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Salud y Bienestar

Cómo detectar que alguien es ludópata: las siete señales de alerta

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La ludopatía, también conocida como adicción al juego o juego patológico, es un trastorno adictivo relacionado con la pérdida de control sobre las conductas de juego. Aunque durante mucho tiempo fue considerada un problema menor o un simple «vicio», hoy se reconoce como una enfermedad psicológica compleja que puede destruir vidas si no se detecta a tiempo.

¿Qué es la ludopatía o juego patológico?

La ludopatía es un trastorno de control de los impulsos, en el que la persona se ve obligada a jugar de forma compulsiva y progresiva. Es decir, necesita apostar cada vez más, durante más tiempo y con mayores cantidades de dinero, lo que genera un círculo vicioso que termina afectando su entorno familiar, laboral, económico y emocional.

Esta problemática se ha visto agravada en los últimos años por el acceso masivo a juegos de azar online y plataformas de apuestas deportivas, que están disponibles las 24 horas y sin supervisión. Esto ha provocado un aumento de casos de adicción al juego online, especialmente entre jóvenes y adultos jóvenes.

Síntomas más habituales de la ludopatía

Detectar los síntomas de la adicción al juego en una etapa temprana puede marcar la diferencia. Estas son algunas de las señales más frecuentes:

  • Manipulación de familiares o amigos para conseguir dinero

  • Conducta huidiza o evasiva sobre el tiempo o el dinero gastado

  • Gasto excesivo de dinero sin justificación

  • Asistencia frecuente a lugares de apuestas o conexión continua a plataformas de juego

  • Desapariciones repentinas o falta de explicaciones sobre ausencias

  • Cambios de humor bruscos sin motivo aparente

  • Búsqueda de microcréditos o préstamos para seguir apostando

Fases de la adicción al juego

Según el psicólogo Enrique Becoña, el proceso de la ludopatía suele atravesar tres fases:

  1. Etapa dorada: El jugador se enfoca en las ganancias y minimiza las pérdidas. La emoción y la euforia dominan.

  2. Etapa de desesperación: El jugador ha perdido grandes cantidades de dinero, acumula deudas y siente que ha perdido el control.

  3. Etapa de aceptación: Reconoce que tiene un problema y, en muchos casos, busca ayuda.

La adicción puede iniciarse a edades tempranas. En los hombres suele comenzar en la adolescencia, mientras que en las mujeres tiende a aparecer entre los 20 y los 40 años.

¿Cómo se trata la ludopatía?

El tratamiento de la ludopatía es fundamental. A diferencia de otras adicciones, no requiere una desintoxicación física, pero sí un proceso profundo de deshabituación psicológica. Este proceso incluye:

  • Terapia cognitivo-conductual

  • Posible uso temporal de medicación para frenar la impulsividad

  • Apoyo grupal o terapia familiar

  • Técnicas para gestionar emociones y evitar recaídas

El objetivo es que la persona recupere el control sobre su conducta y pueda reconstruir su vida personal, profesional y emocional.

¿Cómo ayudar a un ludópata?

Si sospechas que alguien cercano sufre una adicción al juego, es vital no juzgarlo, sino escucharlo y acompañarlo. Estos son algunos pasos útiles:

  • Habla con honestidad y sin reproches.

  • Sugiere acudir a un profesional de la salud mental.

  • Contacta con asociaciones especializadas, como FEJAR (Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados).

  • Evita facilitar dinero si sospechas que será usado para jugar.

Un problema que no se puede ignorar

La ludopatía es una enfermedad silenciosa que avanza rápidamente si no se trata. Además, si no se aborda a tiempo, puede derivar en otras adicciones como el consumo de alcohol, drogas u otras sustancias, generando una patología dual.

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Salud y Bienestar

Recuperar el cuerpo tras el cáncer: la fisioterapia oncológica ayuda a devolver la fuerza, confianza y calidad de vida

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Fisioterapia y rehabilitación de lesiones ¿hablamos de lo mismo?

El Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV) subraya la importancia de la fisioterapia oncológica como herramienta clave en la recuperación física y emocional de los pacientes con cáncer. Esta disciplina “ayuda a devolver la fuerza, la confianza y la calidad de vida”, destacan desde el organismo colegial con motivo del mes de la lucha contra el cáncer de mama.


Octubre: mes de la lucha contra el cáncer de mama

El videoconsejo de octubre del ICOFCV se centra en concienciar tanto a profesionales sanitarios como a pacientes sobre los beneficios de la fisioterapia oncológica en todas las fases de la enfermedad: preparación, mantenimiento y recuperación.

Cada año, en la Comunidad Valenciana se diagnostican más de 31.000 nuevos casos de cáncer, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Los más frecuentes son el cáncer colorrectal (4.462 casos), el de mama (3.905 casos) y el de próstata (3.816 casos).


Fisioterapia oncológica: recuperar la fuerza y reducir el dolor

Los largos tratamientos de quimioterapia y radioterapia afectan directamente a la resistencia física y la calidad de vida de los pacientes. En este contexto, la fisioterapia oncológica desempeña un papel esencial para aliviar los efectos secundarios más comunes:

Fatiga y cansancio

La fatiga oncológica es uno de los síntomas más frecuentes y duraderos. Los fisioterapeutas pueden pautar ejercicios personalizados que reducen el cansancio, aumentan la energía y mejoran la calidad del sueño.

Dolor y rigidez

Los pacientes pueden experimentar dolor muscular o articular debido a la cirugía o a los tratamientos. La fisioterapia ayuda a mejorar la movilidad, aliviar el dolor y reducir el uso de analgésicos.

Linfedema tras el cáncer de mama

Una de las complicaciones más comunes en mujeres operadas de cáncer de mama es el linfedema, que provoca hinchazón y pérdida de movilidad en el brazo. Con técnicas de drenaje linfático manual y ejercicios específicos, los fisioterapeutas pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Debilidad muscular

El reposo prolongado, las cirugías y los tratamientos reducen el tono muscular. La fisioterapia de fuerza ayuda a recuperar masa muscular, equilibrio y autonomía funcional.

Neuropatía periférica

Algunos tratamientos provocan hormigueo, debilidad o pérdida de sensibilidad en manos y pies. La fisioterapia trabaja para mejorar el equilibrio, la motricidad y la coordinación.


Bienestar emocional y calidad de vida

El diagnóstico de cáncer puede generar ansiedad y depresión. La actividad física pautada por fisioterapeutas no solo mejora el cuerpo, sino también la mente: libera endorfinas, favorece la socialización y mejora el estado de ánimo.


Un enfoque multidisciplinar en la lucha contra el cáncer

Desde el ICOFCV recuerdan la importancia de integrar la fisioterapia oncológica desde el momento del diagnóstico dentro de un enfoque multidisciplinar que contemple las necesidades físicas y psicológicas de cada paciente.

“La fisioterapia oncológica debe formar parte integral del tratamiento desde el inicio, acompañando al paciente antes, durante y después de los tratamientos”, subrayan desde el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana.

Los fisioterapeutas especializados en cáncer disponen de múltiples herramientas —desde el ejercicio terapéutico y las terapias manuales hasta la electroterapia— para mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida de los pacientes oncológicos.

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