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Máxima expectación ante la vuelta a los ruedos de Jesulín de Ubrique: «No lo hago por dinero»

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MADRID, 10 Ago. (CHANCE) – Faltan solo 9 días para que Jesulín de Ubrique se vista de nuevo de luces. El torero volverá a los ruedos el próximo domingo 19 de agosto en la plaza de toros de Cuenca. Acompañado por Cayetano Rivera y Juan José Padilla, el diestro firmará el que será su retorno y su adiós pues no se plantea volver a torear hasta el 2020, año en el que se cumplan 30 años de su alternativa.

Así lo ha explicado a la revista Corazón TVE en una entrevista exclusiva con la periodista Beatriz Cortázar. Seguro de la decisión que tomó hace meses, Jesús vuelve a insistir en que no busca dinero ni fama: «Si fuera una cuestión económica, de la misma manera que he aceptado esta corrida habría ido a muchas otras. Incluso en América. Y no lo voy a hacer. Me niego en rotundo. Esto es un día y se acabó», y añade: «Esto es una suma de cosas personales, un reto a fin de cuentas. Ha sido una decisión muy meditada, pero no es con idea de seguir en los ruedos, porque para eso he tenido tiempo. Esto es diferente».

Una determinación que tuvo y que no compartió con los suyos hasta que ya fue un hecho: «Lo anuncié cuando ya estaba dado el paso y era la manera de evitar que me lo quitaran de la cabeza. Te aseguro que mi familia jamás me ha dado un problema en ese aspecto. Ni cuando me he querido ir, que lo han aceptado de maravilla, ni a mi vuelta, que también tuve apoyo incondicional».

JESULÍN: «PASAMOS UNA MALA RACHA COMO LE PUEDE OCURRIR A CUALQUIER MATRIMONIO»
Su familia es su pilar fundamental, por eso cuenta con ellos en este día tan importante aunque no descarta que María José Campanario no acuda a la plaza: «María José no suele ir. El resto será una decisión suya: tienen su palco por si quieren acudir».

Recuperada la armonía familiar después de una racha mala, Jesús explica que su mujer ya está recuperada de los últimos episodios de fibromialgia que ha tenido: «Se encuentra mucho mejor y esperemos, que, en breve, pueda retomar su trabajo, su vida normal y que vuelva a ejercer su profesión de odontóloga que tanto esfuerzo le ha costado conseguir. Pasamos una mala racha, como le puede ocurrir a cualquier matrimonio». Y es que a pesar de la tormenta, la pareja celebra cada año de casados como si fuera el primero: «Hemos celebrado nuestro aniversario de casados de 16 años que, aunque suena a mucho, para nosotros es como estar empezando».

Sin querer hablar nada de su hija mayor, Jesús Janeiro sí ha querido responder a las críticas de los antitaurinos: «Nunca he querido perder el tiempo en querer explicarle a un antitaurino cómo es esto, porque veo que son cuadriculados y no dan ninguna opción. Luego lees las barbaridades que sueltan cada vez que hay una desgracia».

Y sobre su pasado, Jesulín lo tiene claro, él no se arrepiente de nada porque «lo que he hecho ha sido queriendo, con acierto o sin él, ya que todos nos equivocamos, pero es imposible arrepentirse».

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Iñaki Urdangarin rompe su silencio en su entrevista más dura: “Perdí prácticamente todo y uno de los amores de mi vida, que es Cristina”

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Iñaki Urdangarin
IÑAKI URDANGARIN/ EUROPAPRESS

Iñaki Urdangarin ha concedido la que ya es su entrevista más impactante desde que fue condenado por el caso Nóos. Durante 55 minutos de conversación en el programa Pla seqüència, de La 2 Cat, el exduque de Palma se ha abierto como nunca y ha repasado, sin filtros, los episodios más dolorosos de su vida reciente: la cárcel, la soledad, la caída personal y profesional y, sobre todo, el final de su matrimonio con la infanta Cristina.

En una charla íntima, en catalán y con un periodista al que le une una amistad de más de 30 años, Urdangarin ha mostrado una faceta desconocida para el gran público, marcada por la autocrítica, la emoción y el reconocimiento de las pérdidas que arrastra desde hace más de una década.

“Lo peor de mi condena fue perder a mi mujer”

La pregunta fue directa y la respuesta, demoledora. Al ser interrogado por el momento más duro de su etapa en prisión, Iñaki Urdangarin no dudó:
“Lo que perdí en prisión fue mucho tiempo. Materialmente perdí prácticamente todo. Y después hay una pérdida muy grande, uno de los amores de mi vida, que es Cristina”.

El exmarido de la infanta Cristina reconoció que el proceso judicial y la posterior condena no solo le arrebataron su libertad, sino también su estabilidad emocional y familiar. “Fue un periodo muy duro. Lo pasamos muy mal durante toda esa época y hubo consecuencias. Me da pena porque es una mujer a la que quiero mucho”, confesó, visiblemente emocionado.

Cataluña, el lugar desde el que decide hablar

Urdangarin explicó que eligió este formato y este idioma por una razón muy personal. Cataluña es el territorio donde creció, donde fue feliz y donde nacieron sus cuatro hijos. “La vinculación con esta tierra es muy importante. Mis hijos son catalanes y ahora estoy a medio caballo entre Vitoria y Barcelona”, señaló al inicio de la entrevista.

Esa cercanía emocional marcó el tono de toda la conversación, en la que se mostró tranquilo, aunque con nervios inevitables al enfrentarse por primera vez a una entrevista televisada tras años de silencio.

El día que supo que entraría en prisión

Uno de los momentos más reveladores llegó al recordar el instante exacto en el que supo que su ingreso en prisión era inevitable. “Estaba comiendo con mi mujer, Cristina, en Ginebra. Yo había trabajado 16 años para darle la vuelta a las acusaciones. Hasta el último momento pensamos que podíamos lograrlo”, relató.

Tras conocer la sentencia, reunió a sus hijos en Suiza para explicarles la situación y decidir juntos cómo afrontar lo que estaba por venir. Un episodio que, según él, marcó un antes y un después en su vida familiar.

“El primer día en la cárcel fue el peor”

Iñaki Urdangarin describió su llegada a prisión como un golpe devastador. “Cuando entras te das cuenta de que se ha acabado una etapa y empieza otra larga y dura. Todo cae. No tienes teléfono, no tienes nada. Los tres primeros meses lo pasé muy mal”, aseguró.

Por motivos de seguridad, eligió cumplir su condena en la prisión de mujeres de Brieva, donde vivió prácticamente aislado. “Era estar en un módulo vacío. Fueron mil noches dentro, con sus mil días”, recordó, reconociendo que no gestionó bien emocionalmente aquel periodo.

“Lloré muchísimo y entré en un bucle negativo”

El exdeportista olímpico no escondió su vulnerabilidad al hablar de su estado psicológico. “No estoy orgulloso de cómo gestioné emocionalmente mi situación. Lloré muchísimo y preocupé a la gente que estaba fuera”, confesó.

Con el paso del tiempo, encontró en la escritura una vía de escape. Durante meses llenó cuadernos con pensamientos, miedos y reflexiones que le ayudaron a recomponerse. No descarta que algún día esos escritos puedan convertirse en unas memorias, siguiendo la estela de otros miembros de la familia real.

El apoyo clave: su madre y sus hijos

Si hubo una figura esencial durante su caída, esa fue su madre, Claire Liebaert. “Ha sido mi primer apoyo siempre. Ella me conoce, igual que mis hijos”, afirmó. Urdangarin insistió en que su entorno más cercano nunca dudó de él: “Mi madre y mis hijos saben que es imposible que yo tuviera voluntad de delinquir”.

Una afirmación con la que vuelve a defender su versión de los hechos y su papel en el caso Nóos, aunque asegura que hoy vive sin rencor.

“El rencor no te ayuda, solo te resta energía”

El cierre de la entrevista estuvo marcado por un mensaje de aprendizaje personal. Urdangarin explicó que el rencor fue uno de los sentimientos que más trabajó en prisión. “Tienes que repasar honestamente lo que has hecho bien y lo que has hecho mal, aceptar dónde estás y darte cuenta de que el rencor no te ayuda. Eso se quedó allí, cuando se cerró la puerta de la prisión”, concluyó.

Con esta entrevista, Iñaki Urdangarin rompe definitivamente su silencio y ofrece su testimonio más crudo hasta la fecha, poniendo palabras al coste personal, familiar y emocional de uno de los mayores escándalos de la historia reciente de la familia real española.

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