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La Justicia española podría subastar los bienes de Alejandro Sanz si no le localiza

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Alejandro Sanz EUROPA PRESS

Madrid (OFFICIAL PRESS-EFE).- La Justicia podría subastar los bienes del cantante Alejando Sanz si sigue sin ser localizado por el juzgado madrileño encargado de ejecutar la sentencia de otro de Miami que le condenó a pagar 3 millones de euros y que le ha declarado en rebeldía porque no ha respondido a sus comunicaciones.

Así lo han explicado a Efe fuentes jurídicas, que han confirmado esa reciente decisión del juzgado madrileño, adelantada por el diario El Mundo, y han apuntado que si el artista sigue en lo que parece una actitud “dilatoria”, se irían cumpliendo plazos y se podría ordenar la subasta de parte de sus bienes.

Las mansiones de Miami

El Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid es el encargado de ejecutar la sentencia dictada el 28 de septiembre de 2021 por la Corte de Miami-Dade, que condenó a Alejandro Sanz a pagar tres millones de euros por el impago de unas propiedades, y para ello tiene que comunicar al condenado el proceso para que pague lo que debe o se embarguen sus bienes.

La deuda millonaria de Alejandro Sanz

Cuando no se logra esa notificación se declara en rebeldía al procesado y se continúa el procedimiento a través de edictos, de manera que se hace público en el Boletín Oficial del Estado o en medios de comunicación, precisan las fuentes.

El diario El Mundo publicó recientemente que el juzgado madrileño había declarado en rebeldía al cantante por no hacer frente a la deuda millonaria que arrastra por sus mansiones de Miami.

La Justicia no le localizó en al menos tres domicilios y le declaró en situación de rebeldía a una de sus sociedades, Alkazul S.L.

Declararse en rebeldía: la decisión de Sanz

Declararse en rebeldía ante la justicia española significa que una persona a la que se le ha imputado un delito o se le ha requerido comparecer ante un tribunal, se niega a acatar las órdenes del tribunal o a presentarse a sus citaciones.

En otras palabras, esta persona se encuentra en desacato o en oposición a la autoridad de la justicia española y no cumple con sus obligaciones legales de comparecer ante un tribunal, enfrentar los cargos en su contra o cumplir con las decisiones judiciales.

Cuando alguien se declara en rebeldía, pueden tomar lugar diversas consecuencias legales, que pueden incluir:

  • Emitir una orden de búsqueda y captura: El tribunal puede emitir una orden de búsqueda y captura para localizar y detener a la persona que se encuentra en rebeldía.
  • Suspensión de derechos procesales: La persona en rebeldía podría perder ciertos derechos procesales, como el derecho a presentar pruebas o a ser oída en el proceso legal.
  • Emisión de una sentencia en ausencia: En algunos casos, si la persona está acusada de un delito y se declara en rebeldía, el tribunal podría continuar con el juicio y emitir una sentencia en ausencia.
  • Multas y sanciones adicionales: La persona en rebeldía podría enfrentar sanciones adicionales y multas por no cumplir con las órdenes del tribunal.

Declararse en rebeldía no es una estrategia legal recomendable, ya que puede tener graves consecuencias legales. En lugar de ello, se aconseja a las personas enfrentar los cargos legales y trabajar con un abogado para defender sus derechos en el proceso judicial.

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Las frases más duras del rey Juan Carlos sobre Letizia en ‘Le Figaro’

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Rey Juan Carlos

Con aspecto cansado y apoyado en un bastón tras sus múltiples operaciones de cadera y rodilla, el rey emérito Juan Carlos I abre las puertas de su refugio en Abu Dabi al medio francés Le Figaro y rompe su silencio tras años de exilio, concediendo una entrevista que ya ha levantado polémica dentro y fuera de España.

En la conversación, el monarca reflexiona sobre su reinado, su legado y su situación actual, marcada por la soledad, la distancia de su familia y el peso de los escándalos. “Ahora que mi hijo me ha dado la espalda por obligación y mis supuestos amigos han desaparecido, veo que nunca fui libre”, confiesa.


“La democracia no cayó del cielo”

El rey emérito recuerda la Transición española como “uno de los logros más importantes de su vida” y defiende su papel como garante de la democracia.

“La democracia no cayó del cielo”, afirma, insistiendo en que “si pudo llegar a ser rey, fue gracias a Franco”.

Una declaración que sorprendió al periodista francés, quien le advirtió de la polémica que podrían generar sus palabras. Juan Carlos responde con naturalidad:

“¿Por qué mentir, si fue una persona que me hizo rey, y en realidad me hizo rey para crear un régimen más abierto?”.

Estas afirmaciones forman parte de su nuevo libro, Reconciliación, una obra de 500 páginas que se publicará el 5 de noviembre en Francia y en diciembre en España. Según el propio monarca, Felipe VI mostró su preocupación por el tono “sin filtros” del texto.

“Quienes esperen revelaciones trascendentales se sentirán decepcionados”, advierte el emérito, que asegura haber dudado antes de escribir sus memorias:
“Me di cuenta de que los hijos y nietos de mis amigos no tenían idea de quién era Franco ni de la Transición democrática. Creí necesario dar testimonio directo de lo que viví durante treinta y nueve años de servicio a mi país”.


La melancolía del exilio

Sentado entre olivos centenarios en el jardín de su residencia en la isla de Nurai —una propiedad cedida por el jeque Mohammed Ben Zayed, presidente de Emiratos Árabes—, Juan Carlos I se muestra melancólico y nostálgico.

“Verse obligado al desarraigo y al aislamiento al final de la vida no es fácil. Estoy resignado, herido por una sensación de abandono. Hay días de desesperación y de vacío”, admite.

Desde su marcha en agosto de 2020, el rey apenas ha tenido contacto con su familia, salvo con su nieto Froilán, que vive con él en Abu Dabi. Reitera que su autoexilio fue voluntario, para “no obstaculizar el buen funcionamiento de la Corona ni a mi hijo en el ejercicio de sus funciones soberanas”.

Aun así, deja entrever una fractura emocional con Felipe VI:

“Mi hijo me dio la espalda por sentido del deber. Entiendo que, como rey, deba mantener una postura pública firme, pero sufrí su insensibilidad”.

El emérito recuerda una conversación con su hijo durante la Navidad de 2020, que define como “encerrada en el silencio de la incomprensión y el dolor”.


Juan Carlos I: errores, decepciones y la “debilidad” de Corinna Larsen

Entre la nostalgia y el arrepentimiento, el monarca asume haber cometido errores.

“Soy consciente de haber decepcionado. Tengo numerosas debilidades”, confiesa, señalando que fue víctima de “errores de juicio nacidos del amor y la amistad”.

Sobre sus relaciones más controvertidas, hace una referencia directa a Corinna Larsen, a quien califica como “un grave error”.

“Fue un grave error haber aceptado el regalo de cien millones de dólares del rey Abdulá de Arabia Saudí, pero todos los procesos judiciales han sido desestimados y no se me ha imputado nada”.

Reconoce también que fue “cegado por un cierto séquito malévolo” y que confió en empresarios que lo involucraron “en un embrollo financiero que se escapó de sus manos”.


Letizia y Sofía: la otra cara de la monarquía

El rey dedica unas líneas a las dos reinas de su vida. De Sofía, habla con afecto y nostalgia:

“La llamo ‘Sofi’. Lamento que no me acompañe en mi vida en Abu Dabi”.

Sin embargo, su tono cambia al referirse a la reina Letizia.

“Tengo un desacuerdo personal con Letizia. No contribuyó a la cohesión de nuestras relaciones familiares”, admite.

Esta confesión, una de las más comentadas de la entrevista, deja entrever el distanciamiento histórico entre el emérito y la actual reina consorte, cuya llegada a la familia real marcó un cambio de estilo y tensiones en el entorno monárquico.


La herencia a Leonor y el mensaje a Felipe VI

En un tono más conciliador, Juan Carlos envía un mensaje a su hijo Felipe VI:

“España no es automáticamente un país monárquico. Es responsabilidad del rey moldear la monarquía cada día”.

También dedica unas palabras a la princesa Leonor, heredera al trono:

“Que tenga seguridad en sí misma, que cumpla con su deber con simpatía y amabilidad, que sea garante del respeto a la Constitución Española”.


“Hubo tres golpes el 23-F”

El capítulo sobre el golpe de Estado del 23-F es uno de los más reveladores. Juan Carlos I asegura que no fue un solo golpe, sino tres:

“El golpe de Tejero, el de Armada y el de los cargos electos cercanos al franquismo”.

“Alfonso Armada estuvo a mi lado durante diecisiete años. Lo quise mucho, y me traicionó. Convenció a los generales de que hablaba en mi nombre”, explica.

El monarca también recuerda que, durante sus primeros años de reinado, tuvo el poder de refrendar penas de muerte, aunque nunca tuvo que ejercerlo:

“Si hubiera dicho que no, los generales me habrían derrocado”.


“Nunca fui libre”

En el cierre de su entrevista con Le Figaro, el rey Juan Carlos hace una reflexión que resume su sentir:

“A pesar de mis problemas de movilidad y los intentos de desacreditarme, desde mi nacimiento no he sido dueño de mi destino. Di libertad a los españoles al establecer la democracia, pero nunca pude disfrutar de esa libertad para mí”.

Con esta confesión, el emérito deja claro que, a sus 87 años, se siente prisionero de su propia historia, atrapado entre el peso de su legado y las consecuencias de sus decisiones personales.

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