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La terapia de protones de la Clínica de Navarra cura un tumor cerebral a una niña de seis años

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El pasado 2 de abril entró en funcionamiento la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra, que empezó a tratar pacientes el 17 de abril.

Este es el primer equipamiento de estas características en un Centro de Cáncer intrahospitalario en Europa, el Cancer Center Universidad de Navarra y, desde su apertura ha tratado una treintena de pacientes, ocho de ellos, pediátricos.

Entre los tumores tratados, hay reirradiaciones (pacientes con radioterapia previa), oligometástasis, craneofaringiomas, ependimomas, tumores de próstata, nasofaríngeos, meduloblastomas, sarcoma cerebral, condrosarcoma, cordoma, sarcoma de Ewing, rabdomiosarcoma, cáncer de pulmón, recto y mama.

En una rueda de prensa celebrada esta mañana y que ha contado con la asistencia del Embajador de Ecuador en España, D. Cristóbal Fernando Roldán Cobo, el Director General de la Clínica, José Andrés Gómez Cantero, se refería a las circunstancias tan especiales en las que se ha producido el inicio de actividad.

“Es cierto que cuando iniciamos el proyecto imaginábamos un escenario más ilusionante, tanto para la puesta en marcha como para la presentación. El contexto en el que pusimos en marcha la Unidad de Protonterapia nos obligó a modificar procedimientos para garantizar, entre otros aspectos, la seguridad de nuestros pacientes y de nuestros profesionales, que han seguido atendiendo a sus pacientes durante toda la pandemia”.

“Con todo, es una satisfacción haberlo culminado y poder ya ofrecer esta alternativa de tratamiento -en ocasiones, la única- para los pacientes con tumores complejos. Como suele decir el Dr. Calvo, con los años, tendremos que valorar el hito del contexto en el que nos pusimos en marcha”, ha concluido.

La Unidad de Protonterapia de la Clínica es la primera en un Centro de Cáncer intrahospitalario en España, e incorpora un sincrotrón de Hitachi, cuya tecnología está presente en 32 centros clínicos y académicos, entre los que se encuentran referentes internacionales en el tratamiento del cáncer, como la Clínica Mayo, MD Anderson, John’s Hopkins, St. Jude’s Children’s Research Hospital o Hokkaido University Hospital.

“La protonterapia, al ser una técnica de gran precisión, permite tratar exclusivamente la zona tumoral sin irradiar el tejido sano circundante y, por tanto, no produce efectos adversos y minimiza el riesgo de efectos radioinducidos innecesarios”, explica el Dr. Felipe Calvo, Director de la Unidad de Protonterapia de la Clínica.

Sincrotrón, un acelerador “limpio”

La Unidad de Protonterapia de la Clínica incorpora como acelerador de partículas un sincrotrón, el más moderno disponible actualmente y mucho más eficiente energéticamente que el ciclotrón, ya que es el que produce menos radiación secundaria.

Se considera, en este sentido, un acelerador “limpio”, ya que permite acelerar el haz de protones justo hasta la energía requerida para alcanzar el tumor de cada paciente de forma individualizada, sin precisar filtros artificiales para la generación del proceso de “frenado” (mediante el cambio de energía que selecciona el sincrotrón para el propio haz).

Además, el equipo que incorpora la Clínica incluye un sistema que permite el tratamiento con protones de los tumores sujetos a movimiento respiratorio, una solución totalmente integrada en el sistema instrumental. El tracking en tiempo real es capaz de localizar y cuantificar el movimiento del tumor, y sincronizar el instante de la irradiación para lograr un mínimo impacto en el tejido sano.

Ahinara, la niña que cruzó el mundo en su lucha contra el cáncer

Ahinara es una niña de seis años, cuya historia de superación ha recogido la Clínica para trasladar un mensaje de esperanza a las familias que atraviesan por esta situación. Procedente de Ecuador, ella es la primera paciente pediátrica que ha finalizado su tratamiento de protonterapia en la Clínica Universidad de Navarra. La pequeña, que padece un tumor cerebral, accedió a esta novedosa terapia gracias al programa Niños contra el Cáncer, ya que está considerado el tratamiento de elección para niños por su mayor precisión y menor toxicidad.

Ahinara fue diagnosticada de un tumor cerebral el pasado mes de noviembre en su país natal, donde los doctores le realizaron una cirugía de carácter urgente para extirparlo. “Al tratarse de un tumor maligno, nos indicaron que la cirugía no era suficiente y que había que continuar con otros tratamientos, por lo que comenzamos a buscar opciones curativas en otros hospitales”, indica Victoriano Iglesias, padre de Ahinara.

Cuando aún no habían asimilado el terrible diagnóstico, llegó a Ecuador el COVID-19 y, temiendo el cierre de las fronteras, la familia precipitó su salida del país, rumbo a la Clínica en busca de un tratamiento que pudiera dar opciones a su hija. Para ello, la familia había recurrido a Teletón, una fundación que facilita financiación para el tratamiento a pacientes que no pueden costeárselo. “Además, cientos de personas se volcaron en el caso de Ahinara y organizaron sorteos, tómbolas, eventos… para ayudarnos”, añade Victoriano.

Llegaron a la sede de Pamplona el 2 de marzo para comenzar con las sesiones de quimioterapia y, cuando parecía que todo iba bien, llegó a España el momento más duro del Covid. En tierra extraña y alejados de su familia, sus padres, su hermana y Ahinara se confinaron en una casa en Pamplona, donde permanecieron hasta que, gracias al programa Niños contra el Cáncer, se le abrió la oportunidad de recibir protonterapia en Madrid.

“La calidad de vida de los supervivientes de cáncer es a día de hoy una de las mayores preocupaciones que tenemos los oncólogos pediátricos. Su larga esperanza de vida nos obliga a buscar estrategias curativas que, al mismo tiempo, reduzcan los riesgos a corto y a largo plazo”, destaca la Dra. Elena Panizo, especialista en Oncología Pediátrica de la Clínica Universidad de Navarra. “Por sus características, la protonterapia está especialmente indicada para niños y en el caso de Ahinara, especialmente, por ayudarnos a proteger de la radiación las zonas cerebrales implicadas en el desarrollo neurocognitivo”, afirma el Dr. Calvo.

“Estábamos agradecidos porque Ahinara iba a entrar a esta novedosa terapia, pero teníamos mucho miedo porque era necesario trasladarse a Madrid y sabíamos los devastadores efectos del COVID-19 en la capital por las noticias.

La doctora nos tranquilizó y nos explicó que la Clínica tenía unos protocolos muy seguros, que pudimos comprobar desde el principio. Incluso la Clínica nos facilitó una casa para permanecer durante el tratamiento y un transporte para acudir todos los días al hospital”, explica el padre de Ahinara. Hasta la finalización del tratamiento, Ahinara y su familia permanecen en una vivienda cedida por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Diariamente, Rafael Ferrándiz, un taxista que conoció su situación y, de forma desinteresada se ofreció para realizar de forma segura los traslados de la recién llegada.

“Ahinara, que ha recibido 30 sesiones que no superan el minuto de irradiación, se encuentra fenomenal y no ha sufrido ningún efecto secundario. Es una niña muy especial para nosotros, no solo porque haya sido la primera, sino porque nos transmite su alegría cada mañana y todo el equipo de la Unidad de Protones la adora”, indica la Dra. Panizo.

“Es maravilloso ver desde fuera cómo tratan a mi hija, cómo ella se siente en familia y ha llegado a querer a cada doctor y profesional que ha estado con ella”, concluye Victoriano. Ahinara de mayor quiere ser doctora e inicia ahora una nueva fase de su tratamiento en Pamplona.

Su historia de superación ha sido recogida en un documental por el cineasta David Arratibel.

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María Corina Machado, Nobel de la Paz 2025: la mujer que desafió al régimen venezolano y conquistó al mundo

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María Corina Machado
María Corina Machado

María Corina Machado, una de las voces más firmes de la oposición venezolana, ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025 por su persistente lucha por la libertad, los derechos humanos y la paz en Venezuela. Su reconocimiento llega tras más de dos décadas de resistencia política frente al régimen de Nicolás Maduro, consolidándola como un símbolo mundial de coraje cívico y defensa democrática.

Una vida dedicada a Venezuela

Nacida en Caracas el 7 de octubre de 1967, María Corina Machado estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Católica Andrés Bello y se especializó en Finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Desde joven mostró una profunda preocupación por el deterioro institucional de su país y el avance del autoritarismo.

Su salto a la política fue impulsado por su convicción de que Venezuela necesitaba una regeneración moral y democrática. En 2011 fue elegida diputada de la Asamblea Nacional, cargo que ocupó hasta 2014, cuando fue despojada de su escaño de manera arbitraria tras denunciar irregularidades y abusos del poder. Aquel episodio marcó un punto de inflexión: lejos de retirarse, se convirtió en una de las figuras más influyentes y valientes de la oposición.

La fundadora de Vente Venezuela

Machado fundó el movimiento Vente Venezuela, una organización liberal que promueve la libertad individual, la economía abierta y la democracia representativa. Desde allí, ha impulsado una narrativa política moderna, centrada en la ciudadanía, la descentralización del poder y la reconstrucción económica del país.

También participa en la plataforma SoyVenezuela, una coalición de fuerzas políticas y sociales que agrupa a distintos sectores de la sociedad civil inconformes con el régimen. Su liderazgo ha sido clave para mantener viva la esperanza democrática en un contexto de persecución, censura y represión.

Pese a las amenazas judiciales, inhabilitaciones políticas y ataques mediáticos, Machado nunca ha abandonado su lucha. A lo largo de los años, ha sido víctima de persecuciones y acusaciones sin fundamento, pero su influencia internacional ha ido en aumento gracias a su constancia y claridad de propósito.

El Nobel de la Paz 2025: un reconocimiento histórico

El Comité Noruego del Nobel ha justificado su elección destacando la “valentía, integridad y compromiso inquebrantable” de María Corina Machado con la paz, la libertad y la dignidad humana. Su candidatura fue impulsada en agosto de 2024 por la Fundación Inspira América, respaldada por rectores de universidades estadounidenses y políticos como Marco Rubio y Rick Scott, quienes subrayaron su papel como defensora de los derechos humanos.

En su comunicado oficial, el Comité destacó que “su voz ha trascendido las fronteras nacionales y ha devuelto la esperanza a millones de personas que viven bajo regímenes autoritarios”. Este premio supone, además, un reconocimiento internacional al pueblo venezolano y a su deseo de recuperar la democracia perdida.

El impacto internacional de su causa

El premio a Machado no solo honra su trayectoria personal, sino que también pone el foco en la crisis humanitaria venezolana, una de las más graves del siglo XXI. Millones de ciudadanos han abandonado el país en busca de un futuro digno, y las denuncias de violaciones de derechos humanos han sido constantes.

Gracias a su voz firme y su presencia en foros internacionales —como la Organización de Estados Americanos (OEA), el Parlamento Europeo y la ONU—, Machado ha conseguido mantener la situación venezolana en el centro del debate global. Su lucha representa a miles de activistas, periodistas y ciudadanos que arriesgan su libertad por decir la verdad.

Reconocimientos previos y legado

Antes del Nobel, María Corina Machado ya había recibido el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2024, otorgado por el Parlamento Europeo, junto al dirigente opositor Edmundo González. Este galardón fue un preludio de su consagración internacional y reforzó su papel como referente democrático.

Hoy, con el Nobel de la Paz, su nombre se suma a figuras históricas como Nelson Mandela, Malala Yousafzai o Liu Xiaobo, líderes que transformaron la resistencia en esperanza.

El futuro de Venezuela, en el centro del debate

La entrega del Nobel a María Corina Machado marca un antes y un después para Venezuela. Su triunfo internacional aumenta la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro y refuerza el reclamo por elecciones libres, la liberación de presos políticos y la restauración de las instituciones democráticas.

“Este premio no es mío, es de todos los venezolanos que no se rinden”, declaró Machado en su primera reacción tras conocerse el galardón. Sus palabras resumen el espíritu de una mujer que, pese a los golpes, nunca ha perdido la fe en su país.

Con el Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado se convierte no solo en la primera venezolana en recibir este reconocimiento, sino también en una de las voces más influyentes del panorama político latinoamericano actual. Su mensaje de libertad, paz y reconciliación sigue inspirando a millones dentro y fuera de Venezuela.

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