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Salud y Bienestar

Cómo el bienestar mental puede ayudarte en tu vida diaria, relaciones interpersonales, desempeño laboral y bienestar general

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Cómo el bienestar mental puede ayudarte en tu vida diaria, relaciones interpersonales, desempeño laboral y bienestar general

Cada vez somos más conscientes de la importancia de la salud mental en nuestra vida cotidiana. Se ha demostrado que cuidar nuestro bienestar psicológico y emocional tiene una gran influencia en cómo construimos nuestras relaciones, nos desenvolvemos en el ámbito laboral y en el equilibrio de nuestra vida diaria.

Descuidar nuestra salud mental afecta directamente a nuestra calidad de vida, por lo es importante buscar métodos que nos ayuden a mantenernos sanos tanto mental como físicamente. Conseguir un equilibrio emocional se traduce en afrontar la rutina diaria con energía y conseguir ser más productivos.

En este artículo, hablaremos sobre salud mental, los múltiples beneficios que trae consigo cuidar de ella y daremos algunos consejos nos pueden ayudar a conseguir este objetivo.

¿A qué llamamos salud mental?

Cuando hablamos de salud mental, nos referimos a un bienestar a diferentes niveles: psicológico, emocional y social. Cuando conseguimos este equilibrio somos capaces de manejar de forma eficiente el estrés, superar retos, establecer mejores relaciones y tomar buenas decisiones.

Por lo que podemos ver, la salud mental no solo significa no sufrir ningún trastorno psiquiátrico, sino que es un estado global de bienestar. Además, evoluciona y cambia en función de cada etapa vital.

Beneficios de cuidar de nuestra salud mental

Ayuda a establecer relaciones saludables:

Cuando tenemos una buena salud mental, somos capaces de establecer relaciones más equilibradas y saludables, lo que contribuye a consolidar nuestra autoestima. En muchos casos, la dependencia en la relaciones tiene su origen en un apego mal cimentado, por eso a la pregunta de cómo superar el apego ansioso, la respuesta es: mediante el autocuidado de nuestra salud mental.

Favorece una buena gestión del estrés y la ansiedad:

El estrés y la ansiedad, son propios de la vida ajetreada que llevamos, pero es muy importante aprender a gestionarlos adecuadamente, para que no sean un freno a nuestra productividad y no afecten gravemente a nuestro estado anímico.

Permite conseguir un equilibrio psicológico:

Ya que suele traducirse en una mejor autoestima y en una buena relación con las personas de nuestro entorno. Esta sensación de bienestar hace que afrontemos el día a día con optimismo y seamos mucho más asertivos.

Es un escudo ante las presiones externas:

Una salud mental sólida, hace que seamos más resolutivos y nos otorga fortaleza para defender nuestras decisiones, contribuyendo a que nuestra felicidad no dependa de las opiniones de otros.

Consejos para cuidar de nuestra salud mental

  • Incorporar alguna técnica del manejo del estrés a la rutina, como meditación, yoga, control de la respiración. En sitios web como el de Mayorista Phoenix Import, puedes encontrar accesorios para ayudarte a entrar en ambiente.
  • Seguir hábitos saludables, con horarios de sueño regulares, una buena alimentación y actividad física regular.
  • Practicar la autocompasión, que implica aceptarnos a nosotros mismos, tal y como somos.
  • Construir una buena red de apoyo de amigos y familiares, con los que podamos compartir sentimientos y experiencias.
  • Buscar consejo profesional cuando sea necesario, ya que a veces es importante la valoración de un psicólogo o terapeuta.

 

En conclusión, cuidar de nuestra salud mental es fundamental para una vida plena y son múltiples los beneficios que puede darnos preocuparnos de cuidarla. Es por ello que, es conveniente que incorporemos buenos hábitos a nuestro día a día, como los que se han propuesto en este artículo.

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Dieta blanda: ¿Qué alimentos comer?

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Dieta blanda, ¿Qué alimentos comer?
MAPFRE

Cuando nos mandan hacer dieta blanda, nos preguntamos ¿qué alimentos comer?

Es una dieta de fácil digestión, adecuada para recuperarse tras algún proceso en el que el sistema digestivo requiere realizar el mínimo esfuerzo para volver a la normalidad.

La dieta blanda evita un exceso de fibra y grasas. Se trata de una alimentación basada en cocciones fáciles de digerir que incluye cereales refinados, vegetales no excesivamente fibrosos, carnes magras y pescados blancos, etc.

Dieta blanda, ¿Qué alimentos comer?

Verduras y hortalizas

Vamos a poder tomar las verduras cocidas que no estén excluidas expresamente por ser más fibrosas o que conlleven mayor trabajo digestivo. También podemos tomar purés de verduras o caldos vegetales. Forman parte de la dieta blanda las judías verdes al vapor bien cocidas, la crema de calabaza, el caldo vegetal, el calabacín cocido, la zanahoria… Y podemos acompañarlos de patata también hervida o al vapor.

Frutas

Las frutas cocidas, y las frutas muy maduras que no sean ácidas, como el plátano o la pera, se pueden tolerar bien en situaciones en que debemos dar el mínimo trabajo al sistema digestivo.

Cereales

Podemos tomar todo tipo de cereales blancos o refinados, arroz, pasta, pan blanco fresco o tostado, sémola, cereales refinados dextrinados si fuera necesario… Lo que vamos a evitar en la preparación de cualquiera de estos alimentos es la elaboración con alguna salsa fuerte, como salsas de tomate frito, cremas de leche, etc.

Legumbres

Tienen gran cantidad de fibra por lo que no van a ser el alimento de elección de entrada, pero se puede probar la tolerancia de una crema de lenteja roja o un humus de garbanzos, crema de guisantes… Las  legumbres trituradas y pasadas por un colador chino siempre van a resultar más fácilmente digeribles y, si las pelamos previamente, aún es más probable su tolerancia. Se aconseja iniciar la ingesta con pequeñas cantidades.

Carnes

Se pueden tolerar bien las carnes blancas como el pollo, el pavo y el conejo, especialmente en cocciones suaves. Se puede empezar por preparaciones en que quede meloso, como el vapor o un guiso suave con verduras y posteriormente se puede probar su tolerancia hechas al horno o a la plancha.

Pescados

El pescado blanco como la merluza, el bacalao fresco, el rape, etc., son elaborados al vapor, hervidos, o en guisos suaves de verduras se van a tolerar bien, y también si se preparan a la plancha o al horno sin añadir apenas aceites. Posteriormente podemos probar la tolerancia de pescados semi grasos como la lubina o la dorada.

Huevos

La clara se tolera mejor que la yema, por lo que probaremos primero la tolerancia de la clara y posteriormente de la yema. Si la tolerancia es buena se pueden tomar cocidos o en tortilla a la francesa, sin mucho aceite añadido. Pero no va a ser uno de los alimentos que de entrada se ofrezca en este tipo de alimentación, primero empezaremos con alimentos más suaves como los pescados blancos.

Lácteos

Empezaremos a valorar la tolerancia con el yogur natural blanco, podemos incorporar quesos frescos, requesón, leche y posteriormente quesos tiernos en poca cantidad.

Grasas

Podemos utilizar pequeñas cantidades de aceite de oliva, mantequilla o aguacate.

Bebidas

La bebida habitual, como siempre, será el agua, y también podemos incluir infusiones y caldos en este tipo de dieta. Si se escogen bebidas vegetales deben ser sin azúcar y escogiendo preferiblemente de arroz, avena, almendra o soja.

Otros productos

Puede tolerarse bien el tofu y posiblemente también el seitán.

Alimentos que excluimos de la dieta blanda

Verduras y hortalizas

Evitaremos las verduras crudas, en forma de ensalada, el tomate crudo, etc. Y verduras fibrosas o flatulentas como el puerro, la alcachofa, la berenjena, la cebolla… la familia de las coles: coles de Bruselas, coliflor, brócoli, repollo…

Frutas

Evitaremos las frutas ácidas y, en general, todas las frutas crudas que no estén muy maduras.

Cereales

En la dieta blanda quedan excluidos todo tipo de cereales integrales y sus derivados y todos los productos de bollería y repostería.

Legumbres

Evitaremos las legumbres enteras por su gran cantidad de fibra.

Carnes

Quedan excluidas de una dieta de fácil digestión todos los embutidos y fiambres, las carnes rojas o las piezas fibrosas de carne. Y cualquier preparación grasa a base de carne.

Pescados

Los pescados azules y los mariscos quedan excluidos de la dieta blanda.

Huevos

Evitaremos los huevos fritos y los revueltos con buena cantidad de aceite añadido.

Lácteos

Evitaremos los postres lácteos como natillas, flanes, etc. Suelen ser grasos y azucarados. También evitaremos de entrada los quesos curados, pudiendo incorporarlos en muy pequeña cantidad una vez se toleren los tiernos y los semicurados.

Grasas

Evitaremos el tocino, la manteca, la nata, la crema de leche y otros productos muy grasos, frituras, rebozados, salsas grasas, etc. También el chocolate.

Bebidas

Aquella que pueden ser irritantes para la mucosa gástrica quedan excluidas de la dieta, es decir, todos los zumos ácidos, el café, el té, las bebidas gaseosas y por descontado las bebidas alcohólicas.

Otros productos

Evitaremos otros productos de difícil digestión o irritantes, como los productos ahumados, alimentos muy especiados, encurtidos, productos con vinagre, chucherías, etc. El tabaco también se considera un producto irritante.

¿Tienes dudas? Regístrate en Savia, la plataforma de servicios de salud digital de MAPFRE que te permite hablar gratis por chat con un nutricionista para que te oriente sobre tu alimentación.

Lo que debes saber:

  • Lo que se llama dieta blanda a nivel sanitario no es una dieta indicada para personas con problemas dentales sino una dieta que minimice el trabajo del sistema digestivo para digerirla.
  • La dieta blanda contiene vegetales cocidos no flatulentos, cereales refinados, carnes blancas y pescados blancos, etc. Todo ello con cocciones suaves.
  • Debemos excluir de este tipo de dieta alimentos grasos, ácidos, muy condimentados, etc. Por ejemplo, embutidos, repostería, encurtidos, frutas ácidas, etc.

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