La tensión política y militar entre Estados Unidos y Venezuela ha alcanzado uno de sus puntos más críticos después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, asegurara que su Gobierno se prepara para realizar ataques terrestres contra líderes del narcotráfico. En sus declaraciones, el mandatario colocó directamente al presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la diana, a quien Washington acusa de encabezar un supuesto cártel considerado como grupo terrorista por la Administración estadounidense.
Desde Caracas, el Gobierno venezolano denuncia que estas amenazas son la cobertura de una operación para derrocar al Ejecutivo y apropiarse del petróleo venezolano, señalando una agresión que califican como injustificada y peligrosa para la estabilidad regional.
Trump eleva el tono: “Sabemos dónde viven los malos y empezaremos muy pronto”
Durante una reunión de gabinete con apariencia de consejo de guerra, Trump aseguró que Estados Unidos está listo para dar un salto estratégico en su “guerra contra el narcotráfico”. Tras más de veinte intervenciones contra narcolanchas en el mar Caribe, afirmó que comenzarán incursiones en tierra firme en “muy poco tiempo”.
“Vamos a empezar a hacer esos ataques en el terreno también. Es mucho más fácil. Sabemos dónde viven los malos”, declaró con gesto solemne, manteniendo un discurso que simplifica el conflicto en términos de “buenos y malvados”.
Amenazas también a Colombia en medio de la escalada
El alcance de las advertencias no se limita a Venezuela. Trump señaló también a Colombia, acusándola de albergar laboratorios vinculados a redes de narcotráfico. El presidente estadounidense advirtió que cualquier grupo o país que facilite la entrada de drogas en Estados Unidos será “objeto de ataques”.
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, respondió mediante redes sociales e invitó a Trump a visitar el país para observar de primera mano la lucha antidroga que se desarrolla en su territorio.
Movimientos militares estadounidenses en el Caribe
Desde hace cuatro meses, Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en el mar Caribe, con un despliegue que incluye ataques a embarcaciones sospechosas y maniobras conjuntas con tropas panameñas. Además, se están adecuando puertos estratégicos para sus buques en Puerto Rico, en un gesto que Caracas interpreta como preparación operativa para una intervención más amplia.
Maduro mantiene su agenda pero lanza mensajes de paz
A pesar de la gravedad de las amenazas, Nicolás Maduro continúa con su agenda pública, en ocasiones respondiendo de forma burlona mediante bailes y mensajes en inglés dirigidos a su audiencia. El Gobierno venezolano insiste en que Estados Unidos está buscando un pretexto para justificar una intervención armada.
Preocupación internacional y llamado al diálogo
La escalada verbal y militar ya ha despertado inquietud en la comunidad internacional. Incluso el papa León XIV ha pedido “buscar maneras de diálogo”, incluyendo presión diplomática o económica, antes que una acción militar directa.
Mientras tanto, Trump mantiene su postura y, al ser preguntado si ha ofrecido a Maduro una salida negociada, respondió: “Lo hará”, reforzando su mensaje de que el mandatario venezolano “se irá”.
Trump asegura haber matado a once “terroristas” en un ataque contra una embarcación con drogas procedente de Venezuela
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