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Cultura

Los secretos de los olivos milenarios de la Comunitat

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robos campos de olivos vigilancia
Foto: TURISMO CASTELLÓ

Los olivos milenarios de gran belleza, se les considera unos árbole mágico. No se conoce muy bien desde cuando se cultiva, pero se cree que lleva con nosotros por lo menos desde el año 4000 a.C. El olivo forma parte de la Historia de la Humanidad. Símbolo de la Paz, de la victoria, de la fertilidad y de la inmortalidad, pertenece al imaginario colectivo de los pueblos mediterráneos y nuestro refranero da buena cuenta de ello.

En los Juegos Olímpicos de la Antigua Atenas los vencedores eran premiados con coronas de olivo. Este árbol sagrado ha sido venerado por religiones desde los inicios de los tiempos. En la Biblia aparece cuando Jesús predicaba en el huerto de Getsemaní. La diosa Atenea regaló el primer olivo a la ciudad que luego puso su nombre en su honor, Atenas.

Olivos milenarios

Cada 26 de noviembre se celebra el Día Mundial del Olivo, pero ¿sabías que la Comunidad Valenciana es la tierra de los olivos milenarios? La provincia de Castellón cuenta con el mayor inventario de olivos que superan los mil años del mundo.

Más de 4800 ejemplares se reparten en el Baix Maestrat. Canet lo Roig, Traiguera y especialmente La Jana son las zonas donde más árboles de esta clase encontramos. De hecho, en este último municipio, se concentran más olivos por kilómetro cuadrado de toda España con 966 ejemplares.

En este pueblo encontramos el museo al aire libre del Pou del Mas que alberga veintiún ejemplares milenarios entre los que destaca el hermoso Farga del Pou del Mas con más de 1100 años de vida. Entre sus huecos se encuentra, en la parte inferior, el cadáver de un animal que falleció en su interior.

Los olivos de Castellón

El 98% de los olivos catalogados en Castellón son de la variedad Farga, cuya principal característica es que no produce grandes cantidades de olivas, pero el aceite que produce es de gran alta calidad.

Detrás de su longevidad se encuentra la labor y el cuidado de agricultores que generación tras generación han mantenido este legado durante años y años. En ocasiones el propio ser humano también ha puesto en peligro la vida de estas joyas de la naturaleza en su afán de tenerlos en espacios privados como quien tiene un cuadro.

La palabra olivo viene del latín «oleum» y aceituna del término árabe «az-zaytüna». Este maravilloso árbol nos acompaña desde tiempos remotos. En la dieta mediterránea su fruto no puede faltar en la cocina por sus propiedades. Es oro líquido. Y a precio de oro se paga. El aceite producido de la variedad Farga se exporta a países como Estados Unidos, China y Japón donde llegan a pagar 95€ por 500ml.

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Cultura

Lanzan el libro de Pasapalabra

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libro Pasapalabra
ROBERTO LEAL-ATRESMEDIA

El famoso programa de Pasapalabra da el salto a las librerías con El gran libro de Pasapalabra. Un libro-juego con el que podrás entrenar tu mente y divertirte sin salir de casa con las pruebas del concurso de Antena 3, el de mayor éxito de la televisión en España, que ven diariamente más de 3 millones de personas.

¿Cómo es el libro de Pasapalabra?

El gran libro de Pasapalabra reúne lo mejor del programa y está pensado para disfrutar en casa, solo, con amigos o en familia, y poner a prueba tu agilidad mental con las famosas pruebas del programa: La Silla Azul, La Pista, Una de Cuatro, Sopa de Letras y, por su puesto, El Rosco.

Unas páginas repletas de curiosidades y anécdotas del programa de Antena 3 que cuenta con un prólogo de su presentador, Roberto Leal, así como con magníficos consejos del neurocientífico de prestigio Jonathan Benito Sipos, con el que podrás aprender las ventajas neurológicas de este El gran libro de Pasapalabra y poner en forma tu mente.

«Pasapalabra son las personas que lo ven desde casa y los integrantes del equipo»

«Al principio, cuando me empezaron a llegar los rumores de que yo podría ser el presentador de Pasapalabra en Antena 3, no me lo creía. Iba a tener la posibilidad y la suerte de conducir un programa mítico como este, porque yo, antes de ser presentador de Pasapalabra, había sido también, por supuesto, fan y consumidor del formato; uno que llevaba, cuando llegué, casi veinte años en antena, con lo que, como se puede suponer, era de las emisiones más queridas y respetadas de la televisión.»

«Llevo ahora más de veinte años en televisión y puedo decir que presentar Pasapalabra no deja de ser un aprendizaje y una experiencia continuos.

Es un programa del cual estoy aprendiendo muchísimo y, evidentemente, no solo de vocabulario, sino de compañerismo y de esfuerzo en común. Cuando cada día tenemos la suerte de que nos paren por la calle y nos digan que nos ven, que somos la compañía de muchos pacientes en hospitales, de mucha gente que vive sola, o que suponemos para otros tantos esa horita en la que nadie de la familia puede llamarles por teléfono porque están viendo nuestro programa, ese es el mayor regalo que nos podemos llevar, sin ninguna duda. A eso no hay bote que le haga sombra».

¿Qué beneficios tiene el libro?

Te proporcionará muchos y muy buenos ratos de juego con tus seres queridos para forjar de esta manera momentos inolvidables, y, además, supone una fabulosa herramienta de entrenamiento cerebral. Como lo lees.

¿Quieres tener un cerebro fuerte? ¿Quieres que los tuyos, tanto los más pequeños como los más mayores, lo tengan?

A lo largo de esta obra, con todas las pruebas prácticas que se pueden completar en el propio ejemplar los lectores podrán ejercitar su mente.

La historia de Pasapalabra por Miguel Aparicio Frago (director de Pasapalabra)

Cuando en el verano de 2000 comenzó a emitirse en Antena 3 nada auguraba que más de veinte años después no solo seguiría en pantalla, sino que, además, sería uno de los programas más vistos de la televisión. Aunque su éxito se refleja en la audiencia, también es enorme el arraigo que ha ido obteniendo poco a poco en el día a día de un alto porcentaje de personas. Hasta el punto de que el nombre del programa sirve en numerosas ocasiones de comodín con el significado de «no hay comentarios» o «no tengo ni idea», y no es raro escucharlo en boca de famosos, deportistas o políticos.

Los duros inicios del programa

Tras un verano sin pena ni gloria, nos consta que se habían interrumpido las grabaciones porque ese era el objetivo del formato en su día: entretener las tardes del verano. La televisión es así: arrancas un proyecto, lo llevas a cabo con el mayor esfuerzo y cariño posibles y, si tiene éxito, sigues trabajando y, si no, te pones a disposición de las producciones para incorporarte a otro programa o iniciar uno nuevo, y vuelta a la casilla de salida.

Hay emisiones que se inician sin fecha fija de conclusión y hay otras que terminan cuando el periodo que tenían que cubrir llega a su fin. En el caso de Pasapalabra todo se reducía al verano de 2000, pero tras los comentarios, audiencias y resultados en general que obtuvo, todo cambió. El equipo, que ya estaba de «vacaciones», fue llamado de nuevo y Pasapalabra reanudó sus grabaciones. Y así siguió durante muchos años.

Los inicios con Silvia Jato

La flamante presentadora de los inicios, Silvia Jato, pensó que solo se trataría de un verano, como en tantas otras ocasiones, y acabó teniendo que ser sustituida, por su embarazo, por otro de los grandes: Constantino Romero, quien sin duda permanecerá en el corazón y la memoria de los espectadores no solo por nuestro programa, sino por su impresionante carrera.

Posteriormente, tomó las riendas de Pasapalabra nada menos que Jaime Cantizano, quien tuvo el honor, en su momento, de dar el mayor bote de la historia de un concurso en España.

A la fecha de la publicación de este libro, el periodo más largo como presentador lo ostenta Christian Gálvez, quien sin duda quedará asociado a la franquicia por muchos años que dure su exitosa carrera.

Roberto Leal

Y el programa volvió a sus orígenes, a Antena 3, y Roberto Leal lo propulsó a las mayores cotas de éxito que jamás ha conocido. Y, si se me permite la opinión, en este proceso se convirtió en una de las piezas clave del evidente cambio en el panorama televisivo de los últimos años.

Actualmente no podemos evitar imaginar los factores que han hecho de Pasapalabra un programa perdurable a lo largo de la historia: el buen rollo, la jugabilidad, así como el hecho de premiar la cultura, la memoria y el esfuerzo de una persona. Pero hay que decir que estos ingredientes siempre estuvieron ahí y que nunca se alcanzaron los logros de esta última etapa hasta que no apareció Roberto Leal.

La realidad es que Pasapalabra se ha metido en nuestra cotidianidad y en las casas de tanta gente que casi nadie puede hacer una llamada a las ocho de la tarde a según quién sin recibir la respuesta: «¡Llámame después de Pasapalabra!». Y además, y muy importante, ha logrado todo esto ofreciendo un contenido que, si propicia algo, es el gusto por las palabras, la cultura y, en general, el entretenimiento sin daños colaterales. Cierto que es un concurso que llega del pasado, pero indudablemente confiamos en que sea ejemplo de la televisión del futuro.

 

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