de moldear el sistema inmunitario y es el que de verdad dicta la variación inmunitaria humana.

LOS MALOS HÁBITOS INUNDAN NUESTRO DÍA A DÍA

La aparición del cáncer está relacionada en una proporción superior al 50 % con hábitos de vida poco saludables. Estos pueden llegar a convertirse en el detonante perfecto para desarrollar una enfermedad grave. Tras ellos se localizan los problemas de salud más cotidianos, como una simple gripe o la presencia de un catarro.

Por eso hay que escuchar al cuerpo cuando empieza a disparar sus alarmas. No es bueno seguir haciendo oídos sordos y dejar que el tiempo pase en balde. Cada persona ha de responsabilizarse de cuidar de su propio cuerpo. Una mejor o peor salud está directamente relacionada con ciertos hábitos nocivos, como una mala nutrición que puede degenerar en obesidad, el sedentarismo, la falta de descanso, el tabaquismo y el alcoholismo, la soledad…

Aplicar una rutina más sana es el primer paso para alcanzar una vida equilibrada. Y, si ya estás enfermo, es una manera sencilla de recuperar el equilibrio y hacer frente a los tratamientos con más fuerza.

Sé que tienes un duro camino por delante, pero no vas a tirar la toalla. Tras mi diagnóstico, los fuertes tratamientos me dejaron destrozado, pero me negué a seguir así. Me puse en manos de profesionales de la fisioterapia y la preparación física, y desde entonces vi cómo mejoraban mi sueño, mi apetito, mi actitud y mis ganas de vivir.

EL EQUIPO MÉDICO: PONERTE EN MANOS DE QUIÉN

Lo mejor es empezar por pedir consejo. Y el primero al que tienes que solicitarlo es al médico que ha descubierto tu enfermedad. Este te ofrecerá posibles vías de tratamiento y te orientará sobre cómo seguir. No te precipites en la toma de decisiones. Si a la primera consigues el equipo médico adecuado, te ahorrarás muchos cambios posteriores.

Aunque tengas prisa por empezar con el tratamiento (porque deseas alcanzar lo antes posible la curación o por miedo a lo que pueda sucederte), lo normal es que cuentes con tiempo suficiente para pensar las cosas. Si tienes dudas sobre la urgencia real de tu estado, una vez más, consulta con el médico que ha hecho el hallazgo. Aparte de este especialista, también puedes encontrar orientación por otras vías, como diferentes asociaciones centradas en en el tratamiento oncológico. Estos centros no ofrecen segundas opiniones médicas ni prescriben tratamientos. Sin embargo, pueden servirte para aclarar tus dudas sobre el diagnóstico, los tratamientos que existen, los posibles efectos adversos e incluso ofrecerte atención psicológica, social o acompañamiento.

LOS EFECTOS SECUNDARIOS: UNA PARTE MÁS DEL TRATAMIENTO

Aunque no todos los pacientes desarrollan los mismos síntomas, los más frecuentes son los mareos, la aparición de ansiedad, la dificultad para conciliar el sueño, calambres en las piernas, falta de sensibilidad en manos y pies, cambio del sabor, inapetencia, problemas en la piel, sequedad, caída de pelo, náuseas y vómitos, diarrea y cambios emocionales.

A primera vista, leer este tipo de cosas asusta, pero llega un momento en el que los efectos secundarios desaparecen de la misma forma en la que aparecieron. Solo hay que tener suficiente fortaleza mental y física para lidiar con ellos. Hay que verlos como una parte más del tratamiento.

¿DECIRLO O NO A LOS NIÑOS?

Debes tener en cuenta es que ellos son miembros de la familia y, como tales, deben ser respetados e informados sobre el proceso, como todos los demás. ¿Cómo darles la noticia? Pues con tranquilidad y realismo. Sin dramas. Los pequeños son más fuertes de lo que imaginas. De hecho, a lo largo del tratamiento comprobarás en más de una ocasión que se van a convertir en un apoyo emocional muy importante para ti.

Lo ideal a la hora de abordar estas charlas es que adecúes el mensaje en función de la edad. Por ejemplo, si tus hijos tienen menos de siete u ocho años, cuéntaselo de manera sencilla. Si son algo mayores necesitarán más detalles para que puedan entenderlo. Suele ser de ayuda decirles el nombre de la enfermedad, su localización, los posibles tratamientos y efectos secundarios.

Estate atento a sus reacciones. Muchos pequeñajos pensarán que lo que te está pasando puede estar relacionado con algo que han hecho. Esta actitud es más frecuente conforme avanza la enfermedad. Sin embargo, si les explicas desde el principio que el cáncer no tiene nada que ver con ellos y que tampoco va a poner malos al resto de la familia, se sentirán más tranquilos.

GESTIONARLO CON FAMILIA Y AMIGOS

Explicar por lo que estás pasando no siempre va a ser de tu agrado ni tiene por qué apetecerte. Quizá un día no tengas ganas de hablar y otro, sí. Es algo complicado, pero al estar enfermo se necesita de manera más egoísta a la gente que te rodea. Necesitas que te entiendan y tengan paciencia.

Lo mejor es ser sincero con todo el mundo y contar lo que quieras a quien quieras y cuando quieras. Si en un momento dado no te apetece explicarle a alguien lo que te pasa, simplemente no lo hagas. Recuerda que la prioridad eres tú. No dejes que el miedo de los demás hacia tu diagnóstico te paralice cuando por fin estás aprendiendo a controlar el tuyo.

ASUMIR RESPONSABILIDADES, QUE NO CULPAS

Asumir que la manera en la que interactúas con el entorno puede ser parte del problema es un modo de poner los puntos sobre las íes. De comprender que tu bienestar ha quedado relegado a un lugar muy chiquitito al que cada vez te cuesta más llegar. Día tras día, sin ser consciente de ello, se va cambiando el orden de las prioridades hasta el punto de pensar, por ejemplo, que lo importante es hacer todo en el trabajo, aunque esto cueste salud. O que está bien abandonar el deporte porque «estás cansado», comer a deshoras y mal porque «no tienes tiempo», o dejar de salir porque «prefieres quedarte tirado en el sofá». Y luego no es fácil darse cuenta de todo esto.

Por suerte hay dos buenas noticias: la primera, que el miedo a asumir responsabilidades no es algo inherente a ti. Y la segunda, que es posible cambiar esta actitud. Como paciente, el primer paso que has de dar es tomar conciencia de tu situación y hacerte responsable de tu salud.

LOS PENSAMIENTOS SÍ PUEDEN CONTROLARSE: LA IMPORTANCIA DE TENER UN CEREBRO FLEXIBLE (NEUROPLASTICIDAD)

Tienes que cambiar ciertos pensamientos para lograr un estado mental adecuado. Llegará un momento en que esos pensamientos controlados se harán automáticos gracias a la repetición y pasarán a formar parte de un subconsciente mucho más sano cargado de positivismo y no de reacciones negativas.

La energía de los pensamientos puede, por tanto, ayudar a activar o inhibir la producción de proteínas en la célula. Controlar el poder de tu mente puede ser de inmensa ayuda. La forma de cambiar es romper con la rutina.

Cuando haces cosas nuevas, eres capaz de observar los pensamientos que vienen de manera automática y reflexionar sobre ellos sin responder para que no sigan produciendo esas sustancias químicas que perjudican tu salud o favorecen el crecimiento de tu tumor.

¿EJERCICIO O REPOSO? EL EJERCICIO FÍSICO ES UN GRAN ALIADO CONTRA EL CÁNCER (Y CONTRA TODAS LAS ENFERMEDADES)

La práctica de ejercicio físico ha sido, durante muchos años, una espinita clavada en el tratamiento contra el cáncer. Hasta la década de los 90, los médicos desaconsejaban su práctica y prescribían el descanso como el mejor método para recuperarse. Sin embargo, desde entonces se han realizado más de mil estudios clínicos que demuestran todo lo contrario. Es sin duda, fundamental como complemento a las terapias.

A pesar de que el ejercicio todavía no forma parte del sistema sanitario nacional, poco a poco, la gran importancia que tiene como tratamiento médico se va reconociendo. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), por ejemplo, ya recomienda la práctica de ejercicio físico de manera habitual, y la OMS (Organización Mundial de la Salud) también es una gran defensora de ello.

Se ha demostrado que el ejercicio físico en todas las etapas del cáncer es seguro, eficaz y factible. Lo más importante es ponerte en manos de profesionales que adapten tu plan de ejercicio a tus necesidades.

GRANDES BENEFICIOS

Reduce la fatiga asociada al cáncer Mejora la tolerancia a los tratamientos Disminuye sus efectos secundarios

Reduce los dolores articulares y los niveles de estrés

CLAVES PARA UNA BUENA ALIMENTACIÓN: ESCUCHAR A TU CUERPO Y SENTIDO COMÚN

Come bien, de todo, escucha a tu cuerpo, ya que él puede decirte lo que necesita, pero sin abusar. Y con comer bien me refiero a alimentarte de lo que nos da la Tierra y crece sin productos artificiales. Basar nuestra alimentación en el mundo vegetal, apostando por productos locales y de temporada cocinados en casa a fuego lento y con mucho amor te puede ayudar a afrontar mejor los tratamientos.

Esto no significa que debas hacerte vegetariano: lo recomendable para comer de forma sana es tomar gran cantidad de frutas, verduras y legumbres, frutos secos, aguacates, aceite de oliva virgen extra y semillas (estos deben ser los alimentos principales en la dieta).

Además, necesitarás las proteínas más que sin tener la enfermedad. La mejor proteína la encontramos en huevos, pescado, carne blanca, legumbres y frutos secos.

En cuanto al azúcar, las grasas saturadas y los salazones y ahumados, se deben consumir con mucha moderación. Por último, evitar los alimentos ultraprocesados y el alcohol, e incorporar alimentos integrales a la dieta (arroz, pasta, pan…).

EL BUEN DESCANSO: FUNDAMENTAL

El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente en pacientes con cáncer. ¿Y cómo no va a ser así? En el momento en el que te enteras de lo que te pasa, empiezan las preocupaciones y un camino muy duro para la psique y el cuerpo. El problema es que, cuando no se duerme ni se descansa, el cuerpo deja de funcionar correctamente. Dormir es algo natural y tiene que volver a serlo. Algunos consejos: ejercicio físico durante el día; horarios fijos de sueño; dormitorio asociado al descanso (no practicar actividades estresantes en ese mismo espacio); dejar las pantallas a última hora de la tarde; cenar ligero… y no obsesionarte. Deja de pensar que tienes que dormir. Resta importancia a este momento y no te obsesiones con él. También es importante comunicar a tu médico tus alteraciones del sueño.

«Eres lo que piensas. Eres lo que sientes y eres lo que haces. Cree en ti y en tu capacidad para que, junto con los tratamientos experimentados de evidencia científica que existen, tu actitud optimista ante la enfermedad, una buena alimentación y la realización de una correcta prescripción de ejercicio físico, consigas mejorar tu calidad de vida.

No te rindas jamás».