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Síndrome de la clase turista, ¿qué es y cómo evitarlo?

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Síndrome de la clase turista

El síndrome de la clase turista tiene unas consecuencias sobre la salud que no son tontería. Un viaje de varias horas en avión, tren, autobús o coche, pero también tener un trabajo o un problema de salud que le lleve a pasar tiempo sin moverse del asiento o la cama, puede pasarte factura. La falta de movimiento dificulta la correcta circulación sanguínea y favorece que algunas personas lleguen a sufrir pequeños trombos que, si se forman en las venas profundas, podrían provocar un problema más grave al ascender hasta el pulmón.

Síndrome de la clase turista:

Más edad, más riesgo

Dolor en la pierna, hinchazón, color azulado… pero también dolor en el pecho, falta de aire, sensación de angustia… Son algunos de los síntomas de alarma, que a veces llegan días más tarde. La edad es un factor de riesgo, pero no el único. Cualquier situación que favorezca una coagulación excesiva puede desembocar en una trombosis. Es el caso del embarazo o de algunos tipos de cáncer y sus tratamientos. El tabaquismo y la obesidad también incrementan el riesgo.

Consejos para prevenir el síndrome de la clase turista

Calzado y ropa. Es recomendable utilizar ropa suelta y, si tienes mala circulación, medias de compresión venosa hasta la rodilla. En cuanto al calzado es aconsejable ponerse unos zapatos cómodos, que se pueda abrir o quitar con facilidad si el pie se dilata, evitando cuñas y tacones muy altos.

Aprovecha cuanto puedas y ¡muévete! Aunque el medio de transporte no siempre lo permite, hay que intentar moverse y levantarse del asiento cada 1 o 2 horas a ser posible.  En los viajes en avión, camina de tanto en tanto por el pasillo de la aeronave y aproveche para pasear en las escalas, en vez de esperar sentado.

Comida y bebida. Es recomendable beber abundantes líquidos para evitar la deshidratación, preferiblemente agua, y evitar el alcohol, té y café, ya que estas bebidas pueden favorecer la aparición de trombos. Durante el trayecto también es mejor evitar comidas copiosas que puedan provocar sensación de pesadez.

Ejercicios cada dos horas. Dedica entre 5 y 10 minutos a hacer estas pequeñas series de ejercicios. El resto del tiempo procura no cruzar las piernas, ni doblarlas mucho, ni dejarlas colgando ya que estas posturas incómodas dificultan el flujo sanguíneo en las extremidades inferiores.

  1. Levanta el pie y haz giros de botillo
  2. Sube y baja las puntas de los pies con los talones apoyados
  3. Sujeta algo entre las rodillas mientras subes y bajas las piernas.
  4. Masajea tus piernas con movimientos ascendentes.

 

Fuente: OCU

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El día más corto del año: cuándo es el solsticio de invierno en 2025 y por qué es tan importante

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solsticio invierno
FREEPIK ARCHIVO

Cada mes de diciembre, el calendario señala una fecha clave que va mucho más allá de una simple curiosidad astronómica. El solsticio de invierno marca el día con menos horas de luz del año y simboliza un punto de inflexión natural: a partir de ese instante, las jornadas comienzan a alargarse de forma progresiva, aunque casi imperceptible al principio.

Este fenómeno, seguido desde hace miles de años por civilizaciones de todo el mundo, continúa despertando interés tanto por su significado científico como por su carga simbólica. En 2025, el solsticio volverá a producirse puntualmente en diciembre, dando inicio al invierno astronómico en el hemisferio norte.

¿Cuándo se produce el solsticio de invierno en 2025?

En 2025, el solsticio de invierno tendrá lugar el 21 de diciembre a las 15:03 horas (hora peninsular española). Es importante matizar que el solsticio no dura un día entero, sino que es un instante exacto, el momento en el que el Sol alcanza su menor altura aparente sobre el horizonte en el hemisferio norte.

Desde ese preciso segundo, la duración del día empieza a aumentar poco a poco. Aunque durante los días posteriores el amanecer aún puede retrasarse ligeramente, el número total de minutos de luz diurna comienza a crecer, marcando el inicio del llamado “retorno de la luz”.

Qué ocurre exactamente durante el solsticio de invierno

La palabra solsticio procede del latín sol (Sol) y sistere (detenerse), y hace referencia a la sensación de que el Sol “se detiene” en su recorrido antes de invertir su trayectoria aparente.

La explicación científica

El fenómeno se explica por la inclinación del eje terrestre, que se mantiene en unos 23,5 grados respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación es la responsable de que las estaciones existan y de que la cantidad de luz solar que recibe cada hemisferio varíe a lo largo del año.

Durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte:

  • El Sol se sitúa perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, en el hemisferio sur.

  • En el sur se vive el día más largo del año.

  • En el norte se registra la noche más larga y el día más corto.

Por qué la fecha del solsticio cambia cada año

Aunque suele producirse entre el 20 y el 22 de diciembre, el solsticio de invierno no cae siempre el mismo día ni a la misma hora. La razón está en que el calendario gregoriano no encaja de forma perfecta con el año solar real.

La Tierra tarda aproximadamente 365 días y casi seis horas en completar una órbita alrededor del Sol. Ese desfase se corrige con los años bisiestos, que añaden un día extra cada cuatro años. Además, influyen otros factores como:

  • Pequeñas variaciones en la órbita terrestre.

  • La precesión del eje terrestre, un lento movimiento similar al de una peonza.

Todo ello provoca ligeros cambios en la fecha y hora exactas de los solsticios a lo largo del tiempo.

El día más corto del año según la latitud

El impacto del solsticio no se percibe de la misma forma en todos los lugares del planeta. La duración del día depende directamente de la latitud:

  • En España, el 21 de diciembre de 2025:

    • En Madrid, el día durará algo más de nueve horas.

    • En el norte peninsular, la luz será todavía más escasa.

  • En latitudes próximas al Círculo Polar Ártico, el Sol no llega a salir, dando lugar a la conocida noche polar, visible en zonas de Noruega, Finlandia o Islandia.

Cuanto más al norte, menos horas de luz; cuanto más al sur, mayor duración del día durante el solsticio invernal del hemisferio norte.

¿El solsticio marca realmente el inicio del invierno?

Esta es una de las dudas más habituales. Existen dos formas oficiales de definir las estaciones, y ambas conviven:

Invierno meteorológico

  • Se basa en criterios climáticos y estadísticos.

  • Tiene fechas fijas.

  • Comienza el 1 de diciembre y termina el 28 o 29 de febrero.

Invierno astronómico

  • Depende de la posición de la Tierra respecto al Sol.

  • Comienza con el solsticio de invierno.

  • Finaliza con el equinoccio de primavera.

Por eso, aunque muchas previsiones meteorológicas hablan de invierno desde principios de diciembre, el invierno astronómico no arranca hasta que se produce el solsticio.

El solsticio a lo largo de la historia y su simbolismo

El solsticio de invierno ha sido observado, medido y celebrado desde la antigüedad. Numerosas culturas lo consideraban un momento sagrado ligado a la renovación y al ciclo de la vida.

Monumentos como:

  • Stonehenge, en Reino Unido.

  • El Templo del Sol de Machu Picchu, en Perú.

están alineados con la posición del Sol durante el solsticio, lo que demuestra la importancia que este evento tenía para los calendarios agrícolas, los rituales religiosos y la organización social.

Un punto de inflexión en el año

Hoy, aunque la ciencia ha explicado con precisión qué ocurre durante el solsticio de invierno, su significado sigue intacto. Representa el final del descenso de la luz y el inicio de un nuevo ciclo, un recordatorio natural de que incluso tras el día más oscuro del año, la claridad siempre regresa poco a poco.

El 21 de diciembre de 2025 volverá a marcar ese instante exacto en el que el Sol “se detiene” para empezar, lentamente, a ganar altura en el cielo.

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