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Jesús Vázquez se derrumba al hablar del caso ‘Arny’

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Jesús Vázquez fue el invitado en el programa ‘Mi casa es la tuya’ de Bertín Osborne y se ha sincerado como nunca lo había hecho. El presentador habló abiertamente sobre uno de los peores momentos de su vida: el caso ‘Arny’. En 1996 salió a la luz una presunta red de prostitución de menores producidas en un bar gay de Sevilla. Un caso en el que se involucró a muchas personas famosas, entre ellas a Jesús Vázquez.

«Hicieron sangre de gente inocente. Yo ni conocía el bar. Nunca estuve (…) Es una de las manchas negras de la justicia. Ahí estaba todo el mundo. No se puede montar algo así si no estaba todo el mundo implicado: la policía, la fiscalía… (…) En el juicio salían cosas que yo alucinaba. Unas cosas que daban mucho miedo. En el juicio salió todo (…) Salimos inocentes porque se demostró que todo era un montaje», confesaba Vázquez a Bertín.

«Para que veas lo raro y siniestro que fue, llamaron por teléfono a la casa de mis padres y le dijeron a mi madre que tenía que ir al juzgado de Sevilla al día siguiente o que si no iban a proceder a una orden de busca y captura. No fue con una citación ni nada. Llamaron a las diez de las noche. Mi madre me llamó llorando», una confesión que le hizo romper a llorar. Y tras recuperar la voz, Jesús siguió: «Yo me cogí un coche y me fui sin dormir a Sevilla. Yo le decía a la jueza que no había estado en ese bar, que se lo juraba y que le estaban mintiendo. Me dijo que tenía que dar 6.000 euros de fianza en ese momento o que entraba en prisión. ¿Tú te crees que se puede hacer eso según el testimonio de un yonqui? Al final encima se suponía que era para defender a menores de los monstruos. Pero al final sé que esos chavales siguieron en la calle, consumiendo drogas, prostituyéndose… No les importaban, iban a por nosotros», confesaba.

Al final Jesús Vázquez fue inocente, pero no sin haber sufrido unas más que duras consecuencias personales: «En el juicio se desdijeron los chavales. Yo creo que les dimos pena. Delante del juez dijeron que les habían obligado a decirlo. ¿Quién? La policía. Todo quedó en nada».

El peor momento para Jesús: mentir a su madre para que falleciera en paz
Durante todo el proceso a Jesús Vázquez se le cerraron las puertas a nivel profesional, nadie le quería. Por lo que reclamó a la justicia y pidió indemnizaciones: «Fue una muerte profesional. No podía ir ni a un restaurante porque la gente me miraba como un asesino. Era muy injusto porque ninguno era culpable».

Pero si no poder trabajar fue un momento complicado, el mayor drama de su vida fue gestionar este caso con la enfermedad de su madre que padecía cáncer y, según relataba Jesús, este episodio le hizo empeorar. Lo que llevó al presentador y a sus hermanos a tomar una decisión: «Mi madre estaba destrozada. Como ya veíamos que se iba, tuvimos una idea muy chula: mentirle. Le quitamos la tele del hospital y fuimos los tres hermanos e hicimos un teatro diciendo que ‘¡ya está, ya se acabó todo!’. Y al día siguiente se murió, Bertín. Estaba esperando a que pasase. En el último momento lo hicimos bien pero los últimos meses de vida la hicieron sufrir mucho», un momento en el que Vázquez se derrumbó.

Jesús Vázquez ha asegurado que no guarda rencor. También que en esa etapa lo pasó un poquito mejor gracias a Jorge Cadaval. El Moranco le llamó sin apenas conocerle para ofrecerle instalarse en su casa en medio de toda la polémica. La casa de Los Morancos se convirtió en un refugio para Jesús.

A partir de entonces Jesús y Jorge se convirtieron en familia. En ‘Mi casa es la tuya’, el humorista acompañó a Bertín y Jesús en el almuerzo y dio más detalles sobre cómo lo había pasado Jesús con el escándalo.

«A él le daba vergüenza salir a la calle. Yo le decía: ‘vergüenza de qué’. Me dijo que salía con el casco de la moto y yo le respondía que si acaso era la hormiga atómica. Así que le llevaba a la plaza a comprar y le sacaba a la calle todas las horas», revelaba Jorge.

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La historia de la tiara rusa que lució la reina Letizia en la cena de gala en honor al sultán de Omán

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La joya, una de las más emblemáticas del joyero real español, perteneció a la reina María Cristina de Habsburgo y solo ha sido utilizada tres veces por doña Letizia.


✨ Una noche de gala en el Palacio Real

El Palacio Real de Madrid volvió a brillar este martes 4 de noviembre de 2025 con motivo de la visita de Estado del sultán de Omán, Haitham Bin Tarik. Tras la ceremonia de bienvenida, los reyes ofrecieron una cena de gala que reunió a personalidades del mundo político, económico y diplomático.

Para la ocasión, la reina Letizia volvió a deslumbrar con uno de sus estilismos más aplaudidos: un vestido azul cobalto de The 2nd Skin Co. que ya había lucido en 2024, y la majestuosa tiara rusa, una pieza cargada de historia y simbolismo.


💎 La tiara rusa: una joya con pasado imperial

La llamada tiara rusa fue un encargo de María Cristina de Habsburgo-Lorena, madre de Alfonso XIII, inspirada en los tradicionales tocados rusos conocidos como kokoshnik.

Fabricada en platino, perlas y diamantes, la pieza destaca por su elegancia simétrica y su brillo frío, propio de las joyas de corte imperial. Tras la muerte de María Cristina en 1929, la tiara pasó a Alfonso XIII, quien la regaló a su nuera, María de las Mercedes de Borbón, con motivo de su boda con don Juan de Borbón en 1935.

Durante décadas, la condesa de Barcelona permitió que otras mujeres de la familia la lucieran en ocasiones especiales, entre ellas la reina Sofía, su hija Pilar de Borbón y su nieta Simoneta Gómez-Acebo.


👑 De la reina Sofía a la reina Letizia

En el año 2000, tras el fallecimiento de la condesa de Barcelona, sus tres hijos heredaron la joya, pero el rey Juan Carlos I alcanzó un acuerdo con sus hermanas, Pilar y Margarita, para que la tiara rusa pasara al joyero de la reina Sofía.

La reina emérita la lució de nuevo en 2006, durante una visita de Estado a Noruega, y la convirtió en una de sus piezas más reconocibles.

No fue hasta 2018 cuando la reina Letizia la estrenó públicamente durante la cena de gala ofrecida al presidente de China, Xi Jinping. Desde entonces, solo la ha llevado en tres ocasiones, incluyendo la reciente cena en honor al sultán de Omán.


💫 Detalles del estilismo de Letizia

En esta última aparición, Letizia apostó por una melena suelta con ondas marcadas, un peinado poco habitual en ella, pero perfecto para sostener la tiara. Completó su look con los pendientes de chatones que forman parte de las llamadas joyas de pasar de la Familia Real española, pertenecientes originalmente a la reina Victoria Eugenia.

La monarca lució también la condecoración de la Orden de Omán, una pieza con una gran estrella central, entregada por el propio sultán durante la ceremonia.

Por su parte, el sultán Haitham Bin Tarik vistió el collar de la Orden de Isabel la Católica, distinción otorgada por el rey Felipe VI como símbolo de amistad entre ambos países.


🌍 Un encuentro diplomático y simbólico

Esta visita de Estado, la primera en dos años, refuerza los lazos diplomáticos entre España y Omán. Originalmente prevista para mayo, fue pospuesta tras el fallecimiento de un familiar del sultán. Finalmente, Sayyida Ahad bint Abdullah no acompañó a su esposo en esta ocasión.

La agenda de los Reyes continúa cargada de compromisos: el próximo domingo, Felipe VI y Letizia viajarán a China para una nueva visita de Estado en Pekín.

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