Salud y Bienestar
Los diez avisos para detectar el alzhéimer
Publicado
hace 2 mesesen
Los signos de advertencia del Alzheimer y otras demencias incluyen cambios en la memoria que afectan la vida diaria y dificultades para resolver problemas o planificar, según la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA).
Con motivo del Día Mundial de la Salud el próximo 7 de abril, CEAFA destaca que estas enfermedades representan uno de los principales desafíos sociosanitarios en España, afectando a 1.200.000 personas, cifra que se eleva a cerca de 5.000.000 si consideramos a las familias involucradas.
Los diez avisos para detectar el alzhéimer
Para ayudar a identificar estos problemas, CEAFA ha compartido diez señales de advertencia del Alzheimer. Entre ellas, olvidar información reciente, fechas importantes o depender más de la ayuda para la memoria son comunes, especialmente en las etapas iniciales.
Además, la dificultad para planificar o resolver problemas es un indicio crucial. Algunas personas experimentan cambios en su capacidad para seguir un plan o trabajar con números, y pueden tener problemas de concentración o para completar tareas cotidianas.
La desorientación en tiempo o lugar también es frecuente, con olvidos de fechas o estaciones, y dificultades para comprender situaciones o lugares conocidos.
CEAFA recomienda prestar atención a problemas visuales, como dificultades para leer o juzgar distancias, ya que pueden ser señales de Alzheimer. Además, cambios en el habla, la colocación de objetos, la pérdida de juicio o iniciativa, y alteraciones en el humor o la personalidad también son signos a tener en cuenta.
Es fundamental estar alerta a estos síntomas y buscar ayuda médica si se observan cambios significativos en la memoria o el comportamiento de una persona. La detección temprana puede permitir un diagnóstico y tratamiento oportunos para mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas enfermedades y sus familias.
Cómo Prevenir el Alzheimer: Estrategias Basadas en la Ciencia
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. A medida que envejecemos, el riesgo de desarrollar Alzheimer aumenta, pero hay evidencia científica que sugiere que ciertos hábitos y estrategias pueden ayudar a reducir este riesgo. Aquí te presentamos algunas medidas respaldadas por la ciencia para prevenir el Alzheimer:
1. Mantén una Dieta Saludable:
- Consumir una dieta rica en frutas, verduras, pescado, nueces y grasas saludables puede proteger contra el Alzheimer.
- Opta por alimentos con alto contenido de antioxidantes y ácidos grasos omega-3, como arándanos, nueces y pescado graso (salmón, sardinas).
- Limita el consumo de grasas saturadas, azúcar y alimentos procesados, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares que se asocian con un mayor riesgo de demencia.
2. Mantén tu Cerebro Activo:
- Realiza actividades que desafíen tu mente, como crucigramas, rompecabezas, aprendizaje de idiomas o habilidades nuevas.
- La educación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida pueden ayudar a fortalecer las conexiones entre las células cerebrales y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
3. Haz Ejercicio Regularmente:
- El ejercicio físico regular mejora la circulación sanguínea hacia el cerebro y promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales.
- Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, como caminar, nadar o montar en bicicleta.
4. Controla tu Presión Arterial y Niveles de Colesterol:
- Mantener la presión arterial y los niveles de colesterol bajo control es clave para prevenir la enfermedad cardiovascular, que se asocia con un mayor riesgo de Alzheimer.
- Adopta hábitos de vida saludables para mantener estos valores dentro de los rangos normales.
5. Mantén un Peso Saludable:
- El sobrepeso y la obesidad en la mediana edad se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer en etapas posteriores de la vida.
- Mantén un peso corporal saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
6. Duerme Suficiente:
- La falta de sueño puede afectar la salud cerebral y aumentar el riesgo de deterioro cognitivo.
- Asegúrate de dormir entre 7 y 9 horas por noche para mantener tu cerebro en óptimas condiciones.
7. Mantén Relaciones Sociales Activas:
- Mantener conexiones sociales y participar en actividades sociales puede ayudar a mantener el cerebro estimulado y proteger contra el Alzheimer.
- Busca interactuar regularmente con amigos, familiares y comunidad.
8. Mantén el Estrés Bajo Control:
- El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud cerebral.
- Practica técnicas de manejo del estrés, como meditación, yoga o respiración profunda, para reducir el estrés y promover la salud mental.
9. Evita el Consumo Excesivo de Alcohol y No Fumes:
- El consumo excesivo de alcohol puede dañar el cerebro y aumentar el riesgo de demencia.
- No fumar también es fundamental, ya que el tabaquismo está vinculado a un mayor riesgo de Alzheimer y otras enfermedades cerebrales.
10. Mantén tu Corazón Saludable para un Cerebro Saludable:
- Lo que es bueno para el corazón generalmente es bueno para el cerebro. Mantén un estilo de vida saludable en general para reducir el riesgo de Alzheimer.
En resumen, adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular, actividad mental, sueño adecuado y relaciones sociales puede ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo del Alzheimer. Si bien no existe una garantía absoluta, estas estrategias respaldadas por la ciencia pueden mejorar la salud cerebral y general a medida que envejecemos.
Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
Relacionado
Te podría gustar
Salud y Bienestar
Los alimentos infalibles para prevenir resfriados
Publicado
hace 2 díasen
13 noviembre, 2025
La tradición popular atribuye propiedades curativas a los alimentos con vitamina C, pero ¿sabemos cuáles son los alimentos para prevenir resfriados?
Algunos como el ajo, la sopa de pollo o la miel frente al resfriado, la tos, la congestión o la gripe. Sin embargo, en la actualidad no hay ninguna prueba científica que demuestre que su consumo sea beneficioso para este objetivo.
Según ha explicado la doctora Laura Arranz, profesora del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimenación y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, lo que realmente contribuye a prevenir estas enfermedades, e incluso a aliviar sus síntomas, es seguir hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada.
La doctora ha precisado que «más allá de la vitamina C hay muchos nutrientes imprescindibles para el sistema inmunitario. Todas las vitaminas, minerales como el zinc, antioxidantes como los polifenoles o los betacarotenos, grasas como los Omega-3 y las fibras (sobre todo de tipo soluble) son básicos en un cóctel de salud».
MINERALES Y VITAMINAS
Las vitaminas A, C y E, el magnesio, el cobre, el manganeso o el hierro son algunos de los elementos clave en los procesos celurares que ayudan a neutralizar los radicales libres y el estrés oxidativo.
La doctora Arranz ha aclarado que «el funcionamiento correcto del metabolismo y de las defensas antioxidantes requiere la presencia de estos nutrientes en cantidades suficientes». La pregunta que subyace es qué alimentos propocionan estos nutrientes.
Según la experta, «los alimentos de origen vegetal son ricos en antioxidantes, pero especialmente la fruta, las hortalizas, las verduras de hoja verde, las semillas y los frutos secos». Además, ha aconsejado «consumir una buena parte de estos vegetales en crudo o con tiempos de cocción adecuado para que la ingesta de antioxidantes se amayor».
EL ZINC COMO REGULADOR DEL SISTEMA INMUNE
La doctora Arranz ha explicado que «el zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel clave en más de 300 enzimas y está involucrado en la comunicación celular, además de desempeñar un importante papel en la regulación del sistema inmune».
Ha añadido, además, que «el déficit de zinc, que afecta al 20% de la población mundial, se asocia a la disminución del sistema inmunitario». Entre los alimentos que contienen zinc se encuentran las carnes, el pescado, los moluscos, las espinacas o los frutos secos.
OMEGA-3: GUARDIÁN DE LAS DEFENSAS
Las grasas Omega-3 son importantes para el sistema inmunitario, para la salud cardiovascular y para la salud visual y cerebral pero además intervienen como precursores de las moléculas antiinflamatorias.
La experta ha detallado que «si queremos cuidar las defensas, debemos aumentar la ingesta de frutos secos, especialmente nueces y almendras, para conseguir un aporte diario de dos gramos de ácido alfa-linolénico y pescado azul para conseguir 200 gramos de ácido docosahexaenoico (ácido graso poliinsaturado omega-3)».
LA FIBRA, UNA COMPAÑERA ALIADA
La nutricionista ha revelado que «la fibra ayuda a la nutrición y el bienestar de las bacterías beneficiosas que residen en el intestino y que juegan a un rol principal en el sistema inmunitario, por lo es imprescindible en el día a día».
Además, la fibra dietética proviene de los alimenos de origen vegetal tales como las legumbres, las semillas, los frutas secos, las verduras o las frutas.
Sin embargo, la doctora ha advertido que las legumbres «puedencausar problemas de flatulencia debido a la gran cantidad de fibra que aportan». Por ello, para evitar este problema ha aconsejado «tomar raciones pequeñas tres veces pro semana en lugar del tradicional plato de legumbres solo un día a la semana».
Alimentos para prevenir resfriados
La lista de alimentos que ayudan a prevenir gripes, catarros y resfriados es larga… Educo nos la detalla.
1. Pescados, un gran aporte de Omega-3
Los pescados, entre los que destaca el pescado azul, aportan proteínas y Omega-3 al organismo. Estas sustancias ayudan al organismo a proteger los pulmones de las infecciones respiratorias al sintetizar anticuerpos. Ya ves: incluye pescado en el menú semanal. Dos porciones semanales de salmón ayudarán a levantar tus defensas.
2. Cítricos, el consejo de la abuela
¡Y cuánta razón tiene la abuela! Los cítricos son ricos en vitamina C, un nutrientes que puede ayudar a frenar el avance de un resfriado. ¿Lo mejor? Alternar los cítricos consumiendo naranja (muy rica en vitamina C), mandarina (rica en betacarotenes) y limón (gran valor antiséptico que lo convierte en un remedio natural contra el dolor de garganta y la tos).
3. Huevos: proteínas, vitaminas y minerales
Los huevos son un comodín en la cocina, no dudes en prepararlos un par de veces por semana. Un huevo contiene casi 7 gramos de proteína, pero además aporta al organismo vitaminas y minerales, entre los que destacan las vitaminas B6 y B12, el selenio y el zinc, ¡fundamentales para mantener fuerte el sistema inmunológico!
4. Yogur, el poder de los probióticos
Hoy en día se habla mucho de probióticos en la publicidad, pero ¿qué son? Los yogures tienen cultivos vivos que ayudan al sistema inmunológico a evitar que las bacterias malas progresen dentro del cuerpo. ¿Cómo? Muy fácil: si las bacterias buenas son más que las malas, ¡la guerra por la salud está ganada!
5. Verduras de hojas oscuras para reducir el tiempo de la enfermedad
La mayoría de nosotros piensa en un zumo de naranja para ingerir vitamina C. ¿Qué me dirías si te digo que las espinacas, las coles de Bruselas, la lechuga y el brócoli tienen más vitamina C que los cítricos? Incluye estas verduras en la dieta de los peques y si los niños se niegan a comer verduras, ¡disfrázalas! En el enlace te damos ideas al respecto.
6. Calabaza, la reina del beta-caroteno
El betacaroteno es esencial para el organismo ya que cuando éste lo absorbe, se transforma en vitamina A, un nutriente que mejora las defensas y ayuda a prevenir enfermedades. Dale a tus hijos calabaza asada, en crema, mezclada con arroz o en puré, ¡es rica y súper nutritiva! Si a tu hijo no le gusta la calabaza pero sí la zanahoria, ¡a por ella! Las zanahorias también tienen mucho beta-caroteno, motivo por el cual su acción es similar a la de la calabaza.
7. Kiwi, vitamina C al por mayor
Un kiwi aporta al cuerpo más vitamina C que una naranja. Es cierto que puede ser más difícil para los peques comer un kiwi que beber un zumo pero ¡con intentar no se pierde nada!
8. Cebolla y ajo, antibióticos naturales
Tanto la cebolla como el ajo ayudan a prevenir y curar la gripe y los resfriados. Ambos tienen propiedades mucolíticas que ayudan a expulsar secreciones. ¿Un consejo? A los peques suele molestarles más la textura que el sabor de estos alimentos, por eso te recomendamos trocearlos y cocinarlos hasta que no sean perceptibles en el paladar. No abuses de ellos y verás que los peques los comen sin casi darse cuenta.
9. Miel, efecto antitusivo ¡y preventivo!
Incluir la miel en el desayuno de los niños mayores (recuerda que los niños menores de 3 años no deben consumir miel por el riesgo de botulismo) puede ser una gran idea. La miel tiene un efecto preventivo al aumentar las defensas naturales y antitusivo, aliviando la molesta picazón de garganta. Sírvele a tu hijo una tostada con miel o coloca un poco de miel en la leche, ¡le encantará!
10. Frutos secos y legumbres para mantener el calor corporal
Parece una locura pero no lo es: en invierno, perdemos fácilmente el calor corporal, exponiéndonos a toda clase de enfermedades. Los alimentos híper calóricos como las legumbres y los frutos secos aportan la energía necesaria para mantener la temperatura corporal correcta, manteniendo a raya a las enfermedades. Además, tanto los unos como los otros aportan hierro y antioxidantes, fundamentales para mantener el sistema inmunológico fuerte.
11. Frutos rojos, vitamina C en pequeñas dosis
Los frutos rojos aportan vitamina C aunque para que sean realmente efectivos es necesario consumir gran cantidad. Los mencionamos porque ¡son fáciles de incluir en la dieta y a los peques les encantan! ¿Quién puede resistirse a las fresas, las moras y los arándanos? Incorpóralos al yogur o haz un rico batido de frutos rojos con leche.
12. Setas, propiedades antibacterianas
Las diversas setas, hongos y champiñones tienen propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las enfermedades. Utilízalos en tostadas, cremas o como acompañamiento para carnes. Una buena alimentación es tan importante como un buen abrigo. Este invierno no lo dudes y prepara un menú equilibrado que incluya estos alimentos para prevenir gripes, catarros y resfriados.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)


Tienes que estar registrado para comentar Acceder