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Inmunidad de grupo posible en agosto pero, ¿nos devolverá la normalidad?
Publicado
hace 4 añosen
Madrid, 15 may (EFE).- ¿Se alcanzará en agosto la inmunidad de grupo? ¿Qué implicaciones tendrá? ¿Se podrá decir adiós a las mascarillas? Es factible si el ritmo de vacunación sigue aumentando en plenas vacaciones, pero llegar a ese 70 % mágico de cobertura no será «tocar el pito» y regresar de golpe a la vida prepandémica.
El pasado lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puso fecha a la inmunidad colectiva: para el 17 de agosto, 33 millones de ciudadanos estarán protegidos frente a la covid-19, pero expertos en epidemiología, salud pública, vacunología e inmunología prefieren no marcarse plazos, cuantificar porcentajes o asociar cifras a demasiadas expectativas.
Lo más importante ahora es seguir vacunando, hacerlo rápido y no dejar una sola dosis sin poner; así lo dicen a Efe los presidentes de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos; de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas; el vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Óscar Zurriaga; y el Facultativo de Medicina Preventiva y Salud Pública del hospital Reina Sofía de Córdoba, José Luis Barranco.
¿QUÉ ES LA INMUNIDAD DE GRUPO Y CÓMO SE CALCULA?
La inmunidad de grupo es la protección indirecta que se alcanza frente a una enfermedad infecciosa debido a que hay un alto porcentaje de la población que, o bien está vacunado, o bien ya la ha pasado, de forma que estas personas actúan de cortafuegos contra el virus frenando su expansión.
No es igual en todas las enfermedades: por ejemplo, en el sarampión lo ideal es que sea de entre un 80 % y un 85 %.
¿Cómo se mide? Con el número reproductivo básico R0, que calcula a cuántas personas puede transmitir un individuo infectado. En el sarampión llega a 18, de ahí que la tasa de inmunidad colectiva sea tan alta; en el caso de SARS-CoV-2 se estableció entre 2 y 3, con lo que el número de personas que deben estar protegidas para cortar la transmisión debe rondar el 70 %, explica López Hoyos.
NO ES UN «A PARTIR DE AQUÍ, FETÉN»
Pero hay que tener en cuenta multitud de factores, uno de ellos las variantes que van apareciendo que, por su mayor transmisibilidad, pueden modificar el índice R y, con ello, la cifra en la que se fija la inmunidad de grupo.
«Se trata de aproximaciones: no hay un cálculo unívoco que diga que a partir de aquí es fetén», continúa José Luis Barranco, que añade que el porcentaje «no es un todo o nada, no significa que cuando alcanzo un 70 % sí llego pero al 69,9 %, no».
Además de que la cifra sea discutible y pueda ser susceptible de cambios, no basta con alcanzarla, sino que debe haber un reparto heterogéneo.
«No podríamos estar hablando de inmunidad de grupo incluso si tuviéramos un 90 % si el otro 10 % estuviera todo junto en otro sitio: eso implicaría que no se ha alcanzado. Por eso hablar de un porcentaje es solo estimativo, lo mejor es cuanto más alto mejor», añade Zurriaga.
Este experto pone como ejemplo Israel, donde la comunidad judía ya ha llegado a un considerable nivel de protección, «pero en la parte palestina no tienen nada. Si contáramos todos podríamos estar diciendo que sí que se alcanza, pero una zona está completamente separada de la otra».
¿CUENTAN LOS CONTAGIADOS? ¿Y LOS VACUNADOS PARCIALMENTE?
En sus cálculos, el Gobierno cuenta solo con las personas que han completado la pauta (dos dosis en los casos de Pfizer, Moderna y AstraZeneca y una en el de Janssen). «Una persona está primovacunada o correctamente vacunada cuando se han puesto dos dosis aunque se haya visto que una es altamente efectiva», subraya Barranco.
No obstante, a la inmunidad de grupo no solo se llega por la vacunación, también por la inmunidad natural adquirida con el contagio.
En España se están vacunando a todos, infectados o no, aunque en el caso de los menores de 65 años que hayan sido vacunados antes de haber transcurrido seis meses desde el diagnóstico, se considera que han completado la pauta con una sola dosis, según la estrategia de vacunación.
Así que, en opinión de Zurriaga, los que han estado en contacto con el virus también tienen esa función de cortafuegos: «hasta donde sabemos hay una cierta inmunidad que les impide tener las formas más graves de la enfermedad, lo cual es importante porque con las vacunas pasa lo mismo, tampoco protegen al 100 % y estamos viendo que algunos casos desarrollan casos leves y asintomáticos».
¿ES REALISTA LA PREVISIÓN?
Para Zurriaga, se puede incluso adelantar antes de agosto: «Todo es posible, pero depende de las vacunas que se tengan y la velocidad a la que se pongan. La capacidad de administrar dosis se puede alcanzar perfectamente porque el cuello de botella viene por la cantidad de dosis disponibles».
Al ritmo de ahora, «evidentemente no, pero el de ahora no es el real ni el que va a haber el mes que viene: con la llegada de vacunas, el músculo que van a demostrar las comunidades en cuanto a capacidad operativa va a ser mucho mayor», opina Barranco, que cree que el principal riesgo puede ser el sistema de citación.
«Hablamos de cientos de miles semanalmente en algunas de ellas, a lo que se une el riesgo de que es tiempo de vacaciones tanto del personal sanitario como de la población general. Todo eso hay que planificarlo con antelación», avisa.
López Hoyos habla más del inicio del curso escolar, porque las vacaciones van a coincidir además con la vacunación de gente más joven que se mueve más, «y va a costar que acuda a la cita».
El presidente de la SEI ve inviable que la gente se vacune en otro territorio mediante un desplazamiento, como ha dicho el Ministerio de Sanidad: «Cada uno tiene que vacunarse en su región porque no hay capacidad» y podría conllevar a una sobrecarga de las comunidades que más turismo reciben.
¿Y QUÉ PASARÁ CUANDO SE LLEGUE?
«Desde luego esto no será que de repente llegues a esa cobertura, toques el pito y haya un cambio brutal en las formas que han caracterizado nuestras formas a lo largo de la pandemia. Va a ser un proceso en el que va a haber cosas que se queden para siempre, como el lavado de manos», apostilla García Rojas.
Otras como la mascarilla «posiblemente, y en unas primera fase, se eliminarán para las personas vacunadas en los espacios abiertos y ventilados, pero se tendrá que mantener en los cerrados».
El presidente de la AEV insiste en su mensaje de «calma, prudencia y paciencia y hacer caso a lo que recomienden las autoridades sanitarias» porque lo que ocurrió el verano pasado durante la desescalada «fue completamente lamentable».
«Lo hicimos sin vacuna y con demasiada alegría por parte de todos, y eso consiguió que lo logrado con el confinamiento desapareciera después del verano. Fuimos bastante descuidados», lamenta para advertir que «seguimos en pandemia y tenemos que conservar las medidas de protección».
Zurriaga, por su parte, estima que a partir del 50 % de cobertura vacunal puede empezar a hablarse de una relajación, pero el «problema es crear un precedente que sirva para que todo el mundo se agarre a ello, esté o no vacunado. Evidentemente el que no lo esté no debería estar sin restricciones pero es que además los vacunados también podrían estar transmitiendo virus».
Por lo que él abogaría por ser «un poco más restrictivo», aunque entiende que «va a ser difícil hacerlo, en primer lugar porque de cara al turismo interesa que las restricciones no sean muchas, y por otro porque todo el mundo está muy cansado y con ganas de liberarse de alguna manera».
Y está convencido de que la mascarilla va a ser un elemento de negociación, aunque piensa que «debería ser la medida que debería quedarse más tiempo», siempre dependiendo del cómo: «si estás en mitad del monte, evidentemente no tiene mucho sentido; en un lugar multitudinario aunque sea al aire libre convendría mantenerla».
«Hay que poner siempre las medidas más razonables y «cumplibles», si alguien va a ir a bañarse al mar no va a ponerse la mascarilla, es evidente», zanja.
EL FIN DE LA FASE MÁS DURA, PERO EL VIRUS SEGUIRÁ AHÍ
El experto en epidemiología considera que no deberían plantearse relajaciones como esta hasta llegar al nivel de alerta de la nueva normalidad, que implica una incidencia de 25 casos por cada 100.000 habitantes.
«Como venimos de una situación muy mala, decir ahora que estamos a nivel nacional en una incidencia de 130 es verlo bien; pues no, no estamos bien en absoluto, todavía no», advierte.
Para López Rojas, alcanzar la inmunidad colectiva «significa la parada de la fase más dura», pero no el final de la pandemia; a partir de ahí, habrá que estudiar «cuánto va a durar la inmunidad en cada tipo de población por edad y grupo de patología y plantearse todas las medidas a tomar a continuación porque el virus va a estar ahí».
Sin embargo, el objetivo ahora mismo cree que debe ser uno: vacunar más y lo mas rápido posible, y si llegamos al 70 % en julio, «pues estupendo, y si es en septiembre, tampoco nos vamos a frustrar porque llevamos un año y pico muy duro y cuando nos hemos puesto esas metas y no se consiguen parece que ha sido un fracaso».
«No nos obsesionemos con ponernos plazos; vamos a ir avanzando de forma clara y sin ponernos un límite concreto porque lo importante es que están viniendo muchas dosis y se están poniendo. Y eso es lo importante, que no se quede ninguna vacuna en la nevera», insiste.
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La emotiva carta para los niños que descubren el secreto de los Reyes Magos
Publicado
hace 9 horasen
13 noviembre, 2025
Hay preguntas en la vida que los padres y madres quisieran que no llegaran nunca. Especialmente cuando vienen ligadas a ilusiones propias de la infancia como la temida cuestión: «¿existen los Reyes Magos?». Normalmente esta pregunta viene precedida por un comentario del tipo: «En mi clase hay un niño que dice que los Reyes Magos no existen…» y ahí dejan la bomba, a punto de explotar y los padres con cara de incredulidad, a veces, no sabiendo cómo actuar ni que responder.
Para ayudar en esta situación, muy común en muchos hogares alrededor del mundo donde hay niños, circula por las redes y foros una «carta» que ayuda a explicar de manera delicada pero emotiva la realidad de que efectivamente los Reyes Magos son los padres, pero sin romper del todo con la magia de dicha ilusión.
Desde Official Press queremos compartirla con todos esos papás y mamás que estos días pueden verse en una situación similar y no quieren ‘romper el corazón’ de sus pequeños dejen de creer en la magia de la Navidad.
La emotiva carta para los niños que descubren el secreto de los Reyes Magos
«-.Mamá mamá !! Mis amigas del cole dicen que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdaaaad? La madre de María sonríe, le da un beso y le dice:
– Mira María… Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 10 años. Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a María:
– Esta carta la recibimos en casa el día en que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea?
– ¡Sí mamá, por faaaavor!Apreciado papá y apreciada mamá de María,
Somos los Reyes Magos, sabemos que acaba de nacer María. Es un niña preciosa que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos. Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos.
Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejecito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:
1º favor:Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños.
Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.
2º favor:Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a María hasta que cumpla los 10 años.
Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque sino… ¿qué pensarán de nosotros? ¿dónde estará la magia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.
3º favor:Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos.
Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan “un poquito” en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.
Nada más. ¿No es demasiado, verdad?
Cuando María te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más lo queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón.
Melchor, Gaspar y Baltasar«
La historia de los tres Reyes Magos:
La historia de los Reyes Magos es un relato bíblico que se encuentra en el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento de la Biblia. Según la tradición cristiana, los Reyes Magos, también conocidos como los Tres Reyes, los Magos de Oriente o los Sabios, fueron los visitantes que llegaron desde el este para adorar al niño Jesús poco después de su nacimiento. La historia se encuentra en Mateo 2:1-12.
Según el relato bíblico, después del nacimiento de Jesús en Belén, un grupo de Magos de Oriente vio una estrella especial en el cielo que interpretaron como un signo del nacimiento del rey de los judíos. Los Reyes Magos eran sabios y astrónomos, y decidieron seguir la estrella hasta Belén para adorar al recién nacido.
La llegada de los Reyes a Belén
Cuando llegaron a Belén, los Reyes Magos encontraron a María, José y el niño Jesús en una casa. Se postraron y adoraron al niño, ofreciendo regalos de oro, incienso y mirra. Estos regalos tienen un significado simbólico en la tradición cristiana: el oro representa la realeza de Jesús, el incienso simboliza su divinidad y la mirra se asocia con su sufrimiento y muerte.
Después de adorar al niño, los Reyes Magos fueron advertidos en un sueño que no regresaran a Herodes, el rey de Judea, quien había pedido que le informaran acerca de la ubicación del niño para poder adorarlo también. Los Reyes Magos obedecieron la advertencia divina y regresaron a sus países por un camino diferente para evitar a Herodes.
La llegada de los Reyes Magos es celebrada en la Iglesia Católica y en muchas tradiciones cristianas el 6 de enero, una festividad conocida como la Epifanía o el Día de Reyes. En algunos países, esta festividad se celebra con desfiles, intercambio de regalos y otras festividades públicas.
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