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Fallas

VÍDEO| El peinado de valenciana paso a paso

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peinado de valenciana paso a paso
Foto: TERESA CABALLER

El peinado de valenciana es muy complejo de realizar y es que la riqueza del traje de valenciana se completa con un peinado no menos laborioso. Muchas mujeres acuden a sus peluquerías de confianza, mientras que otras prefieren hacérselos ellas mismas, o unas a otras, y es entonces cuándo pueden surgir las dudas.

Ante la proximidad de la semana grande de fallas, Official Press y Teresa Caballer Estilistas te ofrecen el paso a paso del peinado de valenciana, con tres rayas y tres moños, para que todas puedan lucir por igual de la cabeza a los pies.

El peinado de valenciana paso a paso:

Imagen: @arturpart1984

Peinado de Fallera, origen y tradición

Tal y como explica Grau Cosméticos, el peinado que lucen las falleras es uno de los trabajos de peluquería que requieren más elaboración de cuantos componen los trajes regionales españoles. Su origen se localiza en el siglo XVIII –momento en el que era habitual que las mujeres recogieran su pelo con un moño- aunque la versión actual es mucho más elaborada que la original.

Recogido de fallera

El cabello de las mujeres cuando se visten de falleras debe estar recogido en un moño bajo. Este moño se puede realizar con el cabello natural de la mujer que quiere vestirse de esta guisa, o bien –si no contamos con pelo suficiente para hacerlo o queremos una solución rápida para obtenerlo- recurrimos a un postizo.

Originariamente el cabello de las mujeres que se preparaban para vestirse de fallera se dividía en ocho partes. El cabello se cruzaba horizontalmente con una aguja gruesa (formada por lo que llaman “espasa” y “canó”), alrededor de la cual realizaban un moño que se desarrollaba en forma de ocho.

Para finalizar este peinado, las mujeres de ese momento realizaban dos trenzas y rodeaban el recogido central con cada una de ellas. De esta manera obtenían un elaborado peinado que llamaba la atención de todas las personas que lo veían y realzaba la belleza de la mujer que lo lucía.

El cambio en el siglo XIX

Durante el siglo XIX este peinado se modificó ligeramente para adaptarse a las nuevas modas que se imponían en la peluquería femenina. De esta manera el cabello se dividía en tres secciones, con una raya en medio y otra parte de oreja a oreja.

Con la sección de pelo que quedaba en la parte trasera, las mujeres realizaban el moño anterior pero, además, a cada lado de la cara, pegados a las orejas, añadían un pequeño moñito en forma de caracol, llamado “rodete”.  Este pequeño moño se intentaba fijar con ayuda de dos horquillas (una que se ponía de forma vertical y otra que se colocaba en la horizontal).

El ambos casos –es decir, tanto si se quiere reproducir el moño del siglo XVIII como la variante del siglo XIX- se remata con una peineta trasera o con dos réplicas de la peineta principal pero de tamaño más pequeño, una en cada rodete.

Con todo ello se consigue dibujar el peinado típico de fallera. Un trabajo muy laborioso pero también de gran belleza.

Ondas en el peinado de fallera

Sin embargo, no sólo el moño es característico del peinado de las falleras. También es habitual que se dibujen unas ondas con la parte del cabello más cercana a las puntas. Y esto es necesario hacerlo y fijarlo adecuadamente para que durante el transcurso de nuestro paseo no se pierda esa forma.

En ambos casos necesitaremos productos que recojan nuestro cabello y lo fijen. Y es que es necesario que, después de tanto trabajo, el peinado se mantenga tal y como se ha realizado a primera hora de la mañana o de la tarde. Pero, claro, que lo haga sin afectar negativamente al cabello. Es decir, sin resecarlo o sin dejarlo apelmazado o enredado cuando lo retiremos con ayuda de agua.

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Fallas

Una Fallera Mayor de Valencia en el documental de Miguel Bosé

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Bosé Renacido

Al ritmo de «Los chicos no lloran» comienza el documental «Bosé Renacido», un Miguel Bosé emocionado habla sobre su infancia, sus hijos, su activismo, sus padres y su carrera musical. Durante los cuatro episodios que acogen más de 50 años de carrera se puede apreciar una gran sorpresa fallera que hace referencia a la estrella que es y ha sido Miguel Bosé.

«Bosé Renacido» el nuevo documental de Miguel Bosé en el que se cuelan Las Fallas

Todos creen conocer su historia, pero él jamás la ha contado. Miguel Bosé nace y crece entre focos, rodeado de popularidad. Ha sido y es un personaje deseado, amado, envidiado y criticado por la prensa y el público. Desde su nacimiento estuvo destinado a romper moldes y se ha forjado una carrera repleta de éxitos.

A pesar de que Bosé nunca ha sido muy amigo de los medios, ahora ha encontrado el momento para contar «toda la verdad». Movistar Plus ha hecho junto al cantante un documental de cuatro capítulos que se estrenó el martes pasado, en el que el cantante confiesa haberse sentido liberado, después de grabarlo.

En ‘Bosé Renacido’, el lado más íntimo del artista se personifica en las cuatro casas que han vertebrado su vida, escenarios llenos de recuerdos y vivencias, cuyas puertas nos abre Miguel Bosé. El viaje comienza en la finca Villa Paz, en Cuenca, donde pasaba cada verano viviendo los días “más felices” de su vida. Allí es donde nació su amor por la naturaleza y donde el cantante confiesa haber vivido la etapa más feliz de su vida, su infancia.

La casa familiar de Somosaguas (Madrid) que fue refugio de músicos, pintores y escritores y en la que ha vivido la mayor parte de su vida. Una casa que “estaba cargada de recuerdos, de presencias”, tal y como ha asegurado Bosé.

Y de repente aparecen Las Fallas

Pero también están presentes la nueva casa de Somosaguas. De hecho, en este tercer capítulo hay una gran sorpresa con aires falleros. En el capítulo llamado «Bandido» cuenta la parte de la vida en la que Bosé estaba en lo más alto, pero también iba a la deriva pasando por el terrible mundo de las drogas. Mientras Bosé cuenta esta parte de su vida y se van sucediendo fotogramas, sin esperarlo aparece una gran Fallera Mayor de Valencia, Marta Querol.

Marta Querol, anfitriona de Bosé

Bosé visitó las Fallas de Valencia en 1988 y tal y como se puede apreciar en el fotograma se le entregó una insignia. La encargada de recibirle y atenderle en el balcón del Ayuntamiento fue la Fallera Mayor de Valencia 1988, la escritora Marta Querol, quien compartió con el artista una mascletà de Fallas.

Marta ha declarado a Official Press que recuerda «ese día como si fuera hoy, tanto yo como las chicas de la Corte. Era un ídolo para la gente joven. Un chico muy educado, muy pausado, transmitía mucha tranquilidad. Fue una mascletà muy especial la que compartimos con Miguel Bosé».

Justo ese año el cantante había sacado el disco «De bandido a duende» con grandes canciones como Nena, Amante Bandido o Como un Lobo.

A través de sus casas, su música, sus álbumes de fotos familiares y los testimonios de su entorno más cercano, conocemos a Miguel.

 

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