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Salud y Bienestar

La adicción a las bebidas energéticas: la última bomba de relojería

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adicción a las bebidas energéticas
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La adicción a las bebidas energéticas se ha convertido en un problema de primer orden. El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha señalado que solicitarán al Ministerio abordar, en un Consejo Interterritorial, el problema de la adicción a las bebidas energéticas, que en la Comunitat Valencia afecta al 45 por ciento de los jóvenes, para «buscar una medida común».

Según Gómez, «estamos a favor de la salud mental infantojuvenil, que es un problema que nos preocupa y ocupa porque hay unos altos índices de adicciones en la Comunitat Valenciana».

En este sentido, ha dicho que el hecho de poner una Oficina de atención de salud mental y adicciones indica su «voluntad de querer resolver y atajar cuanto antes este problema», que les «importa muchísimo».

La adicción a las bebidas energéticas

La adicción a las bebidas energéticas se refiere a la dependencia psicológica y, a veces, física de estas bebidas. Aunque las bebidas energéticas pueden ser consumidas con moderación sin problemas graves, el abuso o el consumo excesivo puede dar lugar a una serie de problemas de salud y efectos secundarios no deseados. Aquí hay información importante sobre la adicción a las bebidas energéticas:

1. Causas de la adicción:

  • Cafeína: Las bebidas energéticas a menudo contienen cantidades significativas de cafeína, que es una sustancia estimulante. La cafeína puede crear una dependencia física y psicológica en las personas si se consume en exceso de forma regular.

2. Efectos secundarios de la adicción a bebidas energéticas:

  • Insomnio: El exceso de cafeína puede causar insomnio y trastornos del sueño.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca: Las bebidas energéticas pueden aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser peligroso en exceso.
  • Irritabilidad y ansiedad: La abstinencia de la cafeína puede provocar irritabilidad y ansiedad.
  • Problemas gastrointestinales: El consumo excesivo de bebidas energéticas puede causar problemas gastrointestinales, como acidez estomacal y malestar.

3. Dependencia psicológica: La adicción a las bebidas energéticas también puede ser psicológica. Las personas pueden desarrollar la sensación de que necesitan constantemente estas bebidas para mantenerse alertas y energizadas.

4. Riesgos para la salud: El abuso de bebidas energéticas puede aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo, como enfermedades cardíacas, trastornos del ritmo cardíaco, problemas renales, e incluso en casos extremos, la posibilidad de sobredosis de cafeína.

5. Tratamiento: Si sientes que tienes una adicción es importante buscar ayuda de un profesional de la salud o un terapeuta especializado en adicciones. El tratamiento puede incluir la reducción gradual del consumo de cafeína y la adopción de estrategias de afrontamiento para controlar la dependencia.

Es importante recordar que el consumo ocasional y moderado de bebidas energéticas generalmente no conduce a la adicción ni a problemas graves de salud. Sin embargo, si notas que estás dependiendo de ellas de manera constante para mantener tu energía, es importante buscar ayuda y considerar reducir su consumo.

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ESTUDIO| El envejecimiento del cerebro comienza a los 57 años

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Los investigadores observaron que los cambios no eran lineales con el aumento de la edad, sino que se observaban tres picos con cambios abruptos, relacionados con cambios metabólicos a los 57 años; pérdidas cognitivas y de movimiento a los 70, y fragilidad neuronal en torno a los 78. / Adobe Stock

El avance en la longevidad humana ha hecho cada vez más común superar los 90 años y alcanzar el siglo de vida. Sin embargo, más allá de vivir más tiempo, el desafío está en preservar la lucidez y la calidad de vida. Un reciente estudio publicado en Nature Aging ha identificado que el envejecimiento del cerebro comienza a los 57 años, con picos adicionales a los 70 y 78 años. Estas edades podrían ser claves para implementar intervenciones que mitiguen el deterioro neurológico.

El deterioro cerebral, vinculado frecuentemente con enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, representa un obstáculo significativo. Según el Ministerio de Sanidad, el riesgo de padecer alzhéimer se duplica cada cinco años a partir de los 65, pasando de un 1 % de afectados al 40 % a los 90 años.

Los puntos de inflexión del envejecimiento cerebral

El estudio, liderado por Wei Cheng, de la Facultad de Medicina de Shanghái, se basó en muestras humanas de plasma sanguíneo obtenidas del Biobanco del Reino Unido. Los investigadores seleccionaron 13 proteínas relacionadas con el envejecimiento cerebral. Ocho de estas proteínas, vinculadas a la matriz extracelular y los factores de crecimiento celular, aumentan con la edad. Las otras cinco, relacionadas con la degradación de proteínas, disminuyen durante el proceso de envejecimiento.

Dos de estas proteínas, Brevican (BCAN) y el factor de diferenciación del crecimiento 15 (GDF15), han sido asociadas no solo con el envejecimiento, sino también con condiciones como la demencia, el ictus y la función motora deteriorada. Esto evidencia que las concentraciones de proteínas cambian a lo largo del tiempo, reflejando la salud cerebral en edades clave.

¿Por qué comienza el envejecimiento cerebral a los 57 años?

El análisis incluyó datos de imágenes cerebrales de 10.949 adultos sanos para estimar la brecha de edad cerebral (BAG, por sus siglas en inglés), un indicador del declive cognitivo. Según Cheng, a los 57 años se observan cambios relacionados con la inmunidad adaptativa y el metabolismo, dos factores esenciales en el inicio del envejecimiento cerebral.

Cambios no lineales en el deterioro cerebral

Jesús Ávila, neurocientífico del CSIC, señala que el declive cerebral no es lineal, sino que presenta picos abruptos:

  • A los 57 años, cambios metabólicos.
  • A los 70 años, pérdidas cognitivas y de movimiento.
  • A los 78 años, fragilidad neuronal.

A los 70 años, las proteínas asociadas están directamente vinculadas con la demencia y el ictus, según Cheng. Por ello, esta etapa es crucial para adoptar un estilo de vida saludable y prevenir posibles trastornos cerebrales.

La importancia de la prevención

Los expertos destacan que ciertos trastornos neurodegenerativos pueden prevenirse mediante hábitos saludables, como el ejercicio regular, una dieta equilibrada y el contacto social. No obstante, serán necesarios más estudios para validar estos biomarcadores y explorar su viabilidad en la prevención del deterioro cerebral.


Referencias:

  • Liu et al. Plasma proteomics identify biomarkers and undulating changes of brain aging. Nature Aging (2024).
  • Fuente: SINC. Derechos: Creative Commons.

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