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ESTUDIO| Así son las personas según el color de sus ojos

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Así son las personas según el color de sus ojos

Un  estudio  llevado a cabo por la Universidad de Orebro en Suecia y en el que han participado 428 personas ha demostrado que el color de los ojos se ve afectado por los mismos genes que forman los lóbulos frontales. Esto quiere decir que al mirar a alguien a los ojos estamos viendo parte de su cerebro.

Los ojos, a menudo considerados las ventanas del alma, no solo reflejan la belleza, sino que también pueden ofrecer una visión intrigante de la personalidad de una persona. Aunque la relación entre el color de los ojos y la personalidad es más un misterio que una ciencia precisa, la idea de que los ojos pueden revelar rasgos distintivos ha fascinado a generaciones.

En este artículo, exploraremos las percepciones y teorías detrás de cómo algunas personas vinculan los colores de ojos con características particulares. Desde los cautivadores ojos azules hasta los intensos ojos oscuros, emprenderemos un viaje para descubrir las creencias culturales y las interpretaciones psicológicas asociadas con cada tonalidad. Vale la pena recordar que estas teorías son más expresiones de mitos y tradiciones que verdades científicas, pero, sin duda, arrojan luz sobre cómo las personas han intentado comprender y conectar el color de los ojos con la esencia misma de quienes somos. ¿Estás listo para descubrir qué revelan tus ojos sobre ti?

¿Cuál es tu color de ojos?

Marrón oscuro. Si tienes los ojos de color marrón muy oscuro es muy probable que seas una persona que suele cumplir sus objetivos. Estas personas son firmes decisiones son firmes y tienen un fuerte carácter. Además, no aceptan un “no” por respuesta.

Marrón. Estas personas son muy intuitivas. Suelen tomar decisiones basadas en las emociones. Además, son soñadores y disfrutan de la buena comida.

Marrón claro. Las personas con los ojos marrón más claro son muy sensibles. En ellas, lo emotivo predomina sobre la lógica. Además, tienen una gran habilidad para trabajar en equipo y logran puestos de importancia.

Verde. Su personalidad suele mezclar lógica y emoción. Estas personas se convierten en protagonistas allá donde van. Sin embargo, tienen arrebatos de mal humor y odian la rutina diaria.

Aceituna. Son personas bastante impulsivas, aunque en ellas acaba predominando la lógica. Tienen reacciones rápidas que les permiten adaptarse a las nuevas situaciones. Son competitivos en el deporte y tienen gran necesidad de relaciones humanas.

Verde azulado. Es signo de gran responsabilidad. Estas personas suelen ocupar puestos de trabajo o estudio relacionados con la ingeniería o la política.

Azul grisáceo. Son personas bastante calmadas y destaca en ellos su gran inhabilidad para admitir errores.

Azul. No se dejan llevar por los impulsos con facilidad. La lógica determina lo que dicen o piensan. Son personas que no se dejan manejar por sus emociones.

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Rosas: El lenguaje de las flores y las declaraciones románticas

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Rosas: El lenguaje de las flores y las declaraciones románticas

El lenguaje de las rosas: cuando el alma florece en silencio

Hay palabras que no necesitan pronunciarse. A veces, basta con el roce de unos pétalos o el aroma dulce de una rosa para decir lo que el corazón calla. Así nació el lenguaje de las rosas, un idioma silencioso donde cada color, cada tallo y cada espina cuentan una historia de amor, deseo, perdón o esperanza.

El lenguaje de las flores, también conocido como floriografía, se popularizó en la época victoriana, cuando los gestos eran más elocuentes que las palabras. En los salones y jardines de la alta sociedad, un simple ramo podía expresar lo que una carta jamás se atrevía a escribir. Entre todas las flores, la rosa reinó como símbolo supremo del amor, la belleza y la pasión.


La historia del lenguaje de las rosas

Aunque su apogeo se dio en el siglo XIX, el simbolismo de las rosas tiene raíces más antiguas. En la mitología griega, se decía que la rosa roja nació de las lágrimas de Afrodita al llorar por su amado Adonis. En Roma, las rosas decoraban los banquetes del amor y el secreto: de ahí la expresión sub rosa, “bajo la rosa”, que significaba confidencialidad.

Durante la Edad Media, los caballeros ofrecían rosas a sus damas como promesa de fidelidad. Con el tiempo, este gesto evolucionó hasta convertirse en un lenguaje universal, capaz de expresar emociones con solo un color o una combinación de pétalos.


El significado de los colores en el lenguaje de las rosas

Cada color de rosa es un mensaje distinto, una emoción que florece con su propio matiz.

Rosa roja: el amor eterno y la pasión ardiente
La rosa roja es el emblema del amor profundo. Representa la entrega total, la admiración y el deseo. Una sola rosa roja puede decir “te amo” con una fuerza que ninguna palabra iguala.

Rosa blanca: pureza, sinceridad y nuevos comienzos
Símbolo de inocencia, la rosa blanca habla de amores puros, de promesas verdaderas y de corazones que comienzan un nuevo camino juntos. Es la favorita en bodas y reconciliaciones, donde el alma busca un renacer.

Rosa rosada: dulzura, gratitud y ternura
El rosa transmite delicadeza y cariño. Una rosa rosada expresa admiración, aprecio y gratitud. Es el detalle perfecto para agradecer un gesto o celebrar una amistad que florece con el tiempo.

Rosa amarilla: amistad, alegría y energía
Vibrante y luminosa, la rosa amarilla simboliza la alegría de compartir la vida. Representa la amistad sincera, el optimismo y la celebración. Sin embargo, en tiempos antiguos también evocaba celos o amores no correspondidos, lo que le añade un matiz de misterio y dualidad.

Rosa azul: misterio y deseo imposible
No crece de forma natural, y quizás por eso la rosa azul es símbolo de lo inalcanzable. Habla del amor idealizado, de los sueños imposibles y de la belleza de aquello que no puede tenerse. Regalar una rosa azul es decir: “Eres única, un misterio que no deseo resolver”.

Rosa negra: despedida, transformación y renacimiento
Aunque suele asociarse a la muerte o el adiós, la rosa negra también encierra poder y renacimiento. Representa los finales que abren paso a nuevas etapas, el cierre de un ciclo y la fuerza para comenzar de nuevo.

Rosa naranja: fascinación y deseo
Entre el rojo y el amarillo, la rosa naranja arde con pasión y entusiasmo. Es la flor del deseo, la admiración intensa y la energía de un amor que está naciendo.

Rosa lavanda o violeta: amor a primera vista y encanto místico
Su tono delicado evoca el amor instantáneo, la atracción inexplicable y los vínculos espirituales. Una rosa lavanda dice: “Desde que te vi, supe que eras tú”.


Combinaciones y mensajes en el lenguaje de las rosas

El verdadero arte está en combinar colores para crear mensajes más profundos:

  • Roja + blanca: unión y amor eterno.
  • Rosada + amarilla: gratitud y felicidad compartida.
  • Blanca + azul: sinceridad y admiración por lo enigmático.
  • Naranja + roja: deseo y pasión que crece.
  • Negra + blanca: final y nuevo comienzo, como el ciclo de la vida.

Cada ramo es una carta silenciosa. Cada color, una palabra escrita con pétalos.


El lenguaje oculto de los gestos

En el lenguaje de las rosas, incluso el modo en que se regalan tiene significado:

  • Una rosa sola expresa devoción o amor verdadero.
  • Un ramo de doce rosas representa gratitud o una declaración formal.
  • Entregar una rosa con la mano derecha significa aceptación; con la izquierda, rechazo o duda.
  • Colocar una rosa boca abajo comunica el final de un sentimiento.

Estos pequeños gestos convierten cada entrega en un diálogo íntimo entre corazones.


Curiosidades sobre el lenguaje de las rosas

  • En la cultura japonesa, regalar tres rosas rojas significa “te amo”.
  • En Rusia, los ramos con número par se reservan para funerales, mientras que los impares son para celebraciones.
  • En la literatura, la rosa ha simbolizado tanto el amor divino (en Dante) como la pasión humana (en Shakespeare).

El poder de esta flor trasciende lenguas y fronteras: todos entienden su mensaje, aunque nadie lo diga en voz alta.


Conclusión: deja que las flores hablen tu verdad

El lenguaje de las rosas no pertenece solo al pasado; sigue vivo en cada gesto, en cada regalo que busca decir algo más que “me gustas”. Es el idioma del alma, el susurro del amor cuando las palabras sobran.

La próxima vez que elijas una rosa, no lo hagas solo por su belleza: hazlo por lo que deseas comunicar. Porque cuando el corazón no encuentra las palabras, una rosa puede hablar por ti. 🌹

 

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