València, 22 nov (OFFICIAL PRESS- EFE).- Por sus tortillas de patata, su terraza o su ubicación, la
Cafetería Lar Botánico de València ya tenía una «clientela fiel», pero ahora también tiene decenas de reseñas y comentarios de apoyo de desconocidos en redes sociales tras decidir no proyectar ningún partido del Mundial de fútbol «de sangre» de Catar, una decisión que han tomado por una cuestión de «moral».
En un cartel colocado en su entrada, que normalmente utilizan para apuntar el menú o escribir chistes para sus «parroquianos», César Soler, que regenta el bar junto con su hermano Julio, anuncia el apagón televisivo durante los partidos de la Copa Mundial de la FIFA.
«Debido a que no aprobamos que se celebre un Mundial de fútbol en un país en el cual no se respetan las libertades fundamentales, no retransmitiremos ningún partido, incluidos los de la Selección Española», reza el anuncio, que concluye disculpándose por las molestias: «Pero nuestra moral no nos lo permite».
Según señala a EFE César Soler, «aparte de algún cachondo» que les ha dicho que le reserven «mesa para ver el fútbol», la clientela «apoya completamente la decisión», que tomaron «hace algo más de un mes» y que el dueño comunicó en sus redes sociales.
«La semana pasada lo puse en la pizarra, pero más que nada para la gente del barrio, que podía no haberlo visto en redes», asegura Soler, que lleva regentando el bar 25 de los 49 años que lleva el negocio abierto.
Para el propietario se trata de «una cuestión de moral», motivada por «el tema de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el trato a las mujeres» en un país que ha organizado lo que considera «un mundial de sangre, como en la película ‘Diamantes de Sangre’, un mundial corrupto».
Será la primera vez que este bar, que normalmente no abre los fines de semana, no modifique su horario para permitir a los vecinos ver los partidos de un mundial.
De este modo, este establecimiento situado en la calle Ángel Guimerà de València, junto a una boca de metro y ante un colegio, se suma a la línea de gestos de protesta que ya han liderado personalidades como Dua Lipa o Shakira, que han rechazado actuar en la ceremonia inaugural.
«SE MERECEN MIL ESTRELLAS»
El cartel de César y Julio se hizo viral cuando un usuario le hizo una foto y la compartió en Twitter, en un mensaje que acumula unas 300 interacciones, a las que ahora se suman las decenas de muestras de apoyo en las reseñas de Google y otras webs especializadas en restauración.
Así, el compromiso del local ha adquirido ahora casi la misma fama que sus almuerzos, con bocadillos de tortilla y torreznos con nombre propio en el barrio.
«Más gente así es la que hace falta en el mundo», considera Sara en una de estas reseñas, en la que reconoce que no conoce el bar pero asegura que «sin duda la próxima vez que vaya a València» irá «a probar su tortilla y a darles las gracias personalmente».
Para Maly, otra comentarista, los dueños «se merecen mil estrellas» por la decisión tomada, mientras que Jesús pide «reventar esta cafetería a base de consumir, consumir y consumir» y asegura: «A mí me habéis ganado como cliente».
UNA PIZARRA, CHISTES E IRONÍA
La pizarra en la que César y Julio han escrito su declaración de principios es una vieja conocida de la clientela del Lar Botánico, pues en ella sus dueños escriben desde septiembre de 2019 el «chiste del día»: «Es una cosa que empezamos hace unos años y que a la gente le ha gustado y le sigue haciendo gracia».
En algunas de las pizarras, que además comparten diariamente en redes sociales, se pueden leer chistes como «hace tanto calor que mi Roomba se ha bebido el agua del perro» o comentarios irónicos como «cómo mola grabar un concierto con el móvil: te lo pierdes en directo pero luego lo tienes en vídeo para no verlo jamás».
Además, en sus mensajes en la pizarra escriben bromas sobre la actualidad y advierten: «Si os llama un número desconocido del Reino Unido no lo cojáis: quieren ofreceros el puesto de primer ministro». Por Marta Rojo
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