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Caixabank plantea un ERE para 8.291 empleados y el cierre de 1.534 oficinas

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EFE

Madrid, 20 abr (EFE/OP).- La crisis derivada de la pandemia del coronavirus, unido a las fusiones y los intentos de la banca por mejorar su rentabilidad en un entorno de tipos históricamente bajos, ha llevado a las entidades financieras a plantear despidos colectivos que previsiblemente afectarán a más de 18.000 empleados.

La mayor parte saldrá de CaixaBank, que ha expuesto este martes a los sindicatos su plan para reducir 8.291 empleos, el 18,7 % de su plantilla en España, además del cierre de 1.534 oficinas tras la fusión con Bankia, aunque ha mostrado su compromiso de poner en marcha un plan de recolocación que permita encontrar trabajo a todas las personas que salgan del banco.

Además de esta entidad, el BBVA acaba de empezar a negociar con los representantes de los trabajadores un despido colectivo que algunos analistas calculan que podría afectar al menos al 10 % de sus trabajadores en España, lo que supondría el recorte de unos 3.000 puestos.

De confirmarse esta cifra, solo CaixaBank y el BBVA estarían suprimiendo casi 11.300 puestos de trabajo este año de su red y sus servicios centrales en España, a los que habría que sumar unas 1.500 salidas tras la fusión de Unicaja Banco y Liberbank.

Es decir, los recortes de plantilla irían ya por los 12.800 y alcanzarían los 18.175 trabajadores si se tienen en cuenta los más de 3.500 empleados que se verán afectados por el ERE acordado a finales del pasado año por el Banco Santander y los sindicatos, y los 1.875 del ajuste previsto por el Banco Sabadell.

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Japón activa la alerta de tsunami tras un terremoto de magnitud 7,6 en la costa noreste

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Japón ha activado la alerta de tsunami después de que un terremoto de magnitud 7,6 sacudiera las aguas al este de la prefectura de Aomori. El seísmo, registrado en torno a las 23:15 hora local, ha puesto en marcha los protocolos de emergencia en varias regiones del norte del país, donde las autoridades advierten de posibles olas de entre tres y cuatro metros.

La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha emitido avisos y órdenes de evacuación en diversas áreas costeras, especialmente en las prefecturas de Aomori, Iwate y Hokkaido. Las autoridades han pedido a la población desplazarse inmediatamente a zonas elevadas y mantenerse alejada del litoral hasta que se revoquen las alertas.

El impacto del terremoto se ha sentido con fuerza en varias ciudades de la región de Tōhoku, donde el nivel sísmico alcanzó magnitudes consideradas peligrosas por su capacidad de provocar daños estructurales, caída de objetos y cortes de servicios. Aunque por el momento no se ha informado de víctimas mortales, se han producido interrupciones en el transporte ferroviario y portuario, así como cortes de luz en algunas zonas costeras.

Japón, situado en el Anillo de Fuego del Pacífico, registra con frecuencia terremotos de gran intensidad. Su experiencia en gestión de emergencias y su avanzado sistema de detección permiten activar con rapidez las alertas de tsunami, un riesgo especialmente sensible desde la tragedia de 2011. Por ello, las autoridades insisten en seguir las instrucciones oficiales y evitar desplazamientos innecesarios en zonas potencialmente afectadas.

Los servicios de emergencia continúan monitorizando la actividad sísmica y el posible comportamiento del mar en las próximas horas, mientras se evalúan los daños y se mantiene la vigilancia ante posibles réplicas.


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