Síguenos

Salud y Bienestar

El peligro oculto de los suplementos: cómo pueden causar daño hepático, insuficiencia y fallos en el hígado

Publicado

en

suplementos problemas hígado

 los últimos 30 años, la relación con los suplementos ha pasado de ser una alternativa de apoyo nutricional a convertirse en una auténtica obsesión, especialmente en Estados Unidos, donde más de la mitad de los adultos los consumen para tratar problemas de salud y trastornos psicológicos.

Plataformas como TikTok han impulsado tendencias que promueven la ingesta de suplementos sin respaldo médico: algunos usuarios toman berberina para acelerar el metabolismo, otros famosos ingieren musgo marino para la salud intestinal y los biohackers recurren a la metformina en busca de longevidad.

Sin embargo, los expertos advierten que los suplementos no son una solución mágica y pueden suponer riesgos para la salud. Estudios recientes han evidenciado un aumento en los casos de lesiones y fallos hepáticos asociados a su consumo.

¿Son seguros los suplementos? El lado oculto de su consumo

Aunque los suplementos prometen mejorar el estado de ánimo o ayudar a perder peso, la realidad es que muchos pueden hacer más daño que bien. En los últimos 25 años, se ha registrado un aumento significativo de enfermedades hepáticas relacionadas con estos productos, además de efectos secundarios como:

Cambios de humor
Problemas gastrointestinales
Fatiga y debilidad
Cálculos renales
 Caída del cabello
 Hipertensión

Este problema se debe a tres factores clave:

1️⃣ Compuestos tóxicos en suplementos no regulados
2️⃣ Interacciones perjudiciales con medicamentos
3️⃣ El peligro de la megadosis (ingesta excesiva de nutrientes)

El Dr. JoAnn Manson, endocrinólogo y profesor en la Facultad de Medicina de Harvard, advierte:

«Todo el mundo busca la píldora milagrosa para ralentizar el envejecimiento o prevenir enfermedades, pero la mayoría de los suplementos no tienen respaldo científico suficiente.»

¿Realmente los suplementos funcionan?

Desde hace miles de años, la humanidad ha recurrido a hierbas, minerales y metales para tratar enfermedades. Sin embargo, la popularidad actual de los suplementos ha crecido en gran medida debido al marketing y la falta de regulación.

Casos donde los suplementos pueden ser beneficiosos:

Ácido fólico en embarazadas: Previene defectos congénitos
Vitamina B12 en adultos mayores: Mejora la función cognitiva
 Omega-3: Contribuye a la salud cardiovascular
 Probióticos: Alivian el síndrome del intestino irritable

Para el resto de usos, los expertos coinciden en que la mayoría de los suplementos no cumplen sus promesas.

Riesgos de los suplementos: daño hepático y otras complicaciones

El consumo excesivo de ciertos suplementos puede provocar insuficiencia hepática.

Según estudios de 2022, hasta un 43% de las lesiones hepáticas inducidas por fármacos en EE.UU. están relacionadas con suplementos, lo que ha multiplicado por ocho estos casos en los últimos 25 años.

Algunos ingredientes comunes con potencial daño hepático incluyen:

 Té verde: presente en suplementos para perder peso
 Ashwagandha: popular en productos para la ansiedad
 Cúrcuma: usada como antiinflamatorio
 Cohosh negro y garcinia cambogia: comunes en productos para la menopausia y la pérdida de peso
 Arroz de levadura roja: utilizado para reducir el colesterol

El hepatólogo Marwan Ghabril recomienda:

«Evitar cualquier suplemento con hierbas o ingredientes botánicos, ya que pueden provocar efectos adversos graves.»

¿Cómo elegir un suplemento seguro?

Dado que la FDA no regula los suplementos como los medicamentos de prescripción, es importante tomar precauciones antes de consumirlos.

 Consulta a un médico antes de tomar cualquier suplemento
 Compra solo en marcas certificadas con pruebas de terceros
 Evita megadosis y revisa posibles interacciones con otros medicamentos
 Verifica fuentes confiables como la Oficina de Suplementos Dietéticos de los NIH

Conclusión: ¿son necesarios los suplementos?

El cardiólogo Dariush Mozaffarian señala:

«No hay píldoras mágicas para la salud. La clave es una dieta equilibrada, ejercicio, sueño adecuado y reducción del estrés.»

Si bien algunos suplementos pueden ser útiles en circunstancias específicas, la mejor forma de obtener nutrientes sigue siendo a través de alimentos naturales y hábitos saludables.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

Publicado

en

Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo