Marcelino García Toral, gato viejo, había declarado en la previa que el paso a semifinales se decidiría dentro de 7 días. Y no pudo estar más acertado. La teórica superioridad de un equipo sobre otro en una competición como la Copa se minimiza. Más aún cuando el rival es uno de los vigentes finalistas de la edición anterior y que atraviesa el mejor momento de la actual temporada, ya que ha resucitado con la llegada de Abelardo.
El primer tiempo del Valencia fue desastroso. Los nervios y el exceso de ansiedad pasaron factura y pudieron costarle muy muy caro. Pero también es destacable la gran reacción tras pasar por los vestuarios, para acabar obteniendo un triunfo que se había puesto más que difícil tirando de épica y buen juego.
Y es que los locales arrancaron muy mal, o los visitantes muy bien, que es uno de esos intangibles del fútbol que nunca acertamos a descifrar. En el minuto dos, Montoya cede temerariamente hacia Jaume, Rubén Sobrino se cruza, regatea al guardameta y, muy escorado, falla un gol que parecía cantado. Suerte para el Valencia. Y en el 4, otro error, esta vez de Paulista, que despeja hacia atrás defectuosamente, y Hernán Perez aprovecha para enganchar de volea y enviar al palo. ¡Mucha suerte!
No acababa de activarse el equipo blanquinegro, aunque hacia el cuarto de hora Kondogbia se inventó un chutazo que le salió centrado y no pudo sorprender a Sivera. Acto seguido, Guedes probaba también desde lejos desviado y fuera. En ambas ocasiones, el pase de Parejo.
Pero no estaban a gusto los valencianistas. Perdían una pelota tras otra, sobre todo el capitán, ante un Alavés bien colocado y agresivo en su juego, tanto por el número de faltas cometidas como por sus intenciones ofensivas en cuanto robaban. El partido estaba muy vivo.
En la enésima contra blanquiazul, Hernán Pérez la volvió a tener. Su remate duro al palo corto lo sacó impecablemente Jaume a córner. Y Guideti, al ejecutar una falta desde la frontal, obligo de nuevo al portero valenciano a intervenir. Sufrimiento en Mestalla, demasiado, porque el Valencia estaba desaparecido.
Y hubo polémica, cómo no. Paulista pidió penalti de Pina, y en el área contraria se reclamaron manos de Montoya. González González se encogió de hombros en ambos casos. El colegiado fue protagonista en la primera parte, en la que los jugadores visitantes tuvieron que cometer 16 faltas para ver una amarilla.
Con Parejo y Kondogbia sin dar señales de vida en el centro del campo, y Guedes, Zaza y Vietto prácticamente inéditos se llegó al descanso sin movimiento en el marcador. El Alavés había sido superior y había merecido más.
El inicio de la reanudación fue bien diferente. El Valencia dominaba, aunque sin fluidez en el juego, y los hombres de Abelardo acusaban el desgaste y ya no asfixiaban con su presión. En una preciosa combinación entre Gayà y Rodrigo, que había sustituido a un desacertado Andreas, Guedes a punto estuvo de marcar, pero Alexis rechazó a córner cuando el tanto parecía inevitable.
El encuentro se teñía de blanquinegro poco a poco. Rodrigo también la tuvo en un centro pasado, pero se llenó de balón para disparar a las nubes. Y en el 65 cuando más apretaba el Valencia, el drama. Rubén Sobrino, que había fallado lo más fácil en el minuto 1, hace lo imposible. Lanza un obús tierra-aire que se cuela por toda la escuadra de Jaume, 0-1, un gran gol que amenzaba la continuidad copera de los locales.
Pero el Valencia no se hundió. Mina saltó al campo por un Vietto que no fue el de los octavos. Marcelino quemaba sus naves, no quedaba otra. En el 73, internada de Guedes por la derecha -llevaba toda la segunda parte cambiado de banda- y su centro-chut se envenena y se cuela en la portería de Sivera, un ex de la casa. 1-1, la remontada más cerca. Y más todavía cuando Diéguez se autoexpulsó tras cazar al extremo portugués y ganarse la segunda amarilla.
Mestalla y sus jugadores tocaron arrebato y fueron a por la victoria, y la consiguieron. Mina se sacó de la chistera un pase de fantasía para Rodrigo, quien prolongó su idilio con el gol y fusiló a Sivera por donde parecía que no había hueco. 2-1 para voltear el resultado y tomar una mínima ventaja para el encuentro a vida o muerte de la próxima semana en Mendizorroza. ¡Viva la Copa!
2. Valencia CF: Jaume, Montoya, Garay, G. Paulista, Gayà, Parejo, Kondogbia, Andreas (Rodrigo, m. 57), Guedes, Vietto (Santi Mina, m. 70) y Zaza.
1. Deportivo Alavés: Sivera, Martín, Alexis, Maripan, Diéguez, Dani Torres, T. Pina, Hernán Pérez (Ibai, m. 76), Wakaso (Pedraza, m. 67), R. Sobrino y Guidetti (Munir, m. 62).
Goles: 0-1. M. 66: R. Sobrino. 1-1. M. 73: Guedes. 2-1. M. 82: Rodrigo.
Árbitro: González González, del comité de Castilla y León. Amonestó a Guedes, Santi Mina y Kondogbia del Valencia CF, y a Tomás Pina y Wakaso del Deportivo Alavés. Expulsó al visitante Diéguez por doble amarilla en el minuto 77.
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